Iglesia Cristiana Renacer
  • Inicio
  • Nosotros
    • En Qué Creemos
  • Ministerios
    • E.C.B - Escuela de Capacitación Bíblica
    • Educación Cristiana
    • Matrimonios
    • Varones
    • Damas
    • Jóvenes >
      • Jóvenes 13 a 17
      • Jóvenes Adultos
    • Preteens
    • Manualidades Bíblicas
    • Misiones >
      • ICRE en Honduras
    • Acción Social
    • Intercesión
    • Alabanza y Adoración
  • Recursos
    • Audio sermones 2020 >
      • Sermones 2019
      • Sermones 2018
      • Sermones 2017
      • Sermones 2016
      • Sermones 2015
      • Sermones años anteriores
    • Devocionales
    • Estudios Bíblicos >
      • Mayordomía Total
      • Daniel
      • Jonás
      • CRECER, Una vida en el poder del Espíritu
      • Las Bienaventuranzas
      • La Armadura Espiritual
      • Paradojas Bíblicas
      • Administración Financiera - Dr. Pablo Polischuk
      • Josué
      • Conociendo al Espíritu Santo
      • Romanos
      • Siete Iglesias de Apocalipsis
      • Nehemías
      • Navidad
      • Santiago
      • 2 Corintios
      • 1 Corintios
      • Teología de Angeles
      • Evangelios Sinópticos
      • Períodos Bíblicos
      • Mayordomía
      • Colosenses
      • Cartas de Juan
      • Gálatas
      • El Cielo
    • Videos
    • Liderazgo
    • Algo para pensar...
    • Fotos >
      • ICRE en Breed Middle School
      • Navidad
      • Aniversario de ICRE
      • Retiro ICRE
      • Retiro Varones
      • Retiro de Damas
      • Por Honduras
      • Picnic ICRE
      • Pascuas
      • Navidad 2013
      • Concierto "Una voz por Honduras"
      • Escuela Bíblica de Vacaciones
      • Domingo Resurrección
      • Inauguración ICRE
  • En vivo
    • Evento Predicación Domingos
    • Evento Estudios Bíblicos
  • Donaciones
  • Contacto
    • Quieres visitarnos
    • Protocolos Covid-19

DEVOCIONALES DIARIOS

Sábado 25 de junio, 2022

“Servidor de todos”

“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos”. Marcos 9:35.
 
Jesús sabía que le quedaba poco tiempo antes de ir a la cruz y se lo dijo a sus seguidores. Sin embargo, quienes debían apoyarlo y ser sensibles a esa situación, estaban pensando en ellos mismos al preguntarse quién sería el mayor en el Reino de los Cielos. Jesús, que conocía el corazón de sus discípulos, les preguntó abiertamente qué era lo que estaban discutiendo en el camino. Nadie respondió. El silencio los delataba. Entonces el Señor les presentó esta paradoja: El que quiera ser el primero, tiene que ser el servidor de todos.
 
¡Increíble! Cerca de tres años y medio con el Maestro y no habían aprendido de Él lo que era la humildad y el servicio. La Biblia dice que “…se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” (Filipenses 2:7).
 
La perspectiva de Jesús es opuesta a la del sistema en que vivimos. Para el Señor, el verdadero éxito es el resultado de una vida entregada, sometida a Dios, obediente a su Palabra y con una actitud de siervo. Incluso antes de ir a la cruz fue el único que tomó el lebrillo, se ciñó la toalla y les lavó los pies a todos sus discípulos, incluyendo a Judas. “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15).
 
Hoy, el mensaje sigue siendo el mismo. Los verdaderos discípulos son los que tienen un corazón de siervo. Los grandes líderes son los que sirven, no los servidos. Los que están más cerca de Jesús son los siervos, no los señores. Seguir a Jesús implica servirle: “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” (Juan 12:26).
 
Comienza este día con una actitud diferente, sirviendo a Dios, a tu familia y a quienes lo necesiten. Deja que Él use tu vida para su gloria y que muchos vean a Jesús a través de ti.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Viernes 24 de junio, 2022


“Luz que disipa las tinieblas”
 
Cuando hay crisis generalizada, Dios siempre hace una diferencia con su pueblo. Esto fue muy notorio para Israel cuando Dios envió sobre los egipcios diez plagas.
 
En la anteúltima plaga, Faraón y su pueblo estaban rodeados de tinieblas. A Amón-Ra, el dios sol y jefe de los dioses egipcios, le “fallaron sus poderes” porque no pudo detener esta misteriosa oscuridad durante tres días completos. No había luz afuera, ni adentro de las casas. Encendían velas, lámparas, fogatas, y nada podía atravesar la oscuridad. Según el registro bíblico, las tinieblas eran tan densas “que se podían palpar”.
 
No encontramos en ningún libro de historia que alguna vez haya pasado algo como esto. Esta plaga paralizó literalmente a todo Egipto. Bueno, a todos no… ¡El pueblo de Dios tenía luz en sus casas!
 
Éxodo 10:22-23: “Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.”
 
La Biblia dice que antes de venir a Cristo estábamos en tinieblas, pero eso cambió cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y confesamos a Jesús como nuestro Salvador. Ahora, como hijos de Dios, debemos dejar que Su luz brille en nosotros y aquellos que aún viven en oscuridad sean atraídos a Jesús.
 
Una de las estrofas de una canción cristiana muy conocida dice: “Una cosa es estar vivo y otra cosa es ver la luz, las tinieblas se disipan en el nombre de Jesús.” ¡Aleluya! Los que hemos puesto nuestra confianza en Jesús sabemos lo que significa esto.
 
En medio de tantos temores y preocupaciones, asegúrese que la luz de Cristo brille a través de sus palabras, conducta y decisiones.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Jueves 23 de junio, 2022

“Enseñable”
 
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen espíritu me lleve por un camino recto”. Salmo 143:10.
 
David expresa en este Salmo una virtud indispensable para crecer: ser enseñables. Una persona es enseñable cuando está dispuesta a aprender. Si no estamos dispuestos a aprender, tampoco estamos dispuestos a crecer.
 
La enseñabilidad no se relaciona con nuestro cerebro sino con nuestro corazón. Podemos ser muy inteligentes, pero si no somos lo suficientemente humildes para aceptar que podemos aprender de otros, entonces tenemos muy pocas probabilidades de crecer. Por ejemplo, Salomón fue muy sabio, pero no fue enseñable en los últimos años de su vida.
 
Si quieres recordar a personas enseñables en la Biblia piensa en Abraham, José, Samuel, Daniel, Job, Pedro, Pablo... y nuestro máximo modelo: Jesús.
 
Esta virtud se puede observar en las personas que saben escuchar un consejo espiritual, que admiten sus errores e intentan no repetirlos, que prefieren preguntar antes que hacer afirmaciones sin fundamento, que persiguen la excelencia, que evalúan permanentemente su corazón con humildad.
 
Si queremos crecer en nuestra capacidad de ser enseñables, debemos tener en cuenta estos consejos de la Palabra de Dios:
 
- Ser humildes. Proverbios 11:2.
- Buscar instrucción activamente. Proverbios 4:7-9,13.
- Aprender de los maestros adecuados. Proverbios 13:20.
- Aceptar la corrección y aprender de nuestros errores. Proverbios 15:31.
- Tomar la Palabra de Dios como regla de fe y conducta. Salmo 119:33-35
 
Si estás dispuesto a aprender, el Espíritu Santo está siempre dispuesto a enseñarte. Persigue el crecimiento cada día y evita las cosas que lo impidan.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Miércoles 22 de junio, 2022

“Él hace camino donde no lo hay”
 
“Las tribus de Rubén y Gad poseían una enorme cantidad de animales. Así que cuando vieron que las tierras de Jazer y Galaad eran ideales para sus rebaños y manadas… dijeron: Si contamos con su favor, permítannos ocupar esta tierra como nuestra propiedad en lugar de darnos tierra al otro lado del río Jordán.” Números 32:1,5.
 
Esta petición de las tribus de Rubén y Gad (posteriormente se les unió media tribu de Manasés) irritó tremendamente a Moisés. El hombre más manso de la tierra exhortó duramente a estas dos tribus y media por olvidar lo que Dios les había prometido y conformarse con menos. 
 
Del otro lado del Jordán había protección contra los enemigos, provisión, estaban cerca del tabernáculo y gozarían de muchos otros beneficios. Pero se conformaron con esas tierras y olvidaron que el cumplimiento de la promesa estaba del otro lado del Jordán.
 
Dice la historia que los primeros que fueron atacados, conquistados y llevados en cautiverio por los enemigos de Israel fueron estas dos tribus y media. 1 Crónicas 5:26: “Por eso el Dios de Israel hizo que el rey Pul de Asiria (también conocido como Tiglat-pileser) invadiera la tierra y se llevara cautivos a la tribu de Rubén, a la tribu de Gad y a la media tribu de Manasés. Los asirios los desterraron y los llevaron a Halah, a Habor, a Hara y al río Gozán, donde se encuentran hasta el día de hoy.” En la Biblia recién se vuelve a hablar de ellos en Apocalipsis 7:5, cuando Dios trate con Israel en el tiempo de la tribulación.
 
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron” dice Romanos 15:4. Es decir, que cada historia bíblica no es solo la descripción de acontecimientos, sino que tiene enseñanzas espirituales para nuestras vidas. La historia de estas dos tribus y media nos habla de no conformarnos cuando Dios nos habla de avanzar con fe.
 
Hoy es tiempo de evaluar si hemos obtenido lo que Dios nos prometió o nos quedamos a mitad de camino. ¿Qué te ha prometido Dios? ¿Tienes proyectos que has abandonado porque miraste solo a tus recursos y olvidaste a Dios?
 
Avanza. No temas a los desafíos, porque si la dirección que recibiste fue de Dios, Él abrirá camino donde no lo hay.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Martes 21 de junio, 2022

“Igual de importantes”
 
“Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”. Marcos 10:13-14.
 
Tendemos a pensar que el mensaje del evangelio es para los adultos y que los niños deben dedicarse a cantar y pintar dibujos de Jonás y el gran pez… Los discípulos tenían esta tendencia, y cuando llegaron los padres con sus hijos para que el Señor los bendijera, se pusieron en la puerta para  impedirles el paso. Puedo imaginarme el momento: “¡Lo sentimos, solo mayores de edad pueden tocar a Jesús! ¡No contamos con guardería! ¡Lleven a los niños a jugar con María Magdalena…!”
 
Cuando Jesús escuchó lo que estaba pasando, dice la Biblia que se indignó. Esta palabra en griego significa “sentir irritación; enojarse; mostrar señales de dolor, pesadumbre, sentirse disgustado”. Jesús no se enojó solamente con los comerciantes del templo, también se irritó tremendamente cuando impidieron que los niños se le acercaran.
 
Si Jesús no se hubiera enojado de esa manera, tal vez no hubieran aprendido la lección. Jesús prefería mil veces tener a su lado a niños preguntones, inquietos, sonrientes y divertidos que a gente como los fariseos y religiosos que solo le cuestionaban y condenaban por hacer el bien.
 
Jesús aprovechó la situación para poner a un niño como ejemplo al decir: “De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Marcos 10:15. Para entrar al reino de los cielos es necesario volverse como un niño en el modo de pensar, de buscar y de creer.
 
Cuando crecemos nos volvemos más desconfiados, críticos, autosuficientes. Somos más incrédulos y buscamos un justificativo para cada cosa mala que hacemos. Con esas actitudes no podemos venir a Jesús. Él busca corazones humildes, dependientes y sobre todo con una fe sincera.
 
“Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía” (v. 16). ¡Qué hermosa imagen! ¿Puedes visualizar a Jesús abrazando a cada niño y extendiendo sus manos para bendecirlos? ¿No sientes deseos de ser tú quien reciba el toque de Jesús? Acércate al Señor con la sencillez de un niño.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Lunes 20 de junio, 2022

“¡Somos libres!”
 
“Te digo que sus muchos pecados han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor.” Lucas 7:47.
 
¿Irías a comer a la casa de alguien que es parte de un grupo religioso que busca algún motivo para matarte? Hum… lo pensarías más de una vez… Lo cierto es que Jesús fue, compartió tiempo con ellos e incluso participó de la comida. Pero sucedió algo que sorprendió a todos… menos a Jesús. Mientras hablaban, una mujer pecadora conocida por toda la ciudad entró a la casa, abrió un frasco de perfume carísimo, lo derramó en los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Los religiosos estaban horrorizados; no podían entender lo que estaba pasando. Para ellos esta mujer estaba contaminando a Jesús; pero para Él era tiempo de salvación.
 
Mientras los fariseos seguían discutiendo y dudando de que Jesús fuera realmente el Mesías Salvador, esa mujer recibió el perdón de todos sus pecados y fue justificada en ese mismo momento.
 
¡Qué bueno que Jesús no se intimidó, no se avergonzó, ni actuó condicionado por el “qué dirán”! El Señor no vino a condenar sino a salvar. Por eso, cuando nos arrepentimos de todos nuestros pecados sinceramente, Él no solo nos perdona, sino que ¡no se acuerda más de ellos! “Sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” Miqueas 7:19.
 
Ahora, ¿qué espera Jesús que hagamos una vez que hemos sido perdonados? ¿Estará feliz si seguimos pidiendo perdón por aquello que ya limpió en nuestras vidas? ¿Nos sentiremos menos culpables si seguimos insistiendo en la necesidad de perdón? La verdad es que no. Lo que Jesús quiere es que aceptemos su perdón, creamos que nos ha perdonado, dejemos el pasado atrás y caminemos de su mano hacia adelante.
 
Los que realmente saben el valor que tiene el perdón de Jesús no quieren volver a pecar, ni siquiera lo piensan, jamás retroceden. Ellos son los que “aman más” porque reconocen de donde los sacó el Señor.
 
Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, Él nos ve cubiertos por su justicia. Nadie puede hacer suficiente bien para merecer su salvación. ¡Solamente Jesús nos hace libres!
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Domingo 19 de junio, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!


“En Él confiaré”
 
“Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.” Salmo 18:2.
 
Hay una montaña en el desierto de Judea llamada Masada. El rey Herodes mandó construir una fortaleza en la cima para protegerse de los ataques enemigos. En ese lugar podían refugiarse hasta diez mil soldados. Al parecer, David estaba haciendo alusión a esta montaña al decir que Jehová era su “fortaleza”. Según el subtítulo de este Salmo, David lo escribió el día que Dios lo libró de Saúl y sus enemigos.
 
Nosotros también necesitamos recordar la grandeza y protección de Dios hacia nuestras vidas. Hay momentos en que solo vemos la arena del desierto, sin refugios, sin oasis, sin lugares de descanso. Pero si alzamos la mirada hacia los cielos, veremos a Dios como una montaña protectora en medio de cualquier dificultad.
 
Observe que después de describir a Dios como su Fortaleza, David dice: “En Él confiaré”. Además de reconocer a Dios como nuestro refugio, necesitamos ¡confiar en Él! Nuestra confianza debe ser práctica, eso significa que no debemos dudar de su cuidado mientras esperamos que obre en cualquiera de nuestras necesidades.
 
¿Alguien pondría en duda la firmeza de Masada y su permanencia a través de los siglos? Absolutamente no. Allí estará hasta el fin del mundo. Así es Dios con nosotros. Siempre estará para protegernos y guardarnos hasta la eternidad.
 
Pon tu confianza en Cristo, la Roca de los siglos, y descansa en su protección. Que Dios sea tu refugio no solo en los momentos de necesidad, sino el lugar de tu descanso diario. “Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.” (Salmo 71:3).
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Viernes 17 de junio, 2022

“No ignoremos sus maquinaciones”
 
“¡Ay de los moradores de la tierra y del mar porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo!” Apocalipsis 12:12.
 
Al diablo le queda poco tiempo. Él lo sabe. No conoce el futuro porque no es omnisciente, pero cuando ve las señales de los últimos tiempos, sabe que debe actuar rápido.
 
Sus estrategias cambian de acuerdo con los tiempos, la cultura, las filosofías del momento. Lo sabemos por la Palabra, y debemos prestar atención “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.” (2 Corintios 2:11).
 
En este tiempo sus ataques van dirigidos especialmente a nuestras mentes. Aprovecha cada oportunidad para susurrar sus mentiras a nuestros oídos: “Dios te ha olvidado”. “Tus oraciones no están siendo contestadas”. “Todo se ha complicado demasiado”. “Ya no hay esperanza”. ¡Mentiras del diablo! Dios sigue sentado en su trono, reinando, escuchando las oraciones de sus hijos, preparando una salida y dándonos fuerzas para esperar.
 
El enemigo tiene puestos sus ojos sobre tu vida, pero también sobre tu familia. Él no ahorrará esfuerzos para destruir tu matrimonio y la vida de tus hijos. Debemos prestar mucha atención y actuar en consecuencia. ¡Levántate y defiende lo que Dios te ha dado!
 
También ataca a la verdadera Iglesia. Busca paralizar a los hijos de Dios, enfrentarlos, desanimarlos, desviarlos de su misión. Él quiere que nos involucremos en batallas equivocadas. Espera abortar cada iniciativa para avanzar. Pero debemos recordar el consejo de Santiago: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. (4:7).

Hebreos 11:33 dice que todos los que confían en Dios, por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de leones. Cerraron los poderes del infierno al pararse firmes en la Palabra de Dios.

Así que, cuando escuches el rugir del león, cae sobre tus rodillas y recuerda que al orar, el diablo solo puede retroceder.

Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Jueves 16 de junio, 2022

“Espera el fuego”
 
“Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado”. 1 Reyes 18:30.
 
El primer paso que dio Elías para ver una poderosa respuesta de Dios fue reparar el altar. Por su estado podemos saber que nadie había adorado a Dios por un buen tiempo, y su deseo era que todo el pueblo volviera su corazón a Él.
 
“Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! 1 Reyes 18:36-39.
 
¿Has pensado últimamente cómo está “tu altar”? El deseo de Dios sigue siendo el mismo, enviar su fuego, pero lo hará sobre un altar preparado. Hay muchas cosas que pueden arruinar el altar: dudas, pereza, conformismo, deseos que no están alineados con la voluntad de Dios… si dejamos que estas cosas vayan tomando lugar diariamente en nuestro corazón, finalmente nuestra comunión con Dios se habrá deteriorado.
 
Dar mantenimiento al altar es vital para que Dios derrame su fuego a diario. Israel cada día debía traer leña para que nunca se apagara el fuego en el tabernáculo.
 
Si tu altar está preparado, tu corazón listo, tu mente entregada, tu voluntad sujeta al Espíritu, espera el fuego de Dios en ti. No te conformes con un chispazo de Su presencia cuando Él quiere encenderte con su fuego. Sigue orando hasta experimentar la vida plena que el Espíritu Santo tiene para ti. 
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Miércoles 15 de junio, 2022

“Persiste”
 
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” 2 Timoteo 3:14-15.
 
La mayoría de nosotros tendemos a buscar respuestas y salidas rápidas cuando estamos en apuros, pero una vez que todo se estabiliza volvemos a nuestras viejas costumbres. Somos más “utilitarios” de lo que podemos admitir. Buscamos ayuda divina en las pruebas, vemos la obra de Dios, le damos gracias, y a la semana siguiente dejamos de lado al Señor. Nos sucede lo mismo con nuestro crecimiento espiritual. Nos interesamos por un momento y al siguiente algo ocupa el tiempo que deberíamos dedicarle al Señor.
 
El apóstol Pablo le da una palabra a Timoteo que indudablemente nos sirve a todos. “¡Persiste!”. Esta palabra en el original griego es méno que significa “quedarse en un lugar, morar, ser perdurable, permanecer, proseguir”. Definitivamente es mantenerse firme, perseverar en el crecimiento espiritual a través del conocimiento y práctica de la Palabra de Dios y profundizar nuestra relación con Él.
 
“Sabiendo de quién has aprendido”. Timoteo había aprendido de Pablo. ¿De quién has aprendido tú a persistir? Tal vez sea un amigo o hermano de la iglesia, algún familiar, un pastor, un líder. Seguramente  tengas muchos ejemplos cercanos y no te has dado cuenta. A nuestro alrededor hay personas que han permanecido fieles al Señor por años y siguen creciendo. De veras, somos muchos los que perseveramos diariamente y ponemos atención a nuestro crecimiento espiritual.
 
Tenía un profesor en el seminario que siempre nos decía: “¡Camarón que se duerme se lo lleva la corriente!”. Sus últimos días de vida los pasó enseñando en el seminario. Nunca dejó de buscar a Dios y de servirle. Ha sido una de las muchas personas que me han enseñado a persistir.
 
Persiste en la fe y en la Palabra de Dios porque “te pueden hacer sabio”. Los necios e insensatos desprecian la instrucción y la enseñanza, pero los sabios la buscan, la anhelan y se ocupan de aplicar inmediatamente a su vida lo que han aprendido.
 
“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace”. Santiago 1:25.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Martes 14 de junio, 2022

“Muro de fuego”
 
“Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.” Zacarías 2:5.
 
Jerusalén había sido destruida por los babilonios. Sus muros de piedra fueron derribados e incluso quemados. Sin embargo, Dios promete restaurarla, traer de vuelta a sus moradores, y por los muros no debían preocuparse porque Él mismo sería “un muro de fuego” a su alrededor. Esto comenzó a hacerse realidad en tiempos de Esdras y Nehemías, pero tendrá su cumplimiento total cuando Jesucristo venga por segunda vez y Jerusalén sea el centro de su reinado en el milenio.
 
Cuando Israel salió de Egipto, el ejército de Faraón corrió tras ellos para volverlos a tomar como esclavos, pero Dios fue para ellos un muro de fuego literal. “Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios.” (Éxodo 14:24-25). ¡La nube de fuego estaba allí para proteger a su pueblo!
 
Aunque hoy no hay muros literales a nuestro alrededor, la protección de Dios sobre cada uno de sus hijos es real. Satanás podrá intentar venir contra nosotros una y otra vez pero no podrá tocarnos porque el Señor nos tiene cercados. El mismo diablo dijo que no podía hacer nada mientras esa protección estuviera alrededor del justo Job: “¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene?” (Job 1:10a). Nuestra parte es no dejarnos intimidar por el enemigo y mantenernos bajo la protección del Señor.
 
Quizás debamos enfrentar grandes desafíos o estar rodeados de personas que se nos oponen continuamente, pero nunca debemos olvidar que cuando alguien se mete con un hijo de Dios, se mete directamente con el Todopoderoso. El Señor es nuestro protector, nuestra justicia, nuestro Poderoso Gigante. Aunque no lo veamos, hay un muro de fuego rodeando a aquellos que han depositado su fe en Jesucristo.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Lunes 13 de junio, 2022

“¡Alaba a Dios!”
 
“Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” Apocalipsis 19:6.
 
¿Sabías que la Biblia te menciona a ti? Aunque tu nombre no aparezca específicamente, estás entre la gran multitud de los salvos por Jesucristo que dirán ¡Aleluya!, y alabarán eternamente al único Redentor de la humanidad.
 
“Aleluya” es una palabra compuesta por dos palabras hebreas: Halal, que significa “hablar elogiosamente, celebrar, glorificar grandemente, gritar”, y Yah que es una abreviatura o contracción de la palabra Jehová.
 
La palabra aleluya estaba asociada con las personas que servían en el tabernáculo alabando a Dios por la mañana y por la tarde (1 Crónicas 23:30). Los salmistas la usaban para movilizar y animar a alabar a Dios, incluso con instrumentos musicales (Salmo 150). Así es como durante toda la historia de Israel y de la Iglesia de Cristo, aleluya ha sido la palabra más significativa de alabanza a Dios.
 
Cuando estemos por la eternidad con Cristo, según Apocalipsis 19, la vamos a seguir usando, sobre todo porque veremos que sus propósitos eternos se cumplieron a la perfección y porque Él estuvo y siempre estará sentado en su trono reinando.
 
Cada vez que veas a Dios obrar, glorifícale, celebra, di: ¡Aleluya! Dios merece ser alabado por cada intervención en nuestras vidas.
 
Comienza a ensayar la canción que todos los que hemos recibido a Cristo como Salvador vamos a entonar al unísono por la eternidad: “¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!”
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Domingo 12 de junio, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!

“La voluntad de Dios”
 
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2.
 
Hacer la voluntad de Dios… ¿es un placer o una carga? ¿Qué piensas?
 
Según el pasaje de Romanos, depende de una decisión. Podemos conformarnos al sistema o dejarnos transformar por el Espíritu Santo. Si nos adaptamos al sistema, hacer la voluntad de Dios nos parecerá difícil, aburrido y una carga. Por el contrario, si damos lugar al Señor para que transforme nuestra vida vamos a comprobar que es un placer hacer la voluntad de Dios.
 
La primera característica de la voluntad de Dios es que es “buena”. Esta palabra en el original griego es agathós que significa “bueno en cualquier sentido; que tiene favor, que son buenas cosas; algo hermoso, valioso, virtuoso”. ¡Nada mejor que agradar a Dios para un cristiano! Lo que Dios quiere para nuestra vida siempre es lo mejor.
 
La segunda característica es que es “agradable”. Esta palabra en griego es euárestos que significa “completamente gustoso, que trae contentamiento, que es bien apropiado, justo lo que se necesita”. Cuando vemos la intervención del Señor en nuestras vidas al obedecerle experimentamos una alegría y paz desbordantes.
 
La tercera característica es que es “perfecta”, del griego téleios que significa “completo; alcanzar madurez, ser perfeccionado”. Ajustarnos a su plan nos lleva a crecer, madurar, estar completos en Cristo.
 
Tendremos esta perspectiva de la voluntad de Dios si primero el Espíritu Santo transforma nuestros deseos, motivaciones, intenciones, forma de pensar, para que cada día nos parezcamos más al Señor Jesús. Todo comienza con un primer paso de obediencia, para luego dar el segundo y ya no detenernos más.
 
Según la Palabra de Dios, “el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. 1 Juan 2:17.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Viernes 10 de junio, 2022

“No estás solo”
 
“…He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:20b.
 
Imagina a los discípulos rodeando al Maestro y viendo cómo se iba al cielo para siempre. Seguramente se comenzaron a hacer muchas preguntas. ¿Qué haremos ahora sin Jesús? ¿Quién nos aconsejará? ¿Quién nos reconfortará y consolará en los momentos difíciles? ¿Quién estará con nosotros cuando…?
 
Las preguntas que resonaban en sus mentes fueron respondidas con las últimas palabras del Señor: “Yo estoy con vosotros todos los días…” Sí, en presente. Esta promesa incondicional e inquebrantable se sigue cumpliendo en la vida de cada hijo de Dios. ¡Aleluya!
 
Jesús dijo que pasaríamos momentos de aflicción, pero debíamos seguir confiando. Él no olvida a sus hijos y siempre llega a tiempo para ayudarnos. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33.
 
Jesús está con nosotros en los días malos. Esos días cuando Satanás lanza todo su armamento contra nuestras vidas para hacernos caer en tentación, debilitar nuestra fe y hacernos retroceder. El Señor nos ha provisto la armadura espiritual para permanecer firmes, y nos recuerda que Él venció al enemigo en la cruz. ¡Su victoria es nuestra victoria!
 
Jesús está con nosotros en los días de ansiedad y desesperación. Él nos prometió su paz y descanso al ir a Él y dejar en sus manos todas nuestras cargas. “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. 1 Pedro 5:7.
 
Jesús está con nosotros cuando nos sentimos tristes. Él también lloró junto a sus amigos cuando pasaron por duelos y tristezas. “Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones”. 2 Corintios 1:3.4ª.
 
¡Jesús está con nosotros siempre! Él nos asegura que nunca estaremos solos.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________


Jueves 9 de junio, 2022

“La clave de la vida victoriosa”
 
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.” Romanos 6:11.
 
“Sé lo que debo hacer de acuerdo con la Palabra de Dios, pero en este momento me conviene hacer otra cosa…” ¿Has pensado alguna vez de esta manera? Hay cosas que nos atraen, nos seducen, y por naturaleza hacemos lo que nos dijeron que era peligroso y mortal. Ay… nuestra “carne”, parece que no hay remedio para nuestras debilidades.
 
Sí, hay remedio, pero no está en este mundo, ni en nosotros mismos, sino en la persona del Espíritu Santo. Sin Él es imposible, aunque lo intentemos muchas veces. Pero será siempre una coparticipación con Él. Hay una parte que debemos hacer nosotros, y el apóstol Pablo lo expresa de esta manera: “Debemos considerarnos muertos al pecado”.
 
La palabra “considerar”, en griego logízomai, significa “tener por cierto, concluir, tomar en cuenta, pensar”. Se refiere a recordarnos a nosotros mismos las decisiones que tomamos. De hecho, esta palabra está relacionada con logos, que significa “algo dicho, inclusive en el pensamiento; palabra, plática, discurso”.
 
A la hora de la tentación debemos recordar, traer a nuestra mente el compromiso que hicimos con el Señor: “Soy un hijo de Dios y vivo para Él. No voy a ser un juguete del diablo. Sé que las consecuencias de una mala decisión serán desastrosas. ¡Espíritu Santo, toma el control, ayúdame a vivir para agradar a Dios!”
 
Cuando te enfrentes a la próxima tentación, considérate muerto al pecado. Si has alimentado tu relación con el Espíritu Santo, tus deseos estarán sometidos a Él y te ayudará a vencer. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Cor. 5:17).
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________


Miércoles 8 de junio, 2022

“La promesa del Padre”
 
“Entonces Pedro se puso de pie, junto con los otros once, y con potente voz dijo: Varones judíos, y ustedes, habitantes todos de Jerusalén, sepan esto, y entiendan bien mis palabras. Contra lo que ustedes suponen, estos hombres no están ebrios, pues apenas son las nueve de la mañana.  Más bien, esto es lo que dijo el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne…” Hechos 2:14-17ª.
 
Algo extraordinario había sucedido en el aposento alto. Después de estar allí diez días, ciento veinte discípulos fueron llenos del Espíritu Santo. La promesa del Padre desde los tiempos de Joel reafirmada por Jesús se había cumplido.
 
Pedro fue claro en decir que los acontecimientos que acababan de presenciar eran sobrenaturales. Los discípulos no eran hombres y mujeres de letras como para aprender instantáneamente otros idiomas, el viento recio no lo provocó un gran ventilador, y las lenguas como de fuego sobre sus cabezas no eran un holograma. ¿Con qué propósito estaba sucediendo todo esto? Lo leemos en Hechos 1:8: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
 
La manifestación de este poder fue evidente en Pedro enseguida. El discípulo sanguíneo, extrovertido, que había negado al Señor y huido con los demás discípulos cuando le apresaron, se paró delante de una multitud e hizo una exposición maravillosa de la Palabra de Dios. El resultado: ¡Cinco mil personas recibieron a Jesús como su Salvador! ¡Era el mismo Espíritu Santo obrando a través de Pedro! “Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros”. (Mateo 10:20). Vemos a un Pedro antes de la venida del Espíritu Santo y otro después.
 
La Iglesia no existiría como tal si no fuese por el poder del Espíritu Santo. Este poder no fue solo para los apóstoles, los ciento veinte en el aposento, los de la casa de Cornelio, los de Éfeso, ¡es para todos los creyentes en Cristo! Recordemos el mensaje de Pedro: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. (Hechos 2:39).
 
Sí, este poder es para ti. No te conformes con ser solo un seguidor de Jesús. Él tiene planes que quiere llevar a cabo a través de tu vida y ha prometido capacitarte con Su Espíritu para hacerlo. Ya no se trata de cuánto puedas hacer tú, sino de cuánto le dejes hacer a Él a través de ti.
 
Tenemos acceso al poder más asombroso que el mundo ha conocido: el poder del Espíritu Santo. Dejemos que se manifieste en nuestra vida.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Martes 7 de junio, 2022

“¿Cómo estás corriendo?”
 
“…Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…” Hebreos 12:1-2.
 
La vida cristiana es una maratón que debe correrse con paciencia. Llegan a la meta los que perseveran, los que mantienen el ritmo y no se desesperan cuando ven que otros parecen ir más rápido o se salen del camino. En esta carrera hay premio para todos los que cruzan la línea de llegada y la única manera de lograrlo, de acuerdo con el autor de Hebreos, es manteniendo la mirada en Jesús durante todo el trayecto.
 
La frase “puestos los ojos” significa atención no dividida, alejar la mirada de todas las distracciones con el fin de contemplar a Cristo. Para correr bien debemos mantener nuestros ojos en el Señor. Si nos miramos a nosotros mismos o contemplamos las circunstancias que nos rodean, vamos a tropezar y caer.
 
Si le preguntaras a Pedro por qué se hundió mientras caminaba sobre el agua te diría que fue cuando se enfocó en las olas en lugar de seguir mirando al Señor. Si le preguntaras a Moisés por qué la generación que salió de Egipto no entró a la tierra prometida te diría que fue porque se concentraron en las dificultades, los gigantes y las ciudades amuralladas antes que en Dios. Cada vez que sufrimos un tropiezo en nuestra carrera es porque cambiamos nuestro enfoque.
 
¿Estás corriendo bien la carrera? ¿Cómo estás respondiendo a las presiones a lo largo del camino? Recuerda que Cristo siempre corre con nosotros. Cuando nos sometemos al Señor y seguimos su dirección nos mantenemos en el camino correcto. Así que no cambies tu enfoque, sigue con los ojos puestos en el Señor y asegúrate de llegar a la meta y recibir tu recompensa.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Lunes 6 de junio, 2022

“El Señor nunca falla”
 
 “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7). En otra versión leemos: “El Señor es bueno, un refugio seguro cuando llegan dificultades. Está cerca de los que confían en él”.
 
Nahúm predica esta palabra en un contexto de crisis para Israel porque habían dejado de buscar a Dios y estaban buscando ayuda en naciones enemigas. El profeta exhorta al pueblo a confiar en el Señor en los momentos más críticos, porque “Jehová es bueno”.
 
En este versículo se compara la protección de Dios con una fortaleza, un castillo impenetrable. Hace referencia a un poblado que está rodeado por unos fuertes muros que son infranqueables para el enemigo. No hay manera de atravesar esa fortaleza. Así es Dios en los tiempos de crisis.
 
Pero esta seguridad descansa en la relación que tenemos con Dios, por eso el profeta dice que esta promesa es para los que son conocidos por Él, esto significa, que tienen una relación verdadera con el Señor, que le experimentan personal y diariamente. Para los que le aman hay seguridad y paz.
 
¿Cómo viene tu semana? ¿Puedes confiar en la protección de Dios? Él ha prometido estar contigo dondequiera que vayas, ayudarte en los desafíos que pongan a prueba tu fe, y darte todos los recursos necesarios para que seas un vencedor.
 
Hay una vieja canción que cantaban mis padres ¡y hasta mis abuelos! que les ayudó cuando pasaban por tantos momentos de crisis y dice: “Solo confío en el Señor, Él me guiará; solo confío en el Señor, no me va a fallar. Si el sol llegara a oscurecer y no brilla más, yo igual confío en el Señor, ¡no me va a fallar!”
 
Pastor Pablo Giovanini  

____________________________________________________________________________________________________________



Domingo 5 de junio, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!

“Códigos de construcción espiritual”

“Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo? Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo”. Salmo 11:3-5.
 
Estamos pasando por un tiempo muy difícil a nivel mundial, pero esto no tomó por sorpresa al Señor. Hay muchos propósitos que se están cumpliendo, y estoy seguro que uno de ellos es probar qué tan firme es el fundamento de cada hijo de Dios.
 
El buen fundamento es el que fue construido siguiendo los planos del Arquitecto que es Dios. Así como hay códigos de construcción que debemos respetar en lo terrenal, también hay códigos en lo espiritual.
 
El fundamento que resiste la prueba es aquel que se construyó después de haber quitado escombros y basura. No construimos nuestra vida espiritual sobre los valores del mundo.
 
El buen fundamento ha sido construido con materiales resistentes. El mismo Señor se encargó de ejemplificarlo de esta manera: “Por tanto, todo el que oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos,  soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y fue grande su ruina”. Mateo 7:24-27.
 
Si hemos construido de manera incorrecta, las cosas pueden parecer estar bien durante un tiempo, pero colapsarán al golpear la tormenta.
 
Hay solo un fundamento seguro y ese es Cristo. Si tenemos una relación profunda y genuina con Él, entonces no hay nada que temer.
 
¿Cómo se encuentra tu fundamento? ¿Estás construyendo con materiales duraderos?
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Viernes 3 de junio, 2022

“Prestando atención a nuestras palabras”
 
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” Colosenses 4:6.
 
El apóstol Pablo nos exhorta a expresarnos con “palabras de gracia”. La palabra gracia en griego es jaris. Según el diccionario griego, se refiere a “la influencia divina en el corazón y como se refleja en la vida diaria”. También son las palabras que “provocan alegría, placer, gratificación”.
 
¡Qué diferentes serían nuestras relaciones si nos comunicáramos con palabras llenas de gracia! Los matrimonios evitarían las discusiones, los padres e hijos se entenderían mejor, el ambiente en el trabajo sería diferente y las relaciones en la iglesia serían edificantes…
 
Aun cuando hablamos de Cristo a los que no lo conocen, debemos hacerlo con gracia. Muchas veces somos tentados a responder de manera grosera, hiriente o altiva, y esto cierra a muchas personas al evangelio, pero no por el mensaje sino por el mensajero. El Señor nos ha llamado a ser embajadores de su amor y misericordia.
 
Dios toma nuestras palabras muy en serio, y nosotros también debemos hacerlo. Jesucristo dijo: “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12.34). Por lo tanto, lo que necesitamos es que el Espíritu Santo trabaje en nuestro corazón. Él es quien nos ayuda a ser conscientes de las palabras que usamos y santifica nuestro vocabulario.
 
Como representantes del Señor Jesucristo debemos aprender a hablar con gentileza, utilizando un tono de voz amable y palabras edificantes.
 
Dios es glorificado y los demás son bendecidos cuando nos expresamos con humildad y gracia.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Jueves 2 de junio, 2022

“Nunca nos desamparará”
 
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Hebreos 13:6
 
El deseo desmedido de cosas materiales con el afán de amontonarlas sin compartirlas con otros no es la actitud de un verdadero discípulo de Cristo. En contraste, vivimos agradecidos a Dios por cada bendición provista.
 
¿Cómo sabemos que tendremos todo lo suficiente? ¡Porque Dios mismo es nuestro Protector, Proveedor y Ayudador! El Señor dijo: “No te desampararé, ni te dejaré”. En este pasaje, en el original griego contiene ¡cinco veces la palabra “no”! Spurgeon, reconocido predicador del siglo XIX, dijo sobre este versículo: “Aquí la palabra “no” tienen una fuerza quíntuple. Es como si Dios dijera: ‘No, no te dejaré, Yo nunca, no, nunca te desampararé’”. Bajo ninguna circunstancia Dios va a desampararnos y mucho menos abandonarnos. ¿No te hace sentir seguro saber esto?
 
Observa que el Señor es nuestro “Ayudador”. Eso no significa que Él hace todo. Hay una parte que nosotros debemos hacer. Debemos afrontar nuestras responsabilidades con solicitud y diligencia, pero también con gozo y agradecimiento. Es nuestro deber permanecer firmes en la fe, alimentar nuestro espíritu y poner en práctica la Palabra de Dios. Entonces Dios nos ayudará en aquello que no podemos hacer, para lo que no estamos capacitados o no tenemos las fuerzas suficientes.
 
Tampoco “temeremos a lo que nos pueda hacer la gente”. No vivimos para agradar a todas las personas, sino en primer lugar a Dios. Cuando nuestro enfoque es el Señor y sabemos que Él está con nosotros, el miedo se va y las dudas se despejan.
 
¿Estás pasando por un tiempo difícil? ¡Dios nunca desampara a sus hijos! Podemos decir confiadamente que Él es nuestro Ayudador. Haz tu parte y deja que Dios se encargue de los milagros. Vive este día tomado de la mano del Señor, porque está claro que Él nunca, y cinco veces nunca, te dejará.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Miércoles 1 de junio, 2022

“El muro caerá”

“Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.” Hebreos 11:30.
 
Josué, los sacerdotes, los soldados y el pueblo iban caminando alrededor de la ciudad de Jericó. Estaban allí por obediencia al mandato de Dios. Debían rodear la ciudad durante siete días. Los primeros seis días debían dar una vuelta, pero el séptimo día debían completar siete vueltas.
 
El muro era imponente. Tan alto que era imposible de subir, tan ancho que no había herramienta o arma que lo pudiera atravesar, tan largo que… ya dolían los pies de tanto caminar. ¿Cómo entrarían a la ciudad? ¿Cómo conquistarían Jericó con semejante obstáculo?
 
Me imagino a Josué preguntándole a Caleb: “Esta es la última vuelta, ¿no?” Habían girado y girado, pero no había ninguna señal de que el muro comenzara a debilitarse. Pero al completar las vueltas que Dios les había ordenado, comenzaron a gritar con todas sus fuerzas y la tierra empezó a temblar y ¡los muros cayeron estrepitosamente! ¡Aleluyaaaaa, Jericó es nuestra!
 
La victoria fue aplastante. No quedó nadie en Jericó, excepto Rahab y su familia que fueron tratados bondadosamente por haber protegido a los dos espías que habían ido a observar la ciudad. Dios cumplió su promesa y fue la primera de muchas ciudades conquistadas. ¡Qué lección de fe poderosa!
 
Creo que todos decimos que tenemos fe en Dios, pero son muy pocos los que se atreven a caminar alrededor del desafío imposible creyendo que Dios cumplirá su Palabra. Si decimos que tenemos fe, entonces hay que actuar como si Dios ya hubiera hecho lo que prometió.
 
¿Cuáles son tus desafíos? ¿Crees que Dios intervendrá con su poder? Puede que el muro que tengas delante de ti sea impenetrable, demasiado complicado como para sortearlo, con muchos enemigos detrás esperando que desmayes, pero el Señor te pide que creas, que obedezcas su Palabra y actúes bajo la guía del Espíritu Santo.
 
Si Dios dijo que el muro caerá, avanza y espera ver la intervención sobrenatural del Todopoderoso. ¡Él cumple lo que ha prometido!
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Martes 31 de mayo, 2022

“Punto de apoyo”
 
 “Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos...” 2 Crónicas 14:11.
 
La palabra “apoyo” en su etimología significa “hacer descansar”, “reposar”, “lo que sirve de sostén”, “ayuda, protección, respaldo, amparo, defensa, auxilio”.
 
¿Estamos apoyándonos completamente en el Señor en tiempos de crisis? Él siempre envía su respuesta a los que pueden descansar en su cuidado.
 
Cuando nos apoyamos en el Señor tenemos asegurada nuestra victoria.
 
Los puntos de apoyo de nuestra fe son las promesas de Dios. Había un viejo himno que comenzaba diciendo “Todas las promesas del Señor Jesús son apoyo poderoso de mi fe”. Cuando más conozco y creo en esas promesas, más confiado estaré.
Dios promete librarnos cuando nos apoyamos en Él. Observe las palabras del salmista: “Mas Jehová fue mi apoyo. Me sacó a lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.” (Sal. 18:18b-19). ¡Aleluya!
 
Cuando nos apoyamos en el Señor tenemos paz.
 
Hay alivio, reposo y paz cuando entregamos nuestras cargas a Dios. “Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso.” (Pr. 3:24-26).
 
Cuando nos apoyamos en el Señor vemos sus maravillas.
 
El rey Asa se apoyó en Dios y Él le dio la victoria sobre sus enemigos y la tierra tuvo paz. Dios fue engrandecido por su pueblo al verlo actuar poderosamente. Ex. 34:10: “Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo”. Dios promete actuar a favor de aquellos que se apoyan en Él.
 
“Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros sólo confiamos en nuestro Dios. Esa gente tropezará y caerá, pero nosotros nos levantaremos y seguiremos de pie”. Sal. 20:7-8.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Lunes 30 de mayo, 2022

"Nueva visión en su presencia"
 
“Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar”. Habacuc 3:19.
 
Habacuc fue un profeta que tuvo que enfrentar una crisis política, financiera y económica en Israel. La situación se había vuelto insostenible, pero en medio de esa crisis recibe una revelación de Dios que cambia su visión de las cosas.
 
A diferencia de aquellos que pueden enloquecer en medio de una crisis, Habacuc fue a su casa a orar, meditar y esperar en Dios. Sabía que Él le oiría y que pronto le enviaría una respuesta... Y la respuesta llegó. “Tengo un plan y un calendario”, dijo Dios. “Yo sé lo que hago, de modo que no te impacientes”.
 
Observe cómo describe el profeta su encuentro con Dios. “Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia… Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba escondido su poder” (Habacuc 3:2-4).
 
Habacuc salió transformado. Cambió su inquietud por alabanza. Observe su declaración: “Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.” (Hab. 3:17-18).
 
Las circunstancias no controlaron los sentimientos de Habacuc, sino la fe en la capacidad de Dios para darle una solución.
 
Cuando los problemas parezcan ser más grandes de lo que podemos soportar, recordemos que Dios nos fortalece y es la respuesta a todas nuestras necesidades. Busca encontrarte con Dios y experimentar su presencia. Te llenará de gozo y una nueva visión para vivir sobre las circunstancias.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Domingo 29 de mayo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!


“La benéfica mano de Dios”

“Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos... Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.” Nehemías 2:4,8b.
 
Nehemías vivía lejos del hogar de sus antepasados. Desde Susa, la capital del imperio de Artajerjes, le llegó la noticia de que Jerusalén estaba destruida, sin puertas, sin muros, y que los enemigos entraban y salían sin problemas. Al escuchar esto se le partió el corazón y supo que debía movilizarse para restaurar la tierra de sus antepasados.
 
La tarea que Nehemías tenía por delante era enorme, y se atrevió a hablar con el rey sobre esta situación. Entonces el gobernante le preguntó qué necesitaba, pero antes de responderle oró. Finalmente el rey le concedió todo lo que le pidió porque la mano benéfica de Dios estaba sobre Nehemías. La palabra “benéfica” en hebreo es tob que significa “que hace el bien, que da cosas buenas, en abundancia; agradable, que da bienestar, prosperidad”.
 
El Señor es bueno y su mano se mueve de acuerdo con su corazón. Si no estás convencido, vuelve a leer la definición de tob y aplícala a tu vida.
 
La mano de Dios es la extensión de su carácter benevolente. Cuando nos ama, nos abraza; cuando nos consuela, nos acaricia; cuando tenemos necesidades, nos provee; cuando estamos perdidos, nos indica el camino; cuando tropezamos, nos levanta.
 
Por supuesto, para recibir las bendiciones que vienen de la mano de Dios hay que tener una relación con Él. Esto es posible si has recibido a Jesús como Salvador y Señor de tu vida. A partir de ese momento Él te considera su hijo/a y su mano benefactora estará sobre ti.
 
“Vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan”. (Mt. 7:11b).
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Viernes 27 de mayo, 2022

“La intervención oportuna de Dios”
 
“Y sucedió que al día siguiente, cuando Moisés volvió al tabernáculo del testimonio, la vara de Aarón, de la familia de Leví, había retoñado y florecido, y tenía renuevos y había producido almendras”. Números 17:8.
 
La posición de Aarón como sacerdote había sido puesta en tela de juicio por un grupo rebelde del pueblo. Coré y su séquito habían sublevado a Israel diciendo que Dios no hablaba solo por Moisés y Aarón. Entonces el Señor intervino directamente, abrió la tierra y se tragó al grupo sedicioso. Aun así, el pueblo siguió murmurando contra sus líderes.
 
Para resolver esta situación, el Señor le dijo a Moisés que el jefe de cada tribu trajera una vara de almendro y en ella escribiera el nombre del líder. Para la tribu de Leví estaba la vara de Aarón. Las varas debían permanecer toda la noche en el Tabernáculo y nadie podía entrar.
 
En menos de veinticuatro horas sucedió algo extraordinario. ¡La vara de almendro de Aarón no solo reverdeció, sino que tenía flores, nuevas ramas e incluso almendras! Todo el pueblo quedó atónito ante la intervención divina. Ahora estaba claro que Dios había elegido a Aarón como sacerdote, y junto con Moisés eran las personas que guiarían a Israel.
 
Hay momentos en que solo una intervención sobrenatural puede llamar la atención de las personas que están ciegas a la obra de Dios. Puede ser que hayamos obedecido al Señor y compartimos con muchos su mensaje de salvación, pero lo único que recibimos son burlas y rechazo. Tal vez sea el momento de que Dios actúe de manera sobrenatural. Él sabe cómo hacerlo. Los milagros, señales y maravillas registradas en la Biblia nos muestran que muchos corazones duros se humillaron y recibieron el mensaje después de una poderosa intervención divina.
 
Nosotros no podemos cambiar a nadie, pero podemos pedirle al Señor que sensibilice los corazones de los que han escuchado el mensaje para que crean. Si tienes a cargo un ministerio y no estás viendo el fruto que esperas ver, pídele a Dios que intervenga, Él va a respaldarte. Cuando su poder se manifiesta, nadie queda indiferente.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Jueves 26 de mayo, 2022

“Dios me hizo ensanchar”

“Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración”. Salmo 4:1.
 
David se encontraba bajo mucha presión. Le rodeaban personas que no tenían su mismo corazón. Muchos de ellos estaban esperando el momento en que tropezara para criticarlo y juzgarlo. Le tendían ciertas trampas para ver si caería en ellas con el propósito de condenarlo.
 
Frente a esta situación el salmista recurre a Dios. Él era el único que podía ayudarlo en su “angustia”. Esta palabra en hebreo es tsar que significa “estar estrecho; apretado; bajo la presión de un problema; aflicción, congoja, tribulación”. Cuántas veces nos hemos sentido así, emocionalmente asfixiados, tan presionados que nos cuesta respirar.
 
Una vez más, como lo había hecho en el pasado, Dios hizo “ensanchar” a David. Esta palabra en hebreo es rakjáb que significa “ampliar, aumentar, hacer espacioso”. Dios actúa sobre las presiones de tal modo que podemos respirar aliviados. Nuestro corazón se ensancha y hay más “espacio” en nuestra mente para pensar mejor. ¡Gracias Padre! ¡Podemos confiar siempre en ti!
 
¿Te sientes como David, “apretado” por las presiones, bajo tribulaciones que no te dejan respirar? ¡Dios te hace ensanchar! Él es el Dios de nuestra justicia. Se hace cargo de lo que nos está angustiando y alivia nuestras presiones. Hay descanso y renovación en su presencia.
 
David sabía que Dios escuchaba sus oraciones y que le respondería. También a nosotros Dios nos escucha y nos responde cuando lo llamamos. Ve a Él y confía en su intervención.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Miércoles 25 de mayo, 2022

“Venciendo el mal con el bien”
 
“La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.” Proverbios 19:11.
 
Este proverbio no es para los necios, es para los que actúan con discernimiento, inteligencia, prudencia y sabiduría de Dios. Ellos pueden detener su furor porque el Espíritu Santo los controla. El fruto del dominio propio es evidente en sus vidas.
 
La palabra “ofensa” en hebreo es peshá, y tiene un significado bastante amplio: “Revuelta, falta, fraude, infracción, maldad, pecado, rebelión, traición”. Por favor, vuelve a leer el significado de esta palabra. ¿Has sufrido alguna de estas ofensas? Tal vez más de una.
 
El diablo sabe cómo robarnos la paz, el gozo, la fe. Es especialista en maximizar malos entendidos, distorsionar la realidad, mal interpretar palabras, acciones, circunstancias. Cuando alguien ataca nuestra dignidad, orgullo, u honor nos sentimos mal e internamente comenzamos a experimentar agitación y furor, y cuando ese furor se manifiesta perdemos nuestra “honra”. Nada hermoso sale de nosotros si nos dejamos llevar por nuestros impulsos.
 
¡Cuántas relaciones se han roto por las ofensas! Sabiendo esto, la Palabra de Dios nos exhorta a confesarlas y expresar arrepentimiento con el deseo de restauración. “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros…” (Santiago 5:16). Cuando vencemos el mal con el bien, le estamos dando la oportunidad a la otra persona de arrepentirse.
 
Dios nos manda perdonar las ofensas. “Si ustedes perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el Padre les perdonará sus ofensas”. (Mateo 6:14-15). Esto es serio. Si no perdonamos, tampoco se nos perdonará.
 
Ninguno está libre de ser ofendido, por eso es tan importante pensar en la manera que el Señor espera que actuemos. Hay ofensas que requerirán ser tratadas con la ayuda de personas maduras espiritualmente, pero otras deberemos pasarlas por alto si sabemos de dónde proceden. No podemos permitir que el diablo las use para llenar nuestro corazón de amargura, resentimiento, frustración y deseos de venganza.
 
El Señor nos ofrece su ayuda a través del Espíritu Santo para perdonar a quienes nos ofendieron. Puede ser doloroso hacerlo, pero vale la pena enfrentar las heridas que nos provocaron y experimentar el toque sanador de Dios.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Martes 24 de mayo, 2022

“El descanso que necesitas”
 
“Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta”. Juan 4:5-6.
 
Jesús se cansó. El camino de Judea a Galilea era largo, polvoriento y agotador. Los discípulos entraron a la ciudad de Sicar a comprar alimentos mientras el Señor se quedó sentado sobre las piedras que estaban alrededor del conocido pozo de agua que había sido abierto por Jacob. Jesús solo quería descansar y tomar un poco de agua.
 
Además de ser Dios, Jesús fue tan humano como nosotros. Físicamente también se cansaba y necesitaba parar por un momento. Sentía el polvo en sus pies apenas cubiertos por unas simples sandalias, los rayos del sol y el viento caliente pegaban sobre su rostro, y su cuerpo le recordaba las millas que había caminado.
 
Nosotros también experimentamos cansancio. Quizás arrancamos nuestra jornada con mucho ímpetu y entusiasmo, pero los vamos perdiendo poco a poco. A veces nos desalentamos porque quisiéramos hacer más cosas, pero las fuerzas no nos acompañan. Casi todos podemos recordar momentos en los que nuestras mente y nuestro cuerpo se han sentido agotados.
 
Jesús nos entiende. Sabe cuán largo es el camino y las dificultades que enfrentamos mientras avanzamos. Él pasó por todo lo que nosotros pasamos, excepto que nunca pecó en nada. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. Hebreos 4:15.
 
No solo nos entiende, sino que sabe cómo socorrernos en los momentos de debilidad. “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”. Hebreos 2:18. Cuando nos faltan las fuerzas, Él las provee de manera sobrenatural. Cuando el desánimo nos paraliza, nos recuerda sus promesas para seguir adelante. Cuando nos embarga la frustración, nos renueva las esperanzas. Cuando el camino está cerrado, abre una puerta para continuar. Siempre tiene una respuesta.
 
El Señor Jesús está a nuestro lado siempre, pase lo que pase, y siempre nos animan a ir a Él para encontrar el descanso que necesitamos. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Mateo 11:28.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Lunes 23 de mayo, 2022

“Han estado con Jesús”
 
“Los gobernantes, al ver la osadía con que hablaban Pedro y Juan, y al darse cuenta de que eran gente sin estudios ni preparación, quedaron asombrados y reconocieron que habían estado con Jesús”. Hechos 4:13.
 
Allí estaban dos de los discípulos del Señor frente a los sabios religiosos que los intimidaban para que no hablaran más de Jesús. ¡Imposible! ¡Cómo iban a dejar de decir lo que habían visto y oído! Pedro dio un sermón tan poderoso que esta gente quedó maravillada y solo pudieron exclamar: “Han estado con Jesús”.
 
Cuando un discípulo ha estado con Jesús se nota en su manera de hablar. Sus palabras son dichas con autoridad. Después que Pedro y Juan sanaran al paralítico, los religiosos judíos le preguntaron: “¿Con qué potestad, o en qué nombre habéis hecho vosotros esto? ¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret!  (vs. 7,10). Ahí radica la autoridad.
 
Un discípulo que ha estado con Jesús manifiesta convicciones firmes. Nadie quebranta su fe porque sabe en Quién ha creído. “Sepan, pues, todos ustedes y todo el pueblo de Israel que… Jesucristo es la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular” (vs. 10-11).
 
Un discípulo que ha estado con Jesús está dispuesto a todo por amor al Señor, incluso a perder su propia vida. Pedro y Juan fueron muy contundentes ante la intimidación de las autoridades religiosas: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecerlos a vosotros antes que a Dios…” (v. 19). No había manera de atemorizarlos.
 
Un discípulo que ha estado con Jesús tiene un mensaje claro que transmitir. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (v. 12). Jesús es el único camino a Dios. Lo aceptas o lo rechazas. El mensaje no se negocia.
 
Necesitamos la autoridad, las convicciones firmes y la disposición que tenían los primeros discípulos de Jesús para transmitir lo que Cristo vino a ofrecer al mundo.
 
Jesús cambió sus vidas para siempre, ¿ha transformado la tuya?
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Domingo 22 de mayo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Anunciar su poder a la posteridad”

“Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir”. Salmo 71:17-18.
 
¿Cuántos años tienes? Sí, ya sé, no te acuerdas… Te hago esta pregunta porque cada año que cumplimos no es solo para sumar, sino para manifestar lo que el Señor hace en nosotros. Quienes están a nuestro alrededor deberían ver de qué manera Dios está presente en nuestras vidas; y lo que hemos recibido de gracia, debemos darlo de gracia a las próximas generaciones.
 
El salmista ya era anciano, sin embargo, todavía podía escribir, alabar a Dios e incluso tocar instrumentos musicales. Parece que el desgaste natural de su cuerpo no era impedimento para seguir sirviendo al Señor. Su mayor deseo era que Dios le diera fuerzas para seguir “anunciando su poder a la posteridad”, es decir, a la siguiente generación.
 
Qué bendición es conocer al Señor desde la niñez. Salomón lo sabía muy bien y por eso dio este consejo: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. (Proverbios 22:6). Por eso insistimos en la necesidad de enseñar toda la Palabra de Dios a nuestros hijos, llevarlos a clases de educación cristiana, y permitirles compartir momentos en donde puedan poner en práctica lo aprendido.

Yo soy producto de lo que mis padres, maestros de escuela dominical y líderes de jóvenes formaron en mí desde pequeño. Ahora mi meta es que nuestros hijos glorifiquen a Dios con sus vidas si el Señor no viene antes. Es terrible pensar que se levante una nueva generación que no conozca al Señor ni haya sido testigo de su poder. Este fue el caso de Israel: “Y murió también toda esa generación, y se reunió con sus antepasados. Después de ellos vino otra generación que no conocía al Señor, ni sabía lo que el Señor había hecho por Israel. Los israelitas hicieron lo malo a los ojos del Señor, y adoraron a los baales.” Jueces 2:10-11.

Tal vez no tengas hijos naturales, pero puedes ser un padre o una madre espiritual para muchos. El anciano salmista se había propuesto esto y clamaba a Dios para que no le faltaran las fuerzas. Si ese es tu deseo, permite que el Espíritu Santo te capacite para hacerlo con amor, paciencia y sabiduría.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Viernes 20 de mayo, 2022

“Aprendiendo a esperar”
 
“Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día”. Salmo 25:5.
 
David expresó muchas veces en los Salmos su disposición a esperar la dirección de Dios antes de avanzar. Cuando la angustia, la ansiedad y la desesperación querían controlar su vida, se recordaba así mismo que debía seguir esperando en Dios.
 
Pero ¿cómo debemos esperar?
 
Debemos esperar con paciencia. Si realmente conocemos al Señor, sabemos que no miente, no incumple sus promesas, y sus tiempos son perfectos. Así que ¡no bajes los brazos, no te desalientes, la respuesta está en camino!
 
Debemos esperar proactivamente. David en este Salmo le pide a Dios que lo encamine en su verdad y le enseñe mientras está esperando. Durante el tiempo de espera Dios está cumpliendo propósitos. Él expone lo que hay en nuestro corazón, comprueba si nuestra fe y confianza son verdaderas, entre tantas otras cosas. Así que debemos prestar atención y aprender lo que el Señor quiere enseñarnos durante esos tiempos.
 
Debemos esperar con expectativas. David dice que había “esperado todo el día”. Eso significa que sus pensamientos estaban centrados en lo que Dios haría en cualquier momento. Estaba seguro de que llegaría la respuesta y eso lo llenaba de esperanza.
 
Debemos esperar con valor. Nunca faltarán aquellos que te digan que ya es momento de actuar, que esperaste demasiado, que si sigues perdiendo tiempo las cosas se complicarán. Déjame decirte que las cosas realmente se complicarán si haces a un lado a Dios. No dejes que la crítica o presiones de otros te lleven a actuar fuera de la voluntad de Dios.
 
Acepta cualquier circunstancia en la que Dios te tenga ahora mismo. Si es un tiempo de espera, decide ser paciente y confía que el plan del Señor para ti es perfecto. Dios sabe qué es lo mejor para nuestra vida. Todo tiene su tiempo.
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Jueves 19 de mayo, 2022

“Corazón sano”

“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”. Salmo 147:3.
 
Más de una vez hemos usado la expresión “corazón roto” y “herida del alma” cuando queremos expresar nuestra desilusión, frustración, desánimo, soledad, dolor, angustia... Las causas de estas emociones pueden ser muy variadas: Una traición, el rompimiento de una promesa, desengaño, una mentira expuesta, infidelidad, deslealtad, abandono. Estas y tantas otras situaciones pueden quebrantar el corazón y herir el alma al punto de provocar un pesar difícil de explicar.
 
La palabra hebrea para “quebrantar” es shabár que significa “dañar, derribar, deshacer, desmenuzar, destrozar, destruir, estropear, moler, partir, quebrar, romper”. Y la palabra usada en hebreo para “herida” es atstsébet que significa “dolor, lastimado, tristeza”. El salmista tenía claro el mensaje que quería hacerles llegar a los que se sintieran así.
 
Hay Alguien que nos conoce perfectamente. Sabe lo que ha pasado cada uno de sus hijos, quién les quebró el corazón y cuánto duele, pero sobre todo, es quien tiene el remedio para curar la herida. Por supuesto, “la medicina” solo trabaja en los que quieren ser sanados. ¿Podría alguien no querer sanar? Sí. Algunos prefieren “lamerse las heridas” que curarlas. Se sienten confortables con ellas, las muestran seguido para ser atendidos, queridos, recordados. No hay sanidad para el que quiere estar enfermo.
 
Sin embargo, el Señor es el Sanador de todo el que se acerca a Él con fe y decide tomar su “medicina”. Él quiere recordarnos que su plan no es que vivamos con heridas permanentes. Como ejemplo está Jesús, cuyas heridas fueron sanadas y hoy esas cicatrices nos hablan del poder de Dios.
 
El Señor quiere cuidar a sus hijos. Su deseo es llenar nuestro corazón de gozo, paz, y darnos todos los recursos espirituales que podamos necesitar para vivir sanos. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. (2 Cor. 5:17).
 
Pastor Pablo Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________



Miércoles 18 de mayo, 2022

“Pequeñas locuras”

“Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable.” Eclesiastés 10:1.
 
Imagina que te compras un buen perfume, de la mejor marca. Te costó mucho pero estás contento porque al fin lo conseguiste. Llegas a tu casa, lo abres y te encuentras con una sorpresa… dentro de la botella ¡hay una mosca muerta! ¿Qué harías? ¿Acaso no lo devolverías con cierto malestar? No pensarías: ¡Cómo es posible que esta prestigiosa marca dejara pasar esto! Ya no te importa cuánto querías ese perfume, ni los excelentes comentarios que obtuvo de los expertos. ¡Ese perfume ahora es asqueroso!
 
Salomón usa esta poderosa ilustración para referirse a la integridad de una persona. Podemos pasarnos años construyendo un buen testimonio, una buena familia, un buen ministerio, y de pronto… una “pequeña locura” termina con todo lo bueno que fue sembrado por años.
 
Una “pequeña locura” no significa insignificante o sin importancia. Una locura, una decisión fuera de la voluntad de Dios, una forma de proceder incorrecta, aunque parezca pequeña, puede tener graves consecuencias. Una mala decisión, quizás tomada en unos segundos, puede hacernos caer hasta lo más bajo.
 
Aceptar una insinuación amorosa de otra persona que no es tu cónyuge, mantener contacto con un ex novio/a a través de las redes sociales, una mirada “rápida” a una página pornográfica, unos minutos frente a un video basura, hacer un chiste subido de tono a un compañero de trabajo, quedarte con el cambio de una compra que le hiciste a alguien, una media verdad para escapar de una situación comprometida… parecen pequeñas cosas si las comparamos con las locuras de otras personas. Sin embargo, destruyen tu reputación en un segundo.
 
Satanás siempre siembra la ilusión de que las consecuencias de ese tipo de acciones no son tan “terribles”; que una mentira puede esconder esa locura y permitirte seguir vendiendo una imagen de sabio y honorable.
 
Alguien dijo que cuanto más nos acercamos a la luz, más manchas podemos ver en nosotros. Cuanto más nos acercamos a Cristo, más conciencia tendremos de la importancia de que el Espíritu Santo perfeccione la santidad en nosotros diariamente. Las locuras a las que antes no le dabas importancia, ahora las verás más peligrosas, destructoras. Es el Espíritu Santo que mora en ti quien te hablará y exhortará a alejarte de todo aquello que es una “locura”.
 
“El que piensa estar firme, mire que no caiga”. (1 Co. 10:12). Si vas a mantenerte firme, será porque le darás lugar al Señor para que obre en ti y transforme tu vida. “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo...” (2 Co. 2:14-16).
 
¿Cómo huele el perfume de tu integridad?
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Martes 17 de mayo, 2022

“Límites a nuestras presiones”
 
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”. 2 Corintios 4:7-9.
 
Podemos vivir presionados externamente, pero no vamos a dejar que esas presiones nos afecten interiormente. Según este pasaje, hay cuatro formas de presión a las que hay que ponerles límites.
 
1. Podemos estar “atribulados”. Esta palabra significa “sufrir aflicción, estar presionados por las circunstancias o por personas”. Podemos tener presiones externas, pero no vamos a caer en “angustia”. Estar angustiado es sentirse oprimido, en un lugar estrecho, como si nos faltara el aire. Ponle límites a las tribulaciones. No permitas que las situaciones difíciles te paralicen y te ahoguen. El apóstol Pedro nos exhorta a “echar toda nuestra ansiedad sobre Jesús, porque Él tiene cuidado de nosotros”. (1 Pedro 5:8).
 
2. Podemos estar en “apuros”. Esto es cuando las circunstancias que nos rodean nos dejan perplejos, confundidos, desorientados, sin saber qué hacer. Pero no vamos a caer en “desesperación”. La palabra griega para desesperado significa “estar fuera del camino, sin rumbo, sin recursos, hundido, creyendo que no hay salida”. No vamos a caer en esa situación porque siempre hay una salida en el Señor. “…Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella”. (1 Corintios 10:13). Ponle límite a los apuros. No permitas que te impidan ver el camino que Dios está abriendo.
 
3. Podemos ser “perseguidos” por situaciones o personas que nos inquietan, que nos quieren desanimar, alejarnos del amor de Dios, aislarnos. Pero nunca estaremos “desamparados” porque nuestro Padre Celestial nunca va a dejarnos desprotegidos, sin amparo ni ayuda. Ponle límite al sentimiento de abandono. Jamás Dios nos deja solos. Vencemos el miedo a la soledad a través del amor de Dios. “El amor echa fuera el temor”. (1Juan 4:18).
 
4. Podemos estar “derribados”. Puede ser que alguna situación parezca habernos arrojado al suelo o sentir que hemos caído a lo más bajo, sin embargo, dice la Palabra que nunca estaremos “destruidos”. Esta palabra significa que no podrán reducirnos a pedazos; no podrán deshacer nuestra vida.

Sabemos que el diablo no solo quiere hacernos caer, sino que su propósito es matar, hurtar y destruir, pero mayor es el que está en nosotros. “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”. (1 Juan 4:4).
 
Si te estabas sintiendo angustiado, desesperado, desamparado o destruido, Dios te recuerda que: “En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó”. Romanos 8:37.
 
Pastor Pablo Giovanini
 
____________________________________________________________________________________________________________



Lunes 16 de mayo, 2022

“El Señor no retarda su promesa”
 
“Pero cuando estaba sumido en profunda angustia, Manasés buscó a Dios y se humilló con sinceridad ante Él. Cuando oró, el Señor lo escuchó y se conmovió por su petición. Así que Dios hizo que Manasés regresara a Jerusalén y a su reino. ¡Finalmente Manasés se dio cuenta de que el Señor es el único Dios! 2º Crónicas 33:12-13.
 
El rey que más años duró en el trono de Israel fue el peor rey que tuvo en toda su historia. ¡Qué paradoja! Manasés reinó 55 años y Dios dijo que no hubo otro rey tan malo, pecador e idólatra como él. Sin embargo, ¡le permitió vivir más años que a otros reyes que fueron fieles, respetados y consagrados al Señor! ¿Por qué? La respuesta está en el corazón de Dios. Él no quería que este hombre se perdiera eternamente en el infierno y le estaba dando oportunidades para arrepentirse.
 
Además de hablarle al corazón, el Señor le envió mensajeros y profetas a los que despreció, rechazó y enjuició injustamente. Al fin, Dios permitió que los asirios lo llevaran cautivo por un tiempo a Babilonia, y recién en ese momento tocó fondo y reconoció todos sus pecados y le pidió perdón a Dios. Él fue perdonado y el Señor le permitió volver a Jerusalén para corregir todo el mal que había hecho.
 
¡Qué maravillosa que es la misericordia de Dios! Mientras nosotros lo hubiéramos ajusticiado en los primeros años de reinado, Dios siguió dándole oportunidades para que se arrepintiera.
 
El corazón del Señor sigue siendo el mismo, no cambia, su amor y misericordia no tienen fin. Si todavía no ha venido a buscar a su Iglesia es porque está esperando que muchos otros se arrepientan; si todavía la persona que más dolor te causa sigue viva y aparentemente feliz, es porque Dios no quiere que se pierda. Sin embargo, su justicia sigue activa; el Señor está buscando arrepentimiento o evidencias para el día del juicio.
 
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9,15ª.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Domingo 15 de mayo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Victoria sobre nuestro enemigo”
 
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Santiago 4:7.
 
Si creemos que solo debemos esperar a que el diablo se aburra para que deje de molestarnos, nos equivocamos. El enemigo de Dios y su pueblo no descansa. Como leemos en 1 Pedro 5:8: “Anda como león rugiente buscando a quién devorar”.
 
Santiago nos exhorta a “resistir” al diablo. Esta palabra significa “poner en contra, desafiar de pie, enfrentarse, oponerse”. Un hijo de Dios nunca debe tenerle miedo al diablo, por el contrario, cuando se manifiestan sus ataques debemos mantenernos firmes y recordar que el Señor nos ha dado armas espirituales “para que podamos resistir en el día malo…” (Efesios 6:13b).
 
Para poder resistir al diablo debemos someternos a Dios. Si vivimos en obediencia a Él podremos resistir al enemigo. Vivir una vida cristiana a medias y creer que podemos tener todo bajo control, es exactamente lo que el enemigo quiere que creamos.
 
En el versículo anterior, Santiago nos dice cómo comenzar a someternos a Dios: Dejar de lado la soberbia, el orgullo y la autosuficiencia y revestirnos de humildad, porque “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. (Santiago 4:6). El enemigo no puede resistir a quien está sometido por completo a Dios. ¡Aleluya!
 
En 1 Juan 5:18 leemos: “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca”. ¡El maligno no le toca! Jesús les dijo a sus discípulos: “He aquí os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”. (Lucas 10:19). ¡El diablo no puede dañar a un verdadero hijo de Dios!
 
A pesar de los ataques del enemigo, podemos vivir cada día en la victoria que Cristo ha ganado para nosotros en la cruz. Pero recordemos que nuestra capacidad para permanecer firmes solo será tan fuerte como nuestra relación y obediencia a Dios.
 
Pastor Pablo Giovanini


​____________________________________________________________________________________________________________


Viernes 13 de mayo, 2022

“Todo le pertenece a Dios”
 
“La tierra no podrá venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía. Ustedes son, para mí, forasteros y extranjeros”. Levítico 25:23.
 
Dios estableció leyes de propiedad muy interesantes para Israel, pero el punto central de estas leyes al que quiero referirme es que la tierra le pertenece a Dios y Él es quien establece cómo debe administrarse.
 
La palabra “extranjero” en este versículo es ger y significa “invitado, morar en tierra ajena”, y hace alusión a personas que eran habitantes temporales o recién llegados. La raíz hebrea de esta palabra significa “volverse a un lado del camino para hospedarse; residir como invitado”.
 
Dios le estaba diciendo a su pueblo: “La tierra es mía, y ustedes son mis huéspedes”. Sin embargo, aunque nada nos pertenece, Él decidió compartirlo con nosotros y nuestra responsabilidad es ser administradores fieles de lo que Dios ponga en nuestras manos.
 
Siempre hemos escuchado decir que “en esta vida estamos de paso”, y eso es exactamente lo que nos enseña la Biblia. El tiempo es corto y enfocarnos únicamente en obtener riquezas y bienes materiales descuidando lo espiritual es cosa de necios. “Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche vienen por tu vida; ¿y quién se quedará con lo que has acumulado?” (Lucas 12:20).
 
Mientras estemos en este mundo no debemos olvidar que somos huéspedes de Dios. Si vivimos bajo su hospitalidad, Él se encargará de cubrir nuestras necesidades. “Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen”. (Salmo 34:9).
 
Además, tenemos la promesa de vida eterna. Ya no seremos huéspedes sino coherederos con Cristo de todas las cosas bajo su reinado eterno. Hoy tenemos la oportunidad de depender de la hospitalidad de Dios en el lugar donde nos toca vivir, pero con la mirada puesta en la eternidad.
 
Pastor Pablo Giovanini


​____________________________________________________________________________________________________________


Jueves 12 de mayo, 2022

“No descuides tu viña”
 
“Atrapen las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en flor”. Cantares 2:15.
 
El libro Cantar de los Cantares es un poema de Salomón dedicado a su esposa y contiene muchas figuras literarias que hacen alusión tanto a la relación matrimonial como a la relación entre Cristo y su Iglesia. En este versículo la esposa menciona un gran problema para la viña que está floreciendo: las pequeñas zorras.
 
El reconocido escritor Watchman Nee dice que “el zorro se come el fruto de la vid, pero las zorras pequeñas estropean los tiernos pámpanos”, es decir, atacan los primeros brotes e impiden que haya fruto. Esto significa que a menos que se atienda con urgencia ese problema, se provocarán daños irreparables.
 
Hudson Taylor, misionero en China, en una de sus exposiciones dijo: “Las zorras pequeñas son las cosas que dañan nuestra relación con Cristo. Pequeños compromisos con el mundo; desobediencia en las pequeñas cosas; descuido del deber; actuar con maldad para alcanzar un objetivo”. Parece increíble que esta frase fuera dicha hace tantos años y tenga tanta vigencia.
 
Las zorras pequeñas atacan nuestra sensibilidad espiritual, y si dejamos pasar las cosas pequeñas que están mal, luego vendrán los males mayores. Por eso la Palabra de Dios nos exhorta continuamente a cuidar nuestro corazón. “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. (Proverbios 4:23). Cuando nuestro corazón comienza a endurecerse, nuestra vida toma un camino descendente. “Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza”. (Efesios 4:19).
 
¿Puedes identificar alguna “zorra pequeña” en tu vida que intenta destruir tu relación con el Señor? Cualquier cosa que es pecado a los ojos de Dios es una “zorra pequeña” que a menos que la elimines traerá consecuencias devastadoras en tu vida espiritual, personal, familiar y terminará afectando cada área de tu vida.
 
Mantente atento, no permitas que nada ni nadie asalte tu viña. Actúa a tiempo.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 11 de mayo, 2022

“Las cosas que no son como si fuesen”
 
“Como está escrito: Te he puesto por padre de muchas naciones. Y lo es delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.” Romanos 4:17.
 
Dios nos define. Él nos creó para su gloria y nos capacita para cumplir sus propósitos. Tiene el control de nuestra vida y entorno de tal manera que su providencia se manifiesta en nosotros. Al estar en sus manos podemos confiar que seremos lo que Él ha querido que seamos.
 
Dios definió a Abram. Lo sacó de Ur de los caldeos, lo condujo a Canaán, le prometió una nueva tierra, y lo llamó “padre de multitudes” cambiándole el nombre a Abraham aunque su esposa Sara era estéril. Es que Dios “llama las cosas que no son como si fuesen”. Llamó al anciano Abraham “padre” como si lo fuese. Abraham lo creyó, y al fin la promesa se cumplió.
 
Dios no hace diferencias entre sus hijos, por lo que espera que conozcamos y creamos en los planes que trazó para nuestra vida. Él quiere compartir tiempo con nosotros, hablarnos, mostrarnos lo que preparó desde la eternidad para llevar a cabo en y a través de nuestra vida, pero debemos escucharlo y poner la fe en marcha.
 
En Hebreos 11:1 leemos: “La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”. Sería fácil celebrar después de que el plan se completó, pero Dios quiere ver tu gozo desde los inicios, cuando todavía no se vislumbra nada.
 
¿Qué te ha dicho Dios? ¿Qué planes te ha mostrado? ¿Crees que sus propósitos son demasiados elevados para ti? Recuerda, Él llama las cosas que todavía no son, como si ya fuesen. Comienza a vivir como si Dios ya hubiera cumplido su promesa. Tu fe en Él te mostrará el camino a seguir diariamente.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 10 de mayo, 2022

“Dios no escatima recursos”
 
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:32.
 
¿Habrá algo que sea bueno y que Dios no quiera dárselo a sus hijos? Según la Palabra, no. Si el Padre no escatimó a su Hijo Amado y lo envió a este mundo para morir en nuestro lugar por nuestros pecados, ¡imagínate todo lo que puede hacer a nuestro favor!
 
La palabra “escatimar” en griego es feidomai que significa “ser cauteloso de, abstenerse de algo, tratar con displicencia”. Dios nunca dudó en entregar a su Hijo. De hecho, lo tenía planeado antes de la fundación del mundo. ¡Qué sabiduría infinita!
 
Sin embargo, puede haber dos factores que detengan los recursos que Dios tiene para sus hijos. El primero, si lo que estamos pidiendo es “bueno” para nosotros, pero no desde la perspectiva de Dios. Ningún padre terrenal le compra una serpiente cascabel a su hijo de mascota porque se la pidió para su cumpleaños. Mucho menos Dios nos dará algo que pueda perjudicarnos. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mt. 7:11). Si lo que pides en oración es bueno, Dios te lo dará oportunamente.
 
El segundo factor que puede detener un recurso de Dios para nosotros es la incredulidad. Dios dijo que siempre deberíamos pedir con fe. “Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.” (Mt. 21:21). Jesús hizo muchos milagros, pero hubo lugares en donde no hizo ninguno a causa de la incredulidad. “Y por la incredulidad de ellos no hizo allí muchos milagros”. (Mt. 13:58). ¡Increíble! Cierto… increíble.
 
Para poder tener la fe que se requiere y saber que nuestra petición está de acuerdo con la voluntad de Dios, debemos tener siempre como guía su Palabra. Mira lo que dice este versículo: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. (Juan 15:7).
 
¿Qué necesidades no están cubiertas en tu vida y en la de tu familia? ¿Puedes creer que el Padre Celestial se ocupará de ellas? Dios no escatima sus recursos para sus hijos si piden con fe. Haz tu oración creyendo y espera con expectativas lo que Dios hará.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 9 de mayo, 2022

"Junte sus razones para estar agradecido".
 
Hay historias que difícilmente se puedan borrar de mi memoria. Recuerdo haber leído esta hace algunos años. Durante una importante conferencia, se dieron cuenta que les faltaría espacio para recibir a todas las personas que se habían inscripto. Para aumentar la cantidad de lugares disponibles decidieron usar sillas más angostas.

El día de la actividad todos tuvieron donde sentarse aunque estaban un poco más apretados. Entonces el murmullo de personas quejándose comenzó a cambiar el ambiente. Los asistentes se olvidaron pronto de que habían venido a una fiesta espiritual.

En medio de esta situación, la directora de la organización se acercó a Joni Eareckson Tada una de las conferencistas invitadas y le preguntó si podía “calmar” a la multitud. Joni estaba perfectamente calificada para hacerlo, ya que un accidente en su adolescencia la había confinado a una silla de ruedas.

Uno de los colaboradores empujó la silla de Joni hasta el centro de la plataforma y entonces se dirigió a los asistentes: “Tengo entendido que a muchos de ustedes no les gusta la silla que les tocó. Bueno, a mí tampoco. Pero quiero decirles que tengo más de mil amigos inválidos que cambiarían de lugar con ustedes ahora mismo”. Las quejas y las murmuraciones cesaron.

Le pregunto, si en esa conferencia le hubiera tocado a usted sentarse en una silla más angosta, ¿cuál hubiera sido su actitud?

Creo que nos acostumbramos tan rápido a las bendiciones, que pasamos más tiempo hablando de lo que nos falta que agradeciendo lo que tenemos.

En 1 Tesalonicenses 5:18 leemos: “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús”.

¡Qué diferente sería nuestra vida si en lugar de levantarnos cada mañana como si fuera un castigo, saltáramos de la cama y diéramos gracias! La gratitud nos quita la mirada de las cosas que nos faltan para que podamos ver las que ya poseemos.

Alguien dijo: “Junte sus razones para estar agradecido y dé gracias porque esa es la voluntad de Dios”. ¡No espere un mejor momento, empiece ahora mismo a dar gracias!

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Domingo 8 de mayo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Dios no nos olvida”
 
“¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.” Isaías 49:15.
 
El amor de una madre es digno de admirar. Hay una fuerza especial dentro de ellas que las impulsa a levantarse cuando su bebé llora, aunque eso las mantenga despiertas casi toda la noche. A la hora de defender a sus hijos, su instinto de protección es más fuerte y determinante que el de una leona con sus cachorros. Y cuando sus hijos atraviesan momentos de tristeza, no pueden dejar de abrazarlos y llorar junto a ellos. Pasarán los años y el instinto de madre nunca morirá.
 
Sin embargo, puede haber excepciones. Madres adolescentes que no saben qué hacer con sus vidas, otras atrapadas por una adicción, abrumadas por problemas emocionales profundos, alteraciones mentales. Situaciones con las que ningún hijo quisiera convivir.
 
Según el profeta Isaías, una madre nunca olvida a sus hijos, y si fuera el caso, hay Alguien que jamás olvida a ninguno de sus hijos. No hay nada que lo altere, nada que cambie su manera de pensar, nada que haga inestable sus emociones o le haga perder la memoria. ¡Dios nunca olvida a ninguno de sus hijos!

Cada uno de nosotros somos especiales para el Señor. ¡Cómo no serlos si Él mismo nos ha formado! “Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Sal. 139:16. Sabe cuáles son nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades y aun así nos ama incondicionalmente.

Cuántas veces nos ha sucedido que durante tiempos difíciles ponemos nuestra mirada en las circunstancias y nos olvidamos que arriba está nuestro Padre. Comenzamos a sentirnos solos, luchando a nuestra manera, creyendo que Dios se ha olvidado de nosotros. Sin embargo, hay una voz interior que nos sigue diciendo: “Aunque se olviden de ti, Yo nunca lo haré”.

¿Crees que estás solo, que estás luchando sin ayuda? ¿Alguien te ha dicho que Dios no se ocupa de ti? ¿A quién le estás creyendo? Dios nunca miente. Si dice que jamás se olvida de ninguno de sus hijos, esa es la verdad.

Comienza este día creyendo que estás bajo su amada presencia y deja que tu corazón lo experimente una vez más. Otros pueden olvidarse de ti, pero Dios nunca lo hará.

Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 6 de mayo, 2022

“Sorprendidos por una tormenta”
 
“Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?” Marcos 4:38.
 
Los discípulos habían iniciado la travesía de cruzar el lago Genesaret con Jesús. De pronto se desató una tormenta. Se generó tan rápido y era tan intensa que no supieron que hacer. Mientras tanto Jesús dormía muy tranquilo.
 
¿Y ahora qué hacemos? Los discípulos comenzaron a clamar al Señor con desesperación. No tuvieron ningún problema en despertarlo. Sabían que de esta solo los salvaba el Maestro.
 
¿Cuántas veces hemos sido sorprendidos por tormentas? Todo parece estar en calma y de repente, “el viento y las olas” empiezan a golpear nuestra vida. Entonces surge la pregunta: “Y ahora que hacemos”. La respuesta es: Clamar. En la Biblia, clamar se refiere a hablar de manera audible con gran sentimiento acerca de una necesidad urgente. Eso fue lo que hicieron los discípulos.
 
Cuando enfrentamos un problema lo más natural es intentar solucionarlo. Sin embargo, el Señor nos enseña una manera diferente de manejar las “tormentas” y es buscando refugio y auxilio en Él.
 
La Palabra de Dios nos asegura que el Padre celestial escucha nuestro clamor y responde. En el Salmo 3:4 leemos: “Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió…”.
 
Recuerde: Dios está en su trono. Salmo 11:4. Dios dijo que actúa cuando ponemos nuestra confianza en Él. Hebreos 11:6. Dios nunca desampara a sus hijos. Mateo 28:20.
 
Si su corazón está turbado, clame al Señor. Sepa que está ante la presencia de Aquel que es su poderoso protector, capaz de socorrerlo en cualquier tormenta.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 5 de mayo, 2022

“La oración del justo”

“La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente…” Santiago 5:16-17.

Elías oraba bajo la dirección de Dios. Él sabía lo que Dios quería porque se lo comunicaba. Cuando estamos en su presencia entendemos lo que Dios quiere hacer. De Él viene la visión, el discernimiento, la revelación de sus planes futuros, las maneras en que quiere moverse en nosotros y a través de nosotros.

Elías oraba con fervor. Cuando leemos algunas de sus oraciones en los libros históricos descubrimos su deseo ardiente por Dios. Nada era igual después de que él oraba.

Elías oraba con fe. El creía que cada palabra suya era escuchada por Dios. Así que podía orar para que llueva o que deje de llover, para que resucitara un muerto, para que no falte aceite en la casa de una viuda, o para que Dios haga descender fuego del cielo. Sus oraciones nos muestran que todo es posible si le creemos al Señor.

Elías oraba esperando el tiempo de Dios. Podía orar para que no lloviera y esperar la siguiente instrucción de Dios. Después de tres años… ¡tres años! Dios le dice que vuelva a orar por lluvia. Eran oraciones acompañadas de obediencia, y el Señor siempre responde a estas oraciones.

Elías oraba buscando que Dios recibiera toda la gloria. Él nunca persiguió beneficioso personales, ni reconocimiento. Siempre llevó al pueblo a escuchar a Dios y adorarle a Él.

Si tú eres un hijo de Dios entonces eres justo delante de Él. Tus oraciones serán respondidas en el tiempo y la forma fijados por Dios. Solo confía y lo verás hacer grandes obras.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 4 de mayo, 2022

“Diferentes temporadas, pero el mismo Dios”
 
“En tu mano están mis tiempos…” Salmo 31:15.
 
La palabra hebrea usada aquí para tiempo es “et” que significa “años, hora, mientras, tarde”; pero también significa “época, estación, temporada”. La palabra se puede referir a una duración de tiempo; puede significar tiempos de problemas como en el Salmo 9:9: “Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia.”
 
David expresa que ya sean tiempos buenos, de paz y abundancia, o tiempos malos, de presiones e inestabilidad, todos están en manos de Dios. David podía confiar que Dios estaba en control de su vida en cualquier temporada.
 
Todos pasamos tiempos difíciles, y la Palabra de Dios nos enseña a poner todo en las manos del Señor. Él es el único que sabe bien por lo que estamos atravesando, y también el que nos mostrará la salida. Mientras tanto, recordemos que Dios todo lo permite con un propósito.
 
Las temporadas de escasez nos hacen buscar a Dios. Esos tiempos son los propicios para verle obrar milagros. Pero también habrá temporadas de abundancia en donde debemos demostrar que somos buenos administradores de lo que el Señor nos da y saber compartir con el necesitado.
 
El apóstol Pablo nos enseña con su vida que debemos estar preparados para todo tiempo: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:12-12). ¡El Señor era quien lo sostenía en todas sus temporadas!
 
¿Cómo definirías tu temporada actual? ¿Estás seguro que has puesto este tiempo en las manos del Señor?
 
La realidad es que tú y las temporadas cambiarán, pero Dios siempre será el mismo. Eso significa que no te fallará. El Señor jamás se olvidará de ti, está a tu lado siempre. ¡Grande es su fidelidad!  
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 3 de mayo, 2022

“Abre tu frasco”
 
“Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.” Juan 12:3.
 
En la década de los ’80 se había puesto de moda entre las jóvenes un perfume ¡difícil de olvidar! Esa fragancia era tan fuerte que era imposible no darte cuenta de la presencia de alguna de las fans de ese perfume. ¡Imagínate lo que era una reunión de jóvenes con cinco personas con esa fragancia!
 
El perfume de nardo puro usado en la antigüedad era muchísimo más caro y de una fragancia más refinada que el usado por las jóvenes de mi ciudad. El costo de una libra de ese perfume era igual al salario de un año de trabajo; y sabemos que María había invertido todos sus ahorros en él seguramente pensando en el día de su boda o en el funeral de un ser querido. Sin embargo, el amor de María por Jesús la llevó a tomar el perfume y derramarlo en los pies del Maestro. Los pies de Jesús quedaron impregnados de la fragancia y añade Juan, “la casa se llenó del olor del perfume”. Nadie quedó indiferente a esa muestra de amor al Señor.
 
Nuestra devoción por Jesús no debería ser un secreto. No puedes aplicarte un poco de tu perfume favorito secretamente y pretender que nadie se dé cuenta. Cuando todo lo que hacemos es motivado por el amor que le tenemos al Señor y el deseo de agradarlo en toda circunstancia, en donde estemos, esa fragancia debería “llenar toda la casa”.
 
¿Llenamos del perfume de nuestra devoción a Jesús en donde nos encontramos? ¿Esa “fragancia” es percibida por nuestros compañeros de trabajo, nuestros amigos? ¿Nuestro amor por Jesús es fácilmente percibido por nuestro cónyuge y nuestros hijos?
 
No puedes decir que amas al Señor y mantenerlo “en secreto”. Nadie se avergüenza ni esconde algo cuando sabe el valor que tiene. María hizo la diferencia cuando abrió el frasco. Fue una entrega sin reservas a Jesús y lo hizo públicamente, como debe ser.
 
Es hora de abrir tu frasco y darle toda tu devoción a Él. Deja que todos los que te rodean sepan quién es tu Salvador.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 2 de mayo, 2022

“En todo tiempo te alabaré”
 
“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. En Jehová se gloriará mi alma...” Salmo 34:1-2.
 
La palabra “alabanza” corresponde al vocablo hebreo tejiláh, que significa “elogio, específicamente en un himno; alegría, canto, loor; aprecio genuino por las acciones y el carácter de Dios”.
 
Aunque no todos podemos afinar a la perfección y tener un timbre maravilloso, todos tenemos cuerdas vocales que debemos usar para cantarle a Dios. Entonar una alabanza no significa cantarle a un público humano, es cantarle a Dios directamente. Puede que lo hagas en voz alta, o muy bajito; usando notas altas o bajas; en la iglesia o en la ducha… Pero siempre tu auditorio tendrá un espectador, Dios.
 
El Señor se goza con la alabanza de sus hijos. Habita en medio de la alabanza. “Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel” (Salmo 22:3). Si te parece que Dios está lejos, solo comienza a alabarle. Sentirás en tu corazón que Dios está allí mismo donde te encuentras recibiendo tu adoración.
 
Cuando comenzamos a alabar a Dios nos encaminamos hacia una victoria. Así pasaba con el pueblo de Israel. “Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.” (2 Crónicas 20:22). Tal vez estás esperando la intervención directa de Dios en alguna situación para comenzar a alabar a Dios, pero muchas veces es al revés, cuando comenzamos a alabarle, Él interviene.
 
Quiero animarte a que comiences tu semana con el mismo corazón que el salmista. Empieza cantando este Salmo solo, sin compañía, mirando con ojos espirituales a Dios que es quien recibe tu alabanza. Comienza alabando a Dios por lo que ha hecho en tu vida y por lo que Él es para ti. Piensa en todas las bendiciones recibidas. Recuerda las maneras en que te ha expresado su amor y cuidado. ¡Alaba a Dios y verás qué diferente será tu semana!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Domingo 1 de mayo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!
​


“¿Cuál es tu respuesta?”
 
“Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?” Juan 5:6.
 
Parece increíble que Jesús le hiciera esta pregunta a un enfermo. Se supone que todos los enfermos quieren ser sanados. Pero te asombrarían las respuestas que muchos pueden dar.
 
Este hombre hacía 38 años que estaba enfermo. Más bien estaba acostumbrado a estar enfermo. Residía en el estanque de Betesda porque según este pasaje un ángel descendía de tanto en tanto, revolvía el agua y el primero que se sumergía quedaba sano. Durante cuatro décadas lo había intentado, pero siempre había alguien que llegaba primero.
 
Como dijo un predicador: “Este hombre estaba estancado en el estanque”. No podía considerar otra forma de ser sano. La cultura del lugar aceptaba como único medio providencial de Dios para sanar introducirse en el estanque.
 
Muchas veces nosotros nos encontramos en la misma posición que este enfermo. No podemos ver lo que Dios realmente quiere hacer porque estamos enfocados en lo que la gente dice que Él puede o no puede hacer.
 
Cuando el enfermo escuchó las palabras de Jesús creyó, se levantó ¡y anduvo! Tomó su camilla y se fue a su casa sin importarle que eso quebrantara el día de reposo. Ahora obedecía las directivas del Maestro, así que los religiosos tendrían que arreglar esto con Jesús.
 
El único que puede cambiar nuestra visión espiritual es Cristo. Él es el Camino, no es meramente una alternativa más. Es la Puerta de entrada a una vida abundante, no solo la salida a un problema. Jesús es la Vida. Cuando realmente nos encontramos con Él todo nuestro ser cambia.
 
Pero para que esto sea posible, hay una pregunta que debemos responderle a Jesús: “¿Quieres…? ¿Realmente lo quieres…? Esto significará dejar la comodidad, eso a lo que nos hemos acostumbrado, atrevernos a correr riesgos y estar dispuestos a rendir nuestra vida entera a Cristo.
 
Si puedes responder afirmativamente, ¡entonces prepárate para que Dios te sorprenda!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 29 de abril, 2022

“Aprovecha bien el tiempo”
 
“En lo que requiere diligencia, no perezosos.” Romanos 12:11.
 
Hay oportunidades que se presentan solo una vez en la vida y no hay que desaprovecharlas, y para que esto sea posible, la Biblia nos dice que debemos ser diligentes.
 
La palabra griega para diligencia es spoude que significa “apresurarse a hacer algo, esforzarse, procurar con mucho deseo”. El consejo lo da el apóstol Pablo quien sabía muy bien aprovechar el tiempo. Nunca se lamentó por haber perdido una oportunidad para evangelizar, ayudar a otros, exhortar, aconsejar, predicar, enseñar o ser misericordioso.
 
Lo contrario a diligente, como se menciona en el versículo, es ser “perezoso”. En griego es okneros que da la idea de encogerse, retraerse, ser negligente. Muchas veces Dios nos presenta maravillosas oportunidades para crecer, aprender, corregir una falta, restaurar, hablar de Cristo a otras personas o ayudar a alguien y actuamos perezosamente.
 
El perezoso tiene la tendencia a postergar las cosas. Por ejemplo, a pesar de que dice que hará algo, siempre retrasa lo que prometió hacer. O comienza un proyecto y luego encuentra razones para no terminarlo o lo lleva a cabo a medias. Las personas que le rodean también se ven afectadas por actuar de manera descuidada. La pereza también hace ignorar las necesidades de los demás.
 
Necesitamos evaluar nuestras prioridades. Hay muchas cosas secundarias que podemos dejar para mañana, pero nunca las importantes. No permitas que la pereza detenga tu crecimiento, afecte tus relaciones, te haga perder tus buenos hábitos espirituales y abandones el servicio al Señor.
 
El Señor espera que vivamos con determinación y que trabajemos con diligencia; ser perezosos y hacer mal las cosas daña nuestro testimonio.
 
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada.” (Proverbios 13:4).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 28 de abril, 2022

“Dios se encarga de nuestros enemigos”
 
“Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.” Isaías 54:15,17.
 
Hay personas que se oponen a nosotros abiertamente, otras veces la oposición es a nivel espiritual, y muchas otras ni siquiera nos damos cuenta que “nos hacen la guerra encubiertamente”. Hay gente influenciada por el diablo que “conspira” contra los hijos de Dios para intimidarlos.
 
“Conspirar”, en hebreo gur, significa “encoger, temer, hostigar, atemorizar”. El enemigo sabe cuáles son los puntos débiles de los creyentes y los usa para menoscabarlos y que se sientan sin valor. Pero Dios se levanta poderoso y proclama que sus hijos tienen como herencia Su autoridad para deshacer toda mentira de Satanás.
 
Dios promete que “ninguna arma forjada contra ti prosperará”. Por supuesto que no estamos hablando de armas literales, sino de armas espirituales. Los argumentos que se levanten contra un hijo de Dios que vive en la verdad no prevalecerán, tampoco los que se usan para detener el avance de alguien que quiere servir a Cristo.
 
¿Hay personas que se enojan contigo porque no participas de cosas que sabes que no le agradan a Dios? ¿Algunos ya no te hablan desde que tienes una relación con Cristo? ¿Hay personas que te provocan para que entres en discusiones y peleas? Mira lo que dice Dios de ellos: “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.” Isaías 41:11 ¡Tienes de tu lado al Dios Todopoderoso!
 
Eres un hijo de Dios desde el mismo momento que aceptaste a Cristo como tu Salvador, le confesaste tus pecados, y decidiste vivir para agradarle a Él. El Espíritu Santo que vino a morar en ti desde ese día quiere recordarte hoy que eres victorioso por la obra de Jesús en la cruz y que su promesa es firme: Él se encargará de tus enemigos.
 
Pastor Pablo Giovanini 


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 27 de abril, 2022

“El Dios Admirable”
 
“Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios? Tú eres el Dios que hace maravillas”. Salmo 77:13-14a.
 
¿Sabemos exactamente en quién estamos depositando nuestra confianza? Si son personas, debemos considerar la posibilidad de que nos fallen, se equivoquen o cambien de parecer. Si son cosas materiales, puede que se pierdan, las roben, o se echen a perder. Si es dinero, ya sabemos que se puede ir tan rápido como llegó. Sin embargo, al confiar en Dios, sabemos que no cambia y que ¡no hay nadie más grande que Él!
 
El salmista testifica que nuestro Dios es el que hace maravillas. La palabra “maravilla” en hebreo es péle, que significa “milagros, persona admirable, que hace prodigios, que es sorprendente”. ¿Sabías que esta palabra hace referencia directa a Jesucristo? Se encuentra en la profecía de Isaías 9:6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” El primer nombre que hace referencia al Salvador es “Admirable”, y en hebreo péle.
 
Jesús siempre fue admirado por sus palabras, sus acciones, su influencia, su poder. La gente estaba admirada de su doctrina (Mt. 7:28), de su sabiduría (Mr. 6:2). Incluso el apóstol Pablo dice que seguirá siendo admirado por todos nosotros cuando le veamos cara a cara. (2 Tes. 1:10).
 
Es cierto que cuando atravesamos dificultades nos olvidamos fácilmente del Dios que hace maravillas. Por eso es necesario recordar siempre sus obras. “Acordaos de las maravillas que él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca” (Salmo 105:5). Si Dios ha sido fiel en el pasado, también lo seguirá siendo ahora porque no hay manera de que cambie. Recuerda que “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8). ¡Aleluya!
 
Deposita tu confianza en Él y lo verás obrar en todo aquello que te parece imposible de resolver. “Dios mío, los cielos te alaban por tus grandes hechos; todos los ángeles del cielo hablan de tu fidelidad y solo a ti te honran. Eres un Dios incomparable; ¡eres grande y maravilloso! Señor y Dios del universo, ¡no hay Dios como tú, tan fiel y poderoso!” Salmo 89:6-8.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 26 de abril, 2022

“El Todopoderoso”
 
“También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”. Números 13:33.
 
Nuestra visión determina nuestras acciones. Dios le hizo grandes promesas al pueblo de Israel; la tierra en donde fluía leche y miel sería suya, pero al ver a los gigantes se olvidaron de todo. Al poner su mirada sobre las circunstancias y no en Dios, comenzaron a comportarse y a hablar como personas derrotas.
 
Cada vez que maximizamos las circunstancias desafiantes y minimizamos a Dios, estamos en peligro de perder lo que Dios nos ha prometido.
 
Maximizar significa “llevar al máximo el potencial de algo material o inmaterial”. Minimizar: “empequeñecer, reducir o disminuir a su grado mínimo”. Cuando maximizamos a Dios en nuestra vida, podemos ver las cosas como Dios las ve.
 
Las medidas de Dios son diferentes a las medidas humanas. Lo que puede parecernos enorme a nosotros, para Él es como nada. “Grande es el Señor… nadie puede medir su grandeza”. Salmo 145:3. “Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener…” 1 Reyes 8:27ª.
 
Para Dios “mil años son como un día”. 2 Pedro 3:8. ¡Qué es un año en la eternidad! Dios tiene el control del tiempo y se mueve con precisión para ejecutar sus planes eternos. ¡Bienaventurado el que sabe esperar en Él!
 
Dios pudo hacer más con un ejército de 300 personas obedientes que con un millón de temerosos. Las dos monedas de una humilde viuda tuvieron más valor para el Señor que las ofrendas de los arrogantes que daban para ser vistos. El dinero nunca fue un problema para Dios. “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. Hageo 2:8.
 
Cuando nosotros sumamos o restamos, Dios multiplica. Hemos escuchado decir a nuestros abuelos que “donde comen dos, comen tres”, pero para Jesús cinco panes y dos peces dieron de comer a más de cinco mil.  ¡Que Dios grande tenemos! ¡Aleluya!
 
¿Tienes un desafío que humanamente hablando parece un gigante difícil de vencer? ¿Las circunstancias que enfrentas te superan? ¡Maximiza a Dios! ¡Vencemos las batallas diarias cuando levantamos nuestra mirada al cielo y creemos en el Todopoderoso que obra en nuestra vida!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 25 de abril, 2022

“Este es el día que hizo el Señor”
 
¿Cómo comenzaste la semana? ¿Las noticias que acabas de escuchar ya condicionaron tus pensamientos? ¿Es lunes pero ya estás preocupándote por el día jueves? Bueno, haz una pausa y medita en este versículo…
 
“Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él.” Salmo 118:24.
 
Cuando David escribió este Salmo no estaba por salir a una fiesta sino que atravesaba tiempos de guerra. He escuchado a sociólogos decir que las pandemias y las guerras tienen muchas cosas en común. Así que podemos pensar que David enfrentó presiones físicas, mentales y emocionales semejantes a las nuestras. Entonces, ¿cómo fue posible que escribiera este Salmo? Creo que David comprendía el principio de “un día a la vez”.
 
Jesús nos enseñó a ocuparnos del hoy y no preocuparnos por el mañana. “Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!” (Mateo 6:34).
 
La palabra “preocuparse” o “afanarse” en el original griego significa “distraerse con lo que causa ansiedad”, o “premeditar algo con ansiedad y preocupación”. Jesús dijo que no debemos vivir con este sentimiento sino con quietud de espíritu, recordando que el Padre Celestial se ocupa de nuestras necesidades.
 
Si comenzamos la semana pensando que solo faltan cuatro días para que llegue el viernes estamos desaprovechando, no solo un día, sino nuestra vida.
 
Es tan fácil dejarnos llevar por la rutina y que las horas pasen y se conviertan en días. Los días se convierten en semanas. Las semanas en meses. Los meses en años. Los años se convierten en décadas. Y así, llegar al final de nuestra vida sin descubrir los planes que Dios nos tenía reservados
 
Concéntrate en el día de hoy, deja que Dios te conduzca a través de lo que preparó para ti y confía. “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza...” Is.30:15.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 24 de abril, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!
​


“¿Crees?”
 
“… si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible”. Marcos 9:22b-23.
 
Este era un padre realmente desesperado. Su hijo estaba muy enfermo y ya no sabía qué hacer por él. Cuando este hombre se encuentra con Jesús le explica la situación del muchacho y le pide ayuda, pero según la construcción gramatical usada en el original bíblico, lo hace de una forma irónica. Le dice: “Si puedes…” En otras palabras: “Tus discípulos lo intentaron pero no pudieron… ¿tú puedes?”
 
La respuesta del Señor es interesante. Usa las mismas palabras que el padre pero esta vez el desafiado es él. Le dice: “Si tú puedes creer…” La sanidad de su hijo no dependía de la capacidad de Jesús sino de la fe del padre. ¡El poder de Cristo nunca está en discusión! ¡Él todo lo puede! Pero lo que no estaba claro era la fe del necesitado.
 
En ese momento el padre se quiebra y “clama” a Jesús. Es un grito de angustia, desesperación y reconocimiento sincero de su poca fe: “¡Creo! ¡Ayuda mi incredulidad!” Eso era todo lo que quería escuchar el Señor. Este hombre apenas podía creer, pero le pide a Jesús que lo ayude con su incredulidad. En ese mismo momento el Señor obró el milagro.
 
No necesitamos desafiar a Dios con frases como “si eres Dios entonces…”. “Si tienes tanto poder…”. “Si realmente me amas…” o “si crees que lo merezco…” Nada de eso toca el corazón de Dios. Jesús nos enseñó cómo pedir al Padre Celestial de manera personal y directa: “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”. (Mateo 6:5-7).
 
Jesús nos confronta a nosotros y nos dice: “Yo todo lo puedo, pero tú, ¿realmente puedes creer en mí? Porque al que cree, todo le es posible”.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 22 de abril, 2022

“Aviva el fuego”
 
“Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana...” Levítico 6:12.
 
La inauguración del tabernáculo fue una celebración maravillosa. Todo estaba en orden. El holocausto estaba listo… solo faltaba el fuego. Entonces Dios irrumpió con su presencia y cayó fuego del cielo sobre el altar. “Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.” (Levítico 9:24).
 
El altar del holocausto tenía el fuego de Dios, pero a partir de ese momento el pueblo debía mantenerlo encendido continuamente. No importaba en qué lugar del desierto se encontrara el tabernáculo, los sacerdotes debían mantener el fuego encendido.
 
Dios les dijo que debían reponer la leña cada mañana. No era al mediodía, ni a la tarde ni a la noche. Lo primero que debían hacer al comenzar el día era añadir leña al fuego, después podían seguir con el resto de sus obligaciones.
 
Gracias al sacrificio perfecto de Cristo en la cruz ya no debemos presentar más sacrificios de animales. Todo eso fue temporal. Incluso el fuego de ese altar un día se extinguió, pero nunca dejo de arder el fuego santo de Dios. Todavía envía su fuego a quienes se rinden a Él.
 
En Lucas 3:16 leemos: “Respondió Juan (el Bautista), diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Fue muy evidente el día que se cumplió esta palabra: “Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.” (Hechos 2:3). A partir de allí, la Iglesia de Cristo recibió el poder del Espíritu Santo para cumplir con la misión que se le encomendó.
 
Si has recibido a Cristo como Salvador y Señor de tu vida, el Espíritu Santo ha venido a morar en ti, pero su fuego debe ser avivado cada día.
 
¿Cómo está tu fuego? ¿Arde con intensidad o solo es una pequeña llama que se está extinguiendo? ¡Aviva el fuego del Espíritu en tu vida! Incluso si parece que solo quedan cenizas, ¡Dios lo puede volver a encender!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 21 de abril, 2022

“Aceptando su dirección”
 
“De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros...” Romanos 8:26.
 
¡Cuántas veces nos hemos enfrentado a una decisión 50/50! Me refiero al momento en que tenemos frente a nosotros dos opciones buenas, ya sea de trabajo, carrera, lugar donde vivir, ministerio, y no sabemos cuál es la mejor. ¿Qué hacer?
 
Dios nos ha creado con sentido común para saber qué es lo que se adapta mejor a nuestra personalidad, gustos, necesidades, formación, experiencia, edad, entorno. También nos ha dado una conciencia que nos alerta frente a opciones que no nos edifican espiritualmente. Pero sobre todas las cosas nos ha dado su Espíritu Santo que habita en nuestro espíritu desde el día que aceptamos a Cristo como Salvador y Señor para guiarnos y aconsejarnos.
 
En la vida nos encontraremos ante la alternativa de escoger entre dos cosas buenas, pero hay una que según el apóstol Pablo “nos conviene”. La palabra griega usada aquí para “conviene” es dei que significa “lo que debe ser, lo preciso”. Hay una opción que encaja perfectamente con los planes de Dios para nuestra vida y el Espíritu Santo quiere ayudarnos a saber cuál es. Pero necesitamos relacionarnos con Él de una manera humilde, sincera y obediente. Si solo queremos tener una “relación utilitaria”, su voz estará apagada en nuestro espíritu.
 
En una oportunidad escuché esta oración: “Señor, dame la esposa que tú tienes para mí, pero que sea María”. Esto no es pedir dirección para conocer lo que es mejor, sino que Dios apruebe lo que ya decidimos. Si ese es el caso, no deberíamos hacerle “perder tiempo” al Señor porque en realidad solo queremos escuchar nuestra voz.
 
Si quieres lo mejor de Dios, necesitas rendirte completamente a Él y permitir que el Espíritu Santo te guie. "Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu" (Gálatas 5:25). En otras palabras, si él vive en ti, deja que te ayude a escoger lo que es mejor para tu vida.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 20 de abril, 2022

“Consuelo que alegra el alma”
 
“En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma”. Salmo 94:19.
 
Qué complejo es controlar nuestros pensamientos en momentos difíciles. Una preocupación lleva a la otra y resulta en una cadena de pensamientos que abruman nuestra alma. Sabemos que Dios nos ama y que todo ayuda a bien, pero no encontramos sentido a lo que nos sucede. Comenzamos a experimentar ansiedad, temor, confusión y estas emociones parecen tomar el control de nuestra vida.
 
Si te sirve de algo, no eres el único, no eres la única. Hay muchas personas que se sintieron así pero encontraron la salida. La persona que escribió este salmo nos cuenta lo que hizo cuando su mente estaba saturada de preocupaciones.
 
Cuando la mente está dividida entre la realidad y la fe, entre las preocupaciones y las promesas bíblicas, hay que recurrir al Señor. Si hay algo que apacigua nuestros pensamientos y nos da paz es el “consuelo” celestial. Fíjate que el salmista dice “tus consolaciones”, evidentemente son las de Dios. La palabra hebrea para consolación es tankjúm que significa “compasión, solaz, suspirar aliviado, cobrar aliento, aliviar el alma”.
 
El consuelo de Dios es sobrenatural. Cambia la ansiedad por paz, los miedos por valor, el estrés por quietud, de modo que podemos suspirar aliviados porque nuestra alma encuentra el reposo prometido por Dios. Es tan impactante que el salmista dice que trae “alegría al alma”. La palabra hebrea para “alegrar” es shaá y significa “mirar con complacencia; acariciar, agradar, regocijarse, ser mimado”.
 
¿Qué necesitas recibir hoy? ¿Puedes sentir al Padre Celestial abrazándote? ¿Su mano secando tus lágrimas? ¿Un gozo inexplicable? ¿Impactado por su presencia?
 
Si puedes entregarle a Dios cada uno de tus pensamientos, tu espíritu tendrá reposo y tu alma se llenará de la alegría celestial. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 19 de abril, 2022

“Fuente inagotable de sabiduría”
 
“Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.” Salmo 90:12.
 
La palabra sabiduría, en hebreo khama, significa destreza, habilidad, discernimiento para aconsejar, prudencia, cordura en la vida diaria. Consiste, básicamente, en aplicar bien lo que uno sabe a lo que uno hace.
 
En la Palabra de Dios, “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová”. Para vivir con sabiduría debemos buscar a Dios y conocer y hacer su voluntad. El sabio obedece siempre al Señor y deja los resultados en sus manos.
 
Cuando no tenemos sabiduría, dice Santiago 1:6, debemos pedírsela a Dios: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Su Palabra es la fuente inagotable de esa sabiduría.
 
Todos, cada día, tenemos que tomar decisiones. Podemos hacerlo con la sabiduría de Dios o dejarnos guiar  por nuestras experiencias, capacitación o intuición. Los resultados estarán determinados por lo que escojamos seguir.
 
Necesitamos la sabiduría de Dios para saber administrar el tiempo que Él nos regala. Necesitamos saber establecer prioridades, cuidar de nuestro crecimiento espiritual y relación con el Señor, invertir tiempo en nuestra familia, administrar bien nuestras finanzas, usar nuestros talentos, entre tantas otras cosas. ¡Todo lo debemos hacer con la sabiduría de Dios!
 
Toma tiempo hoy para pensar qué es lo que está guiándote y pídele al Señor que te ayude a ordenar cada aspecto de tu vida con la sabiduría que Él promete darte.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 18 de abril, 2022

"Amistad"
 
Es probable que la sensación de vacío emocional le resulte familiar. A veces sentimos que nada nos llena, perdemos la emoción y nos embarga un sentimiento de desánimo.

Generalmente se entiende por vacío emocional esa sensación de estar separado, desconectado de los demás, insatisfecho, frustrado, con pensamientos de que todo carece de sentido.

En ocasiones, el vacío emocional tiene mucho que ver con el sentimiento de soledad. Somos seres sociales y necesitamos el contacto con otros, establecer vínculos.

Es cierto que hoy tenemos tantos recursos a través de la tecnología para “estar juntos”, pero en realidad no hay télefono, tablet o computadora que puedan reemplazar a un buen abrazo o una charla cara a cara con aquel que nos puede tomar de la mano, mirar a los ojos y animar a seguir adelante.

Creo que hay muchas cosas importantes que deberíamos haber aprendido durante el tiempo de libertades limitadas por la pandemia, y una de ellas es el valor de la comunión.

Cuando usted lee la palabra “comunión” en la Biblia, el término hebreo está relacionado con la idea de amistad y conocimiento profundo. Tenemos ejemplos de esto en la relación de David y Jonatán; Daniel, Sadrac, Mesac y Abednego; Pablo con Priscila y Aquila; Felipe y Natanael. Dios nos creó con la capacidad de establecer relaciones significativas con otros.

Entonces llegó la pandemia y cambió nuestra agenda. La falta de tiempo, el apuro y las muchas ocupaciones fueron reemplazados por encierro, rutina, silencio, tiempo para pensar… y quizás, para descubrir que no habíamos puesto verdadera atención en desarrollar vínculos estrechos y fraternales que nos ayudaran, entre otras cosas, a eliminar cualquier sentimiento de soledad.

Muchas veces no se trata de que otros no se acuerden de nosotros, sino de que siempre nos conformamos con interacciones superficiales, y a la hora de necesitar ese rico banquete de comunión fraternal, nos damos cuenta de que nunca invitamos a alguien a sentarse en “nuestra mesa”.

Alguien dijo que “un amigo es la persona que se queda a tu lado cuando todos se van”. Cicerón dijo que “la amistad promueve la felicidad y abate la tristeza al duplicar nuestro gozo y dividir nuestro dolor”. Cuando le preguntaron a un niño qué es un amigo dijo: “Alguien que sabe todo sobre ti y de todas maneras se queda a tu lado y te quiere”.

Las verdaderas amistades no se desarrollan de la noche a la mañana. Son el resultado de tiempo compartido, compromiso, entrega, respeto, confianza, reconocimiento de los límites de cada uno, sinceridad. Invertir tiempo, vencer la timidez para algunos, librarnos de malos recuerdos, aprender a confiar y ser vulnerables, son cosas que podemos hacer para comenzar a construir relaciones estrechas que nos bendigan.

Dios nunca ha querido que vivamos como “llaneros solitarios”, que asistamos a la iglesia sin crear lazos de amistad profundos con otros cristianos. En Su plan, una amistad fiel y sincera entre creyentes es una de las bendiciones que Él pone a nuestro alcance. Está en nosotros decidir dar ese primer paso y comenzar a sembrar semillas que se transformen en una verdadera amistad.

“El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo”. Proverbios 27:9 (NVI).


Alexandra Giovanini

____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 17 de abril, 2022

“Cristo está vivo”
 
“Y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí”. 1 Corintios 15:4-8.
 
Lee todo el Nuevo Testamento y no vas a encontrar ningún versículo que diga que Jesús se le apareció resucitado a alguien que no había creído en Él. Luego ascendió a los cielos y los que lo vieron por última vez fueron sus discípulos. Solo Pablo tuvo una experiencia posterior porque sería uno de los apóstoles enviado a los gentiles.
 
Ahora, si yo hubiera sido el resucitado, a los primeros que hubiera ido sería a los religiosos que me condenaron: “A ver… ¿qué dicen ahora? Ustedes que me mandaron a crucificar, ¿qué van a hacer?”. Me presentaría a los soldados romanos con un clavo y un martillo y les diría: “¿Les gustaría saber cuánto duele?”. Haría un tour visitando a Pilato, Herodes, a cada persona que me hubiera insultado, escupido, por lo menos para darles un buen susto... Bueno, el Señor no es como yo, tiene otro corazón y otros propósitos.
 
Jesús sabía que a sus propios discípulos les iba a costar creer en su resurrección, por eso se les presentó en diferentes momentos. Se le apareció a María y a las demás mujeres, a Pedro, a los que iban camino a Emaús, después a los once reunidos, a su hermano Jacobo. Incluso a uno de sus discípulos que dudaba fuertemente de las evidencias de su resurrección, Tomás.
 
Si el Señor hubiera querido, desde su resurrección en adelante se habría aparecido todos los años en algún lugar determinado para que lo veamos y comprobemos que ha resucitado. Pero no funciona así para Dios. Las experiencias maravillosas con el Resucitado solo son para los que tienen fe en Él sin haberle visto. “… bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. (Juan 20:29b).
 
Hoy podemos tener encuentros maravillosos con Jesús porque Él vive. No ponemos nuestra fe en una persona que se ha quedado en el sepulcro. ¡Cristo vive y nosotros somos la evidencia de su obra salvadora y transformadora! ¡Gloria a Jesucristo nuestro Salvador, Rey de reyes y Señor de señores!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Viernes 15 de abril, 2022

“De la humillación a la exaltación”
 
“Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:8-11.
 
Jesús decidió voluntariamente dejar su gloria para venir a este mundo perdido para darle salvación. El Hijo de Dios no necesitaba venir, nosotros necesitábamos que Él viniera. Nadie le pidió a Dios que hiciera algo para librarnos de la muerte y del pecado, Él tomó la iniciativa por amor y mandó a su Hijo Unigénito para que tú y yo tengamos vida.
 
Lo que Cristo pasó en la cruz fue terrible. A veces miramos películas que han intentado recrear ese momento y nos cuesta mantener la mirada en imágenes de tanto dolor y sufrimiento. Jesús sabía lo que iba a pasar y aun así fue a la cruz por amor a nosotros.
 
Su sufrimiento se llevó el nuestro; su muerte cambió nuestra muerte espiritual por vida eterna. El precio del rescate ya se pagó. El sacrificio fue completo y perfecto, no hay nada más que agregar. La justicia divina está satisfecha y nuestra condenación está cancelada.
 
Pero su obra no terminó en la cruz ni en el sepulcro. El domingo temprano logró la victoria sobre la muerte física resucitando con poder. Los arqueólogos podrán seguir buscando sus huesos, pero nunca los van a encontrar. ¡Ahora Jesús está sentado en su trono reinando eternamente y para siempre!
 
Los que le hemos recibido como Salvador y Señor de nuestras vidas hoy le adoramos, pero un día todo el mundo comparecerá ante su Trono y allí ¡toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Él es el Señor! ¡Aleluya!
 
¡Exaltemos al que vive para siempre y nos ha dado vida para adorarle eternamente!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 14 de abril, 2022

“Sostenidos por Su diestra”
 
“Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido”. Salmo 63:7-8.
 
Hay tiempos difíciles de sobrellevar que simbólicamente representamos como desiertos. Nos sentimos solos, tratando de ocultarnos de los ataques del enemigo, no vemos mucha vida a nuestro alrededor, no hay agua suficiente para apagar la sed de nuestra alma, no escuchamos ninguna voz más que la nuestra y parece que estamos a punto de desfallecer.
 
Entonces nos preguntamos: ¿De dónde puedo obtener la fortaleza para atravesar valles de muerte, de tristeza, de pérdidas, de frustración? David nos da la respuesta: “Tu diestra me ha sostenido”. Es la mano de Dios tomando la nuestra, levantándonos, sosteniéndonos y guiándonos a través del desierto hasta llegar al próximo oasis.
 
Su diestra nos ha “sostenido”. Esta palabra en hebreo es tamák que significa “sustentar, agarrar, mantenerse apegado, ayudar, seguir de cerca, asir, conducir”. Cuando nos tomamos de la mano de Dios, Él no nos suelta nunca, su mano firme nos asegura que no estamos caminando solos y que Él nos conducirá a través de las situaciones que nos toque atravesar.
 
El Señor nunca está ajeno a lo que nos sucede y nos entiende. De hecho, Jesús pasó también por un desierto, cuarenta días sin tener qué comer y siendo tentado por el diablo. “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (Hebreos 4:15). Jamás te deja solo en tus luchas y quebrantos.
 
La presencia de Dios no significa solo compañía, Él quiere intervenir en nuestra vida para ayudarnos. El salmista David pudo experimentar la ayuda de Dios cada vez que le buscó. Cuando las situaciones se volvían difíciles, sentía el cuidado sobrenatural como “la sombra de sus alas”. Sabía que Dios estaba tocando su alma y su ánimo era levantado a tiempo.
 
Renueva tu mente y tu corazón recordando las palabras con las que el Señor quiere hablar hoy a tu vida.
 
“Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás...” (Salmo 138:7ª).
 
“Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano.” (Salmo 139:5).
 
“Tuyo es el brazo potente; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.” (Salmo 89:13).
 
“Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.” (Salmo 37:24).
 
Extiende tu mano hacia el cielo y dile al Señor: “¡Sé que tu diestra me sostiene!”
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 13 de abril, 2022

“Cree y serás salvo, tú y tu casa”
 
“Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.” Hechos 16:30-32.
 
No fue nada fácil el comienzo de la iglesia en Filipos. Pablo y Silas terminaron en la cárcel por predicar el evangelio. Sin embargo, Dios intervino de manera sobrenatural provocando un terremoto, rompiendo las cadenas y abriendo las puertas de las celdas. Cuando el carcelero vio semejante intervención divina, cayó de rodillas rendido ante Dios y dijo: “¿Qué debo hacer para ser salvo?”
 
El mensaje era claro y sencillo: Dios nos ofrece la salvación gratuitamente y por su gracia. La condición es creer que la obra de Cristo en la cruz es el único medio para limpiar todos nuestros pecados y reconciliarnos con Dios.
 
Es necesario escuchar y creer todo el mensaje del evangelio. Pablo y Silas “les hablaron la palabra del Señor” a todos los que habitaban en la casa del carcelero y cada uno puso su fe en marcha y creyó. El resultado fue que toda la casa alcanzó salvación ese día. ¡El gozo había llegado a ese hogar! Ahora Jesucristo era el centro de sus vidas y a partir de ese momento todo sería diferente.
 
La Palabra de Dios nos sigue hablando de la misma manera. Tal vez tú ya has creído en Cristo pero tu familia no. Muchas veces debemos tener paciencia, sembrar la Palabra con amor y esperar la obra que hará el Espíritu Santo en sus vidas. Si nos desesperamos y solo los intimidamos con las graves consecuencias que vendrán por no ser cristianos, cerraremos sus corazones a la obra que solo puede hacer el Señor.
 
Nunca dejes de orar, de interceder por tu familia. Dios les ofrecerá cada día oportunidades para le conozcan. Sigue creyendo, obedeciendo a la voz del Espíritu Santo y actuando con sabiduría. Él está obrando.

Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 12 de abril, 2022

“Victoriosos en las aflicciones”
 
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33.
 
La Biblia es clara cuando habla de lo que sucederá en los últimos tiempos. La fe se apagará, el amor se enfriará, las convicciones pasarán por pruebas de fuego, y hasta se levantarán falsos profetas y falsos maestros que se denominarán cristianos pero en realidad Cristo no estará en sus predicaciones y enseñanzas. Jesús dijo que todo esto generará en nosotros aflicciones.
 
La palabra “aflicción” en griego es thlipsis que significa “presión de todo tipo; estrechez, angustia, persecución, tribulación”. Fíjate que las aflicciones son más espirituales que emocionales o físicas. Nuestro espíritu se aflige por lo que está pasando en nuestra sociedad, en nuestra familia y hasta en la Iglesia de Cristo.
 
Frente a esta realidad podemos adoptar una de estas posturas: Desánimo y desesperanza creyendo ya que no hay nada que hacer, o confianza y esperanza tomando parte activa de los cambios que Jesús quiere hacer. El Señor fue claro al decir que las presiones estarían sobre nosotros, pero debíamos “confiar” en Él. Esta palabra en griego es tharséo que significa “tener valor, ánimo”. Esto es posible porque Jesús está con nosotros y ¡ha vencido al mundo!
 
El Señor nos ha capacitado a través del Espíritu Santo para ser vencedores. Él nos delegó su autoridad para defender nuestras convicciones, nos da valor para no ser arrastrados por la maldad actual, nos da sabiduría para hablar la verdad a nuestros hijos, y nos impulsa a decir que solo en Él se puede hallar verdadera paz.
 
A pesar de las noticias perturbadoras que escuchamos a diario, Dios sigue teniendo el control de todas las cosas. Las presiones del mundo podrán cambiar, ¡pero el poder de Jesús no ha cambiado! Su Palabra es la que nos debe sostener aunque la tormenta ruga a nuestro alrededor. “La paz os dejo, mi paz os doy, Yo no la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 14:27.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Lunes 11 de abril, 2022

"Dios de lo imposible"
 
“Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado… Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres… entregaré a los madianitas en tus manos. Luego Gedeón cruzó el río Jordán con sus trescientos hombres y aunque estaban agotados, continuaron persiguiendo al enemigo.” (Jueces 7:2,7; 8:4).
 
La vida de Gedeón es un ejemplo perfecto de cómo Dios crea circunstancias imposibles con el propósito de manifestar su poder.
 
El Señor llamó a este hombre tímido para enfrentar a un ejército de 100.000 madianitas cuando Israel solo contaba con 20.000 hombres que podían ir a la guerra. Pero esto no fue lo más desconcertante, sino que Dios le dijera a Gedeón que no iba a pelear con todos sus hombres, ¡sino solo con 300! Imagino lo que debe haber pensado: Esto no solo nos garantiza la derrota, sino que vamos a ir directo a la muerte. Pero Dios sabía lo que estaba haciendo y los llevó al límite para mostrarles que la victoria solo podía llegar de su mano.
 
Hay lecciones muy importantes que podemos aprender de esta historia. En primer lugar, que los recursos limitados nunca limitan a Dios. A menudo Dios restringe intencionalmente nuestros recursos para manifestar que Él es Señor de lo imposible. Cuando decidimos abandonar toda autosuficiencia y nuestra confianza descansa solo en Dios, entonces tenemos la oportunidad de ver sus milagros.
 
En segundo lugar, Dios renueva nuestras fuerzas en medio de las batallas que nos ha llamado a enfrentar. Cuando creemos que ya no podemos dar un paso más, él nos fortalece para terminar lo que nos encomendó. “Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Isaías 40:29.
 
También debemos saber que cada batalla que enfrentamos tiene una finalidad. Dios nunca nos pedirá que hagamos algo sin un propósito. El problema es que a menudo nos resistimos a obedecerle porque su plan no nos parece lógico, sino más bien descabellado.
 
Dios siempre está buscando gente capaz de confiar en Él, personas a través de las cuales manifestar su poder.  Si decidimos creer y seguir su dirección, nuestra obediencia le permitirá hacer grandes cosas en y a través de nuestras vidas.
 
¿Es usted una de las personas que el Señor está buscando?
 
Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 10 de abril, 2022

“Beneficios de la obra de Cristo”
 
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:32.
 
Conmemoramos el día en que Cristo fue crucificado, llamado “viernes santo”, porque fue el día de inflexión universal, la condenación por causa del pecado original ahora tiene solución por medio del rescate propiciado por Jesucristo en la cruz. La obra del Señor ha sido perfecta, completa y eficaz, satisfaciendo la justicia divina.
 
El perdón de pecados y la justificación de todo pecador es concedido por gracia, gratuitamente, por misericordia de Dios. Pero requiere fe en el sacrificio de Cristo y arrepentimiento de pecados para que Dios nos declare justos, como si nunca hubiésemos pecado. De esta manera ya no somos más pecadores para Dios sino hijos adoptados, que tienen una relación de amor con el Padre y reciben los mismos derechos de hijos que Jesucristo. ¡Qué amor incomparable el de Dios hacia nosotros! Merecíamos la muerte y Él nos concede vida. ¡Gracias Señor por tu amor y misericordia!
 
Sin embargo, el amor de Dios no termina allí. El apóstol Pablo nos lleva a reflexionar a través de la pregunta: Si Dios envió a su amado Hijo por nosotros, ¿acaso no nos dará también cualquier cosa que necesitemos? Si lo más complicado fue resuelto, ¿cuán difícil sería para Dios resolver lo que te preocupa hoy? ¿Acaso hay algo que sea imposible para Él?
 
Por favor, lee todo el pasaje de Romanos y recuerda los beneficios que trajo el sacrificio de Jesucristo a todo aquel que le acepta como su Salvador.
 
1. Nadie ni nada puede contra ti porque Dios está de tu lado. V. 31.
2. El Padre Celestial se ocupa de tus necesidades y te dará lo que te hace falta. V. 32.
3. Dios te absuelve de cargo y culpa. V. 33. Ya no tienes que sentir el peso de tus pecados pasados. Jesús te ha perdonado y no se acuerda más de ellos. Metafóricamente hablando, ¡los ha arrojado al fondo de la mar! “El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” Miqueas 7:19.
4. Eres libre de la condenación. V. 34. La salvación que has recibido por fe te da seguridad eterna.
5. Nada ni nadie te puede separar del amor de Cristo. Vs. 35, 38, 39. Dios está determinado por la eternidad a amarte y nada lo hará cambiar de parecer. “Aunque fuéramos infieles, Él permanece fiel porque no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2:13). ¡Aleluya!
6. Dios dice que tú eres más que vencedor. V. 37. No importa cómo te sientas. A veces experimentamos sentimientos de derrota, frustración, fracaso… Pero por fe debes seguir creyendo en la victoria que el Señor te ha otorgado en la Cruz. “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros ¿quién contra nosotros?”
 
Pastor Pablo Giovanini


Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!

____________________________________________________________________________________________________________

Sábado 9 de abril, 2022

“Guía para nuestro camino”
 
“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día.” Salmo 25:4-5.
 
Lo mejor que podemos hacer cada día es pedir dirección y sabiduría al Señor para las decisiones que debamos tomar. En otras palabras, predisponernos para hacer la voluntad de Dios. David era muy consciente de esta necesidad, por eso en su petición expresa su deseo de conocer Sus caminos.
 
No solo es pedir que nos “muestre” el camino, sino que nos “enseñe” a recorrerlo. Seguramente habrá muchas “señales de tránsito” a tener en cuenta. En los caminos de Dios a veces hay que desacelerar, hacer un stop, tomar curvas pronunciadas, no exceder ciertos límites de velocidad… Vivimos en un mundo cambiante, peligroso, incierto, y necesitamos prestar mucha atención a los avisos de Dios antes de tomar decisiones.
 
Buscar dirección divina no acaba con nuestra oración matutina. El salmista lo expresa claramente: “En ti he esperado todo el día”. Es una conexión ininterrumpida con el Señor, con oídos atentos a escuchar lo que tenga que decirnos en cualquier momento.
 
Mientras nos ocupamos de miles de cosas, debemos mantener nuestros canales espirituales abiertos a su guía y enseñanza. Dios nos puede hablar de muchas maneras, incluso a través de la persona menos pensada.
 
Recuerda empezar cada día conectado con el Señor. Que puedas decir como David: “Enséñame, Señor, tu camino, para que camine yo en tu verdad.” (Salmo 86:11ª).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 8 de abril, 2022

“Declarados justos”
 
“Y como insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros...” Juan 8:7,9a.
 
Jesús experimentó en carne propia la condenación. Lo condenaron por no seguir las tradiciones, por manifestar que era el Hijo de Dios, por decir que era preexistente a Abraham, por denunciar a los hipócritas, por hacer el bien y estar en contra del status quo religioso. Así que Jesús sabe lo que se siente cuando eres acusado verbalmente y condenado en el corazón. Claro, la gran diferencia está en que Jesús nunca pecó.
 
Pero Jesús no vino a acusar al pecador, sino a salvarlo. “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Juan 3:17). Cuando los religiosos que buscaban tentar a Jesús para acusarle escucharon sus palabras, dejaron caer las piedras y se marcharon, solo quedaron la mujer y el Maestro. Ya no quedaba nadie que quisiera condenarla. Entonces el Señor se acercó y le dijo: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” (V.11).
 
La ley condena. Jesús salva. La ley es como un termómetro que solo sirve para “medir la fiebre”; solo el Señor puede curarnos. Cuando nos acercamos a Él y manifestamos verdadero arrepentimiento, perdona todos nuestros pecados y nos asegura que ya no pesa sobre nosotros ninguna condenación. “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:34).
 
¡Eres libre por su sacrificio! No dejes que pensamientos condenatorios o acusaciones de los demás te hagan retroceder. Tu fe en Cristo te ha salvado.
 
“Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros. Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios.” Romanos 5:1-2.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 7 de abril, 2022

“Nuestro futuro en manos de Dios”
 
“Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todo el ejército de los cielos.” 2 Reyes 23:5.
 
El rey Josías fue tremendamente impactado por la Palabra de Dios cuando fueron hallados los antiguos rollos de la ley en el templo. Después de muchos años, el rey volvió a limpiar a Jerusalén de la idolatría y de todo lo relacionado con “los signos del zodíaco”: astrología, adivinación y hechicería. Cuando ellos se volvieron a Dios y pusieron su confianza en Él, volvió la paz y la prosperidad al pueblo.
 
Los años han pasado y nada ha cambiado. El hombre sigue tratando de interpretar lo que “dicen” los astros sobre su destino. Muchos siguen creyendo que los signos del zodíaco tienen algo que decirles. Millones de personas diariamente consultan el horóscopo para saber lo que les deparará el día y ponen su confianza en ello. ¡Qué engaño del diablo!
 
Tengo un amigo en Argentina que antes de conocer a Cristo trabajó en un medio de comunicación. Cuando se ausentaba el astrólogo de turno, encargado de decirle a la gente lo que podía espera ese día según su signo zodiacal, le pedían a él que escribiera algo para el horóscopo del día… ¡Imagínate las cosas que inventaba! Podía escribir lo que se le ocurriera, y muchos seguirían al pie de la letra sus disparates.
 
Es difícil de creer que tantas personas confíen más en lo que supuestamente “dicen” los astros que en lo que dice el Creador de todo lo que existe.
 
La verdad sobre nuestro futuro la encontramos en la Palabra de Dios. Si necesitamos dirección, consejo o saber lo que podemos esperar en nuestro día a día, solo debemos abrir la Biblia y leer lo que Dios tiene que decirnos. Él es el único que conoce nuestro presente, pasado y futuro. Él único a quien le debemos confiar nuestra vida.
 
Como dijo David en el Salmo 16:5, 7,11: “Tú, Señor, eres… mi herencia; tú eres quien me sostiene. Por eso te bendigo, Señor, pues siempre me aconsejas, y aun en las noches me enseña mi conciencia. Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso!”
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Miércoles 6 de abril, 2022

“Una cosa sé”
 
“Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.” Juan 9:25.
 
Nunca había visto nada, pero de pronto se encontró con Jesús y recuperó la vista. ¡Qué milagro! Su vida fue transformada para siempre a partir de ese momento.
 
Lo que fue un milagro digno de alabanza, para muchos fue un truco, un engaño. Cuando alguien no quiere creer siempre piensa que todos los demás están equivocados. Los religiosos no querían creer que Jesús era el Mesías, por lo tanto todo lo que hacía estaba bajo escrutinio.
 
Los fariseos presionaron al ciego para sacarle información que pudiera incriminar a Jesús, pero nada, ninguna pista. El ciego estaba frente a ellos con los ojos bien abiertos relatando su testimonio y la conclusión de los eruditos fue que Jesús era un pecador que se hacía pasar por el Hijo de Dios. A estas palabras el ciego respondió de manera sencilla pero rotunda: “Una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo”. Quién podía refutar esto. Intentar cambiar esta realidad sería el verdadero fraude.
 
Podemos pasarnos la vida entera buscando argumentos que nos ayuden a creer, pero lo único que dará lugar a la fe es decidir si realmente queremos creer. Los fariseos tenían frente a ellos al hombre que había recuperado la vista y no querían aceptar la realidad.
 
¿Qué es lo que tú sabes que nadie puede objetar? ¿Jesús te abrió los ojos a su realidad? ¿Has experimentado transformaciones sobrenaturales en tu conducta, carácter? ¿Puedes dar testimonio de alguna intervención del Señor en tu vida, tu familia o tu trabajo? Jesús actúa constantemente en nuestra vida y entorno, tal vez debamos prestar más atención para no pasar nada por alto.
 
Muchos nos pedirán razones de nuestra fe y no debemos callar la verdad. Con convicción y firmeza debemos decir que Jesús es real, cambia vidas, hace milagros, y es el único camino para alcanzar salvación. Lo sabemos porque antes éramos “ciegos”, pero ahora vemos claramente. Nada más que añadir.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 5 de abril, 2022

“Fuerte en la debilidad”
 
“Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba y descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.  Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera”. Génesis 32:24-25,30-31.
 
La luz del nuevo amanecer permitía ver la silueta de un hombre que caminaba cabizbajo, a paso lento y  cojeando. Era el patriarca Jacob que volvía a su familia distinto de como se había ido. Algo había cambiado, no solo su apariencia sino también su corazón.
 
Antes de Peniel, Jacob caminaba siempre erguido, con la cabeza alta, pensando en la próxima estrategia que usaría para salvar su pellejo. Había aprendido a arreglárselas solo, a sobrevivir usando estrategias dudosas. Pero después de su lucha con el ángel no fue el mismo, nunca más pudo caminar con el orgullo que le caracterizaba.
 
Jacob aprendió a depender de Dios. Su autosuficiencia había recibido un golpe mortal. Su cojera llegó a tiempo. Su debilidad humana dio lugar a la fortaleza divina.
 
Hay cojeras que Dios ha permitido en nuestras vidas con propósito. Sin ellas no estaríamos a su lado, no tendríamos el deseo de buscarle, ni dependeríamos de Él. El mismo apóstol Pablo al orar por su aguijón recibió esta respuesta de parte del Señor: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. (2 Corintios 12:9a).
 
Si Dios ha decidido que convivas con una “cojera” no te enojes con Él, sabe lo que está haciendo. Que puedas decir como el apóstol Pablo: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. (2 Co. 12:9-10).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Lunes 4 de abril, 2022

“Tiempos de quietud”

Los momentos de quietud bien utilizados son un recurso de Dios para mostrarnos aquellas cosas que necesitan atención en nuestra vida. Sin embargo, usamos muchos mecanismos de manera consciente o inconsciente para negar o impedir que nos encontremos con lo que intenta salir a la superficie desde nuestro interior.

El reconocido predicador del siglo XIX Charles Spurgeon dijo en una oportunidad que “hay una quietud que hombres y mujeres no pueden soportar porque les obliga a encontrarse con ellos mismos”.

¿Con qué persona se está encontrando cada mañana al mirarse en el espejo?

En Lucas 5:16 leemos que el Señor se retiraba con frecuencia a lugares solitarios para orar. Esos tiempos de quietud eran los que le renovaban, le fortalecían y le ayudaban a seguir adelante con lo que el Padre le había encomendado.

Toda situación en nuestra vida que no hemos resuelto o gestionado correctamente con la ayuda del Señor tiene el potencial de estrechar nuestra mente, retrasarnos, paralizarnos, enfermarnos, endurecer nuestra relación con las personas que nos rodean y debilitar nuestra fe.

Se necesita una buena cantidad de quietud y momentos cerca del Señor para hacer una evaluación lo más correcta posible de cómo nos encontramos antes de seguir adelante, de lo contrario, corremos el riesgo de caminar en círculos.

Si pudiera silenciar todas las voces, menos la de Dios, ¿qué piensa que le estaría diciendo? ¿Sobre qué áreas de su vida quisiera que pusiera especial atención?

Alguien dijo que “la soledad es la separación elegida para perfeccionar nuestra alma y el aislamiento lo que deseas cuando descuidas lo primero”.

Tome la decisión de planear tiempos de soledad y quietud aunque no sea fácil, de esa manera estará seguro de ir en la dirección correcta con un alma renovada y un corazón sano.

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 3 de abril, 2022
 

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Dios vendrá en nuestra ayuda”
 
“Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.” Salmo 40:1-3.
 
Muchos justos ante los ojos de Dios han pasado literalmente por el “pozo de la desesperación”. José fue arrojado a un pozo por sus hermanos, Daniel a uno lleno de leones hambrientos, Jeremías fue puesto en una cisterna sucia.
 
La palabra “desesperación” en hebreo es el vocablo shaon, cuya raíz etimológica significa: estruendo, tumulto, estrépito. Generalmente se refiere al alboroto de la batalla, donde todo lo que se escucha está relacionado con la muerte.
 
En la mente del que está en esa condición solo hay miedo a sufrir pérdidas, temor a quedarse solo, encerrado para siempre, como si estuviera siendo absorbido por lodo. Así se sintió David, el rey que tenía el corazón de Dios, el dulce pastor de Israel que inspiraba a otros con sus alabanzas, y así podríamos sentirnos nosotros.
 
Pero hay una forma de salir y el mismo Salmo nos muestra cómo hacerlo.
- Esperar en Jehová con paciencia. El Espíritu Santo nos recuerda que podemos esperar tranquilos porque Dios vendrá a ayudarnos.
- Clamar por una salida. Se trata de una oración que nace del corazón humilde y dependiente de Dios, que sabe que Jehová no es una alternativa más, sino la única.
- Dejarnos ayudar. “Me hizo sacar”. Dios tiene recursos inagotables para ayudarnos a vencer el miedo, la ansiedad, la desesperanza. Debemos estar atentos a la ayuda que Él nos envíe.
 
Las evidencias de haber sido librados son claras: Comenzamos a caminar seguros. Nos damos cuenta que nuestra experiencia puede ayudar a otros a buscar en Dios la salida que están necesitando. Y hay un “canto nuevo” en nuestra alma. David lo expresó así en los vs. 16 y 17: “Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido. Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.”
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 1 de abril, 2022

“Crisis con propósito”
 
“Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre…” Lucas 15:16-18.
 
Una crisis es una “situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso”, según el diccionario.  Todos podemos atravesar crisis ya sea por malas decisiones, por culpa de otros o por circunstancias de la vida. Según la Palabra, Dios usa las crisis para transformarnos.
 
Muchas veces Dios permite ciertas crisis para darnos la oportunidad de corregir nuestro rumbo. En el caso del hijo pródigo, “volvió en sí” recién cuando no tenía nada para comer, ni siquiera podía tocar las algarrobas de los cerdos. ¡Qué crisis tan dura! Pero fue la única manera de que reaccionara e hiciera decisiones diferentes para salir de esa condición. ¡Cuán bajo podemos caer si no reaccionamos a tiempo!
 
Dios también permite crisis para que recordemos que somos vulnerables y débiles. A veces nos sentimos tan fuertes y seguros que necesitamos un sacudón para reconocer que solo la gracia de Dios es la que nos sostiene. El hijo prodigo se fue de la casa muy seguro de sí mismo, creyendo que podía vivir de la bolsa de dinero que le había dado su padre, pero estaba equivocado.
 
Muchos hombres de Dios pudieron reconocer su absoluta necesidad de Dios al enfrentarse a las peores crisis de sus vidas. Josafat ante un numerosísimo ejército dijo: “No sabemos qué hacer”. Jacob en Peniel: “Le tengo miedo a mi hermano”. Los apóstoles frente a la persecución: “Mira sus amenazas”. Gedeón escondido en un lagar: “Mi familia es pobre y soy el menor”. Pero a partir de esas circunstancias pusieron su confianza en Dios y experimentaron liberaciones gloriosas.
 
El hijo pródigo se confrontó consigo mismo y dijo: “Me levantaré, iré a mi Padre, y le diré que he pecado”. Solo al tocar fondo pudo recapacitar y dar el primer paso para ser restaurado. Al regresar a su casa arrepentido, su padre corrió hasta él para recibirlo y restituir su lugar en la familia. Lo mismo hace el Padre celestial por nosotros cuando le fallamos, porque ninguna debilidad o pecado supera la gracia de Dios.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Jueves 31 de marzo, 2022

“Estimado a los ojos de Dios”
 
“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Isaías 43:4.
 
¿Qué vio el Señor en nosotros para amarnos? Sigue siendo la pregunta del millón.
 
¿Has visto la mirada de una madre ante su hijo recién nacido? Creo que se aproxima un poquito al amor que Dios siente por nosotros. Ella ama a ese bebé sin haberlo visto y sin importar lo que sucederá a partir del momento de su nacimiento. Está dispuesta a dar su vida por alguien que solo llora y pide comida. Sin embargo, sabe que es parte de ella, lo ha llevado en su vientre por varios meses y siente algo que… ¿Cómo explicarlo? No soy madre, pero he visto esa mirada. Si tú eres mamá, entiendes lo que quiero decir.
 
Dios nos mira con ojos llenos de amor; para Él somos de “gran estima”. Pero no nos confundamos, no somos valiosos por nosotros mismos sino a través del sacrificio de Cristo en la cruz. Fuimos comprados con su sangre y valemos su misma vida. Además para Él somos “honorables”. Esta palabra en hebreo es kabad que significa “con honor, distinguido, ilustre, insigne, noble, renombrado”. ¡Wow Señor! ¿Así nos ves? ¡Qué amor!
 
Observa que Dios no dice “yo te amaré”, dice “yo te amé”. Tiempo pasado. Nos ama desde la eternidad y nada ni nadie puede cambiar eso. Su amor es inalterable, infinito, incondicional, ininterrumpido. Dios tiene su mirada sobre ti, no se cansa de contemplarte. Te ama porque te creó, pero además porque te volvió a comprar para que seas doblemente suyo.
 
Cuando comprendemos que somos amados sin merecerlo, solo podemos corresponder a ese amor entregando nuestra vida al Señor sin reservas. A través de esa relación de amor Padre-hijo llegamos a entender para qué fuimos creados y nos envuelve una profunda seguridad de que el Señor cumplirá sus planes en nuestra vida, hoy y por la eternidad. Si esa es tu confianza, ¿cómo no creer que Él se ocupará de cada detalle de tu vida?
 
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 30 de marzo, 2022

“Mojarse los pies”
 
“Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón.” Josué 3:13.
 
Para conquistar la tierra prometida primero había que cruzar un río muy real que incluso desbordaba en esa época del año (v. 15). Imagínese un pueblo de casi tres millones de personas pasando por allí. La travesía parecía imposible.
 
Sin embargo, Dios les dijo que abriría las aguas y pasarían en seco, pero el milagro sucedería cuando las plantas de los pies de los sacerdotes pisaran el agua.
 
¿Por qué no abrir el río antes? ¿Y si los sacerdotes pisaban en falso y se hundían? ¿Y si la corriente los arrastraba antes de que se abriera el Jordán? ¿Por qué había que pisar el agua primero…? Sin duda Dios estaba probando la fe del pueblo. Fe es creer que lo que Dios dijo sucederá.
 
Nuestra fe también será probada. Para que se abran nuestros “Jordanes” es necesario que demos el primer paso; pero no en “las aguas” donde el Señor nunca dijo que haría un milagro. Cuidado que hay muchos que en otros tiempos se ahogaron en el Jordán. Por eso necesitamos Su Palabra como base de nuestra fe. No se trata de movernos guiados por nuestros propios deseos, sino avanzar en la palabra que Él nos habló primero.
 
Para recibir lo mejor de Dios, debemos estar dispuestos a creer. Para ver un milagro hay que dar pasos de fe. Para que una puerta se abra, hay que golpear. Para que nos atiendan, hay que llamar. Para encontrar, hay que buscar. “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” (Mateo 7:8).
 
¡Anímate a mojarte los pies siguiendo la dirección que el Señor te ha dado y verás sus milagros!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 29 de marzo, 2022

“Lágrimas que producen grandes cosechas”
 
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.” Salmo 126:5.
 
Los tiempos de alegría muchas veces son precedidos por épocas de lágrimas. El salmista lo sabía muy bien y en este salmo expresa lo que sintió el pueblo de Dios al salir de la cautividad babilónica. Habían perdido seres queridos, tierras, casas, y hasta su misma dignidad, pero Dios les había prometido restauración y su promesa se cumplió. Israel pudo ver la misericordia de Dios no solo en esa época, sino a lo largo de toda su historia.
 
Las lágrimas derramadas en la presencia de Dios son como semillas que a su tiempo producirán fruto. Jesús dijo que son “bienaventurados los que lloran”, los que reconocen su necesidad espiritual y ponen su vida en las manos de Dios. “Ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4).
 
Muchas de nuestras lágrimas brotan en tiempos de intercesión por nuestros hijos. Cuando vemos que no toman buenas decisiones, que su fe se tambalea, que escuchan más a sus amigos que no conocen al Señor que al consejo de la Palabra de Dios, que atraviesan situaciones difíciles. Nuestro corazón, como dice Jeremías, parece derramarse como agua. “Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos…” (Lamentaciones 2:19). Jamás Dios pasa por alto las oraciones que hacemos por nuestros hijos.
 
Otras lágrimas son producto de la frustración que sentimos al ver desaprovechadas las oportunidades que Dios les da a nuestros seres queridos para acercarse a Él. O también por la tristeza que nos produce ver un mundo hundido en toda clase de pecados, que ignora o se burla de Dios.
 
Aunque haya momentos en que te sientas desalentado, recuerda que las lágrimas que derramadas en la presencia de Dios producirán fruto. No te impacientes, el Señor está obrando. Ningún suspiro, ninguna lágrima, ninguna oración inspirada por el Espíritu de Dios será improductiva.
 
La respuesta llegará, la promesa se cumplirá. “¡Con regocijo segarán!”. El tiempo de gozo por la respuesta a la oración está cercano. Sigue confiando, Dios siempre cumple sus promesas.
 
Pastor Pablo Giovanini 


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 28 de marzo, 2022

“Un día a la vez”

Hace algún tiempo leí estas palabras del escritor Max Lucado: “Una hora es demasiado corta y un año demasiado largo. Los días son los episodios de la vida, los segmentos que Dios ha diseñado para el manejo de nuestra existencia. Un día para estrenar, listo para ser utilizado. Un regalo de 24 horas nunca antes vividas, disponibles para aprovechar al máximo. Ya no cuenta el ayer, porque pasó. Todavía no tienes el mañana. Únicamente puedes vivir el hoy”.
 
Aunque planifiquemos y coloquemos en nuestros calendarios todas las cosas que esperamos hacer en un año, debemos recordarnos más a menudo que solo tenemos el día de hoy.
 
Si nos detenemos a pensar en las cosas que nos podemos estar perdiendo o las cargas que podemos estar añadiendo a nuestra vida por tener nuestra mente en el futuro, quizás podríamos reconsiderar vivir un día a la vez.
 
El Señor Jesús lo dijo de esta manera en Mateo 6:34: “Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy" (NTV).
 
Al levantarse, ¿qué fue lo primero que vino a su mente? ¿Pudo darle gracias a Dios por otro día de vida? ¿Por tener ropa que ponerse, por un desayuno en su mesa? Deténgase por un momento y piense en qué tiene puesta su atención…
 
Nuestra respuesta a los tiempos turbulentos que nos toca vivir estará determinada por nuestro enfoque. Si mira a su alrededor podría verse abrumado, pero si mira hacia arriba, a Aquel que está a cargo de su día a día, entonces encontrará descanso.
 
En una de las Biblias que usé mientras estudiaba en el seminario (¡¡hace 30 años!!) escribí esta frase con la que Dios me habló acerca del futuro que había preparado para mí: “No te inquietes, las plantas de mis pies ya pisaron los lugares por donde te voy a hacer pasar”. Así que cuando la preocupación acerca del futuro viene a mi mente, el Señor me vuelve a recordar que aunque el camino es desconocido para mí, no lo es para Él.
 
¿No sería lógico entonces poner todo lo que nos preocupa acerca del futuro en las manos del único que conoce y tiene el poder de controlar todas las cosas que están por venir? Démosle el control de nuestra vida al Señor y confiemos que sabe por dónde nos está llevando.
 
Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 27 de marzo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Al abrigo del Omnipotente”
 
Seguramente, la mayoría de los que leen este devocional conocen la historia de Noé. Él, su familia y muchos animales estuvieron dentro de un arca que los protegió del diluvio que acabó con todo.
 
Fueron muchos días encerrados. Imagínese las preguntas que le habrán hecho a este hombre de fe: ¿Cuándo parará la lluvia? “Bueno, debemos esperar confiando en Dios”. ¿Y qué tal si el arca falla y empieza a filtrarse el agua? “Tranquilos, Dios está a cargo. Él nos está cuidando”. ¿Y si no nos alcanza la comida? “Tenemos las provisiones suficientes”. ¿Con qué nos vamos a encontrar después de que todo esto pase? “Estamos en las manos de Dios. Él puede hacer todo nuevo”. Noé conocía a Dios (Génesis 6:9) y eso era suficiente para estar confiado.
 
Dios fue quien dio inicio al diluvio cuando cerró la puerta del arca y quien determinó su fin. Él le había dicho a Noé que serían cuarenta días de lluvia, sin embargo, había que esperar un poco más hasta que todo volviera a la normalidad. Había que ejercitar la paciencia y no desesperar.
 
“Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra… Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas… y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.” (Génesis 7:17-23).
 
El arca no tenía ventanas en los costados ni contaba con pantallas HD para ver las noticias. Solo había una abertura… arriba, en el techo, para poner la mirada solo en el Señor. Estoy seguro que, al mirar al cielo, Noé recordaría que Dios ayuda a los justos en los días malos.
 
Hoy, Dios sigue teniendo su mirada puesta sobre su remanente. Vivimos bajo el amparo de su presencia. Él sigue teniendo el control de la historia, por lo tanto, aunque los días sean malos, no hay nada que temer. “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.” Salmo 91:1-2.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 25 de marzo, 2022

“Fidelidad recompensada”
 
“No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová.” Deuteronomio 1:35-36.
 
Caleb tenía un espíritu diferente. Nunca permitió que las presiones de sus parientes, las murmuraciones de sus amigos, las opiniones nefastas de sus compañeros dominaran su entusiasmo por conquistar las promesas divinas. Por eso Dios dijo que él disfrutaría de la tierra prometida, porque “siguió fielmente a Jehová”.
 
Dios premió su fidelidad. Después de transitar más de cuarenta años junto con el pueblo de Israel por el desierto, cuando llegó la etapa de conquistar, le fue entregada la tierra de Hebrón. “Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Dame, pues, ahora este monte...” (Josué 14:10-12).
 
En hebreo, fidelidad corresponde a la palabra “aman” que significa “estar seguro, ser duradero, confiar, creer”. De este verbo se deriva la palabra “Amén”, expresión que certifica que lo que se ha dicho se cumplirá.
 
Dios también espera que nosotros seamos fieles. “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” (Apocalipsis 2:10b). No es una opción, debemos ser fieles.
 
Las presiones a las que estamos sometidos no deben dar lugar a la tibieza. Nuestra fidelidad a Dios debe permanecer intacta. No podemos abandonar la adoración personal a Dios a pesar de los problemas. No debemos comenzar a ser flexibles con el pecado. No importa los tiempos que nos toque vivir, nuestra fidelidad a Dios no es negociable.
 
Debemos continuar la carrera que tenemos por delante con la mirada puesta en Jesús. El día que digamos como Pablo: “He acabado la carrera”, ese mismo día el Señor nos dirá: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor.” (Mateo 25:21).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 24 de marzo, 2022

“De dónde viene la ayuda”
 
“Entonces, aunque quiero hacer el bien, descubro esta ley: que el mal está en mí. Porque, según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero encuentro que hay otra ley en mis miembros, la cual se rebela contra la ley de mi mente y me tiene cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”. Romanos 7:21-23.
 
No sé si te ha pasado que al encontrarte bajo presión haces promesas que en otras circunstancias no harías. Cuando las presiones surgen en la familia, nos comprometemos a pasar más tiempo con ellos. Cuando tienen que ver con nuestra salud, prometemos que vamos a hacer ejercicio y a comer más saludable, incluso estamos dispuestos a renunciar a los ¡chocolates! En lo espiritual, es más de lo mismo… Te pregunto, ¿realmente cumplimos esas promesas? Si lo hacemos, ¿por cuánto tiempo? Creo saber la respuesta.
 
El problema no son las promesas, de acuerdo con lo que dice la Palabra de Dios, el problema está en nuestro interior. Dentro de nosotros conviven dos naturalezas: la natural o carnal que está propensa a hacer las cosas que desagradan a Dios, y la naturaleza espiritual que nos lleva a hacer la voluntad de Dios. Esa es la lucha que describe el apóstol Pablo en Romanos 7.
 
Entonces, qué hacer, de dónde viene la ayuda. Jesús dijo que nos convenía que Él ascendiera a los cielos para que el Espíritu Santo viniera a vivir en nosotros para siempre. ¡Él es nuestro Ayudador! En Juan 14:17 leemos: “Estará ‘en’ nosotros”. El mismo Espíritu que ungió a Jesús, que lo capacitó para ser vencedor sobre las tentaciones y le dio dominio propio, ahora nos ayudará a inclinar nuestro corazón hacia el bien.
 
Pero Él no trabaja solo, lo hace “con” nosotros; se trata de una coparticipación. Debemos buscar su ayuda y someternos a Él, entonces nos dará poder para alinear nuestra voluntad con la de Dios y producirá en nosotros el fruto de la templanza y el dominio propio. Allí está la clave.
 
Permite que el Espíritu Santo sea tu Ayudador. Recurre a Él cuando luches con tu vieja naturaleza. Él puede producir el “querer como el hacer” lo bueno.  No lo intentes solo. Recuerda: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu…” Zacarías 4:6.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 23 de marzo, 2022

“Jehová-Asá”
 
“Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí.” Isaías 44:2.
 
Dios no se apartó del mundo después que lo creó. Es una herejía pensar que Dios dejó funcionando al mundo y lo abandonó completamente. En la Biblia podemos leer muchísimos pasajes que hablan de la intervención permanente de Dios y como está llevando a cabo sus planes.
 
Sin embargo, cuando Israel era disciplinado por sus pecados, pensaban que Dios los olvidaría para siempre, que ya no tendrían oportunidad de recuperar lo perdido. ¡Pero Dios nunca abandona a su pueblo! Y se lo hizo saber a través del profeta Isaías. Si Israel se humillaba y se alejaba de sus malos caminos Dios actuaría con misericordia, gracia y perdón porque era su “Hacedor”.
 
La palabra hebrea para Hacedor es Asá, que significa: “El que actúa, administra, aprovecha, cambia, concede, construye, dispone, consuma, ejecuta, crea, cumple, designa, favorece, que se ocupa, ordena, el que trabaja con sus manos”. ¡Wow! ¡Que Dios tan activo tenemos! No hay nada que Él no pueda hacer.
 
La palabra “Asá” está acompañada por la palabra “Formador”, que en el original hebreo significa “moldear; dar forma como el alfarero; determinar; forjar, idear, labrar”. Observa que Isaías dice que Él es nuestro Formador desde el vientre de nuestra madre. Él nos dio características especiales que nos hacen únicos para su gloria. Y no solamente en el aspecto físico, sino también en nuestra personalidad. Nos creó con un propósito y ha intervenido siempre para que sus planes se cumplan en nosotros.
 
No creas que estamos terminados ni mucho menos. Como el Alfarero, Dios nos sigue formando momento a momento. Puede ser que en este mismo instante esté usando situaciones complejas, difíciles de entender, pero Él sabe exactamente lo que está haciendo, y siempre es bueno. No te ha abandonado.
 
Dios conoce tu situación y quiere ayudarte. Da lugar a su amor, cuidado, fuerza y visión renovada. ¡Él es tu Hacedor y Formador! Por eso, aplica lo que dice Isaías a tu corazón: ¡No temas, porque Él te ha escogido y cumplirá lo que ha planeado para ti!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 22 de marzo, 2022

“Su gracia sobre mí”

“Lo que ahora soy, todo se debe a que Dios derramó su gracia sobre mí, y no ha resultado en vano…” 1º Corintios 15:10ª.
 
Saber quiénes somos en Cristo es fundamental para llegar a ser hombres y mujeres de Dios con convicciones firmes y que desarrollen su potencial al máximo. El apóstol Pablo sabía muy bien lo que significaba esto, por eso dijo: “Soy lo que la gracia de Dios construye en mí diariamente”.

En el día a día somos presionados para que nuestra identidad esté vinculada al éxito, la riqueza, el poder, el placer, la fama, pero Dios nos recuerda que “no debemos seguir los criterios del tiempo presente; al contrario, debemos transformar nuestra manera de pensar para que así cambie nuestra manera de vivir…” (Romanos 12:2).
 
“Conformarse” es adaptarse a la forma exterior. En contraste, “transformarse” significa “cambio radical que viene desde adentro hacia afuera”, como la transformación que sufre un gusano para llegar a ser una mariposa.

La transformación de nuestro ser es producida por la obra del Espíritu Santo. Por eso manifestamos diariamente y de manera progresiva un cambio en nuestro carácter, palabras y acciones. Es el resultado de la obra santificadora.
 
Hemos aprendido de nuestros aciertos y errores. Incluso, seguimos siendo débiles en algunas áreas, pero podemos escuchar al Señor decirnos como a Pablo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9). Su gracia nos alcanza diariamente para que poco a poco nos parezcamos más a Cristo.

Estamos siendo transformados para ser lo que Dios pensó que seríamos desde la eternidad. El Espíritu Santo día a día seguirá haciendo su trabajo, pero hoy podemos decir como Pablo: “Lo que ahora soy, todo se debe a que Dios derramó su gracia sobre mí, y no ha resultado en vano…”.

Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 21 de marzo, 2022

“Huellas”

En 2 Corintios 3:2 el apóstol Pablo menciona que su trabajo entre los corintios había dejado huellas que otros podían ver fácilmente. “Nuestras cartas son ustedes mismos… y son conocidas y leídas por todos”.

La vida de las personas a las que había servido con tanta dedicación y amor eran su mejor carta de presentación. ¿Podríamos decir lo mismo que el apóstol Pablo? ¿Qué tipo de huellas vamos dejando en nuestro andar diario?

La gente que pasa por nuestra vida siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Por eso las huellas que dejamos muchas veces están relacionadas con las marcas que otros dejaron primero.

¿Puede recordar cómo se sintió cuando alguien le dijo que su vida era muy valiosa? ¿Cómo un abrazo le dio las fuerzas que necesitaba? ¿Y qué de esa palabra que le infundió aliento cuando pensaba que ya no podía seguir adelante?

Hace algunos años leí esta historia. Durante una época de crisis económica y noticias deprimentes, dos alumnos de una conocida Universidad decidieron elevar el espíritu de la gente del campus con palabras alentadoras.

Todos los miércoles por la tarde, durante dos horas, estos jóvenes se paraban en un lugar estratégico con un cartel que decía: “Elogios gratuitos”. A todos los que pasaban le decían algo agradable: “Me gustan tus botas de nieve”. “Hermosa sonrisa”. “Se nota que eres alguien especial”.

Cuando se les preguntó a varios estudiantes sobre esto, la mayoría mencionó que todos los miércoles pasaban a propósito por donde estaban “los chicos de los elogios” solo para oír comentarios amables.

Estoy segura que estos alumnos no solo alegraron el día a muchos durante un tiempo difícil, sino que pueden haber cambiado el rumbo de varias vidas. Dejaron las huellas que todos quisiéramos que dejen en nosotros.

Quizás no hubo muchos “chicos de los elogios” en su vida, pero hay Alguien que le demostró como nadie el valor que usted tiene. Las marcas que hasta hoy lleva en su cuerpo son un recordatorio de lo que significa para Él. Cristo murió y resucitó por amor a usted, esa es la “huella” que debe hacer la diferencia en su vida para siempre.

Deje que el Señor siga marcando poderosamente su vida mientras sus acciones dejan huellas que les permitan a otros ver a Jesús.

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 20 de marzo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“¿Maestro y Señor, o Señor y Maestro?”
 
“Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros”. Juan 13:13-14.
 
Jesús y los discípulos estaban reunidos para celebrar la Pascua y nadie dio el primer paso para lavar los pies de los demás como era costumbre. A Simón el celote no lo movieron sus fuertes impulsos. Tomás estaba dudando si hacerlo era conveniente. Judas estaba haciendo cálculos para ahorrar agua. Juan pensaba en recostarse sobre el pecho de Jesús bien lejos de sus pies, y Pedro tal vez estaría pensando que él no era el sirviente de nadie. Mientras se miraban unos a otros, Jesús tomó el lebrillo, la toalla y comenzó a hacer el trabajo sucio.
 
Después de terminar su lección objetiva, Jesús los miró a todos y les dijo: “Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro…”. ¡Jesús cambió el orden de las palabras! Fue como decirles: “Ustedes me llaman Maestro y Señor y es verdad, porque lo soy, pero el orden es incorrecto. Ustedes siempre esperan que les enseñe lo que deben hacer, que les dé explicaciones del por qué deben servir. A ustedes les encantan mis enseñanzas, pero parece que no las ponen en práctica. Pues sepan que primero soy su Señor y después su Maestro. Primero les digo lo que deben hacer y después, si lo creo conveniente, les doy las explicaciones. Si son mis discípulos deben ser hacedores de la Palabra más que oidores. Si yo, el Señor y Maestro, les he servido, ustedes deben hacerlo también en obediencia a mi mandato”.
 
Esta enseñanza sigue siendo tan cierta como en esos días. Cada hijo de Dios debe tener claro que Él sigue siendo primero Señor y después Maestro. Un verdadero discípulo obedece a todo lo que Jesús le mande. Si Él dijo que debemos “amarnos unos a otros”, no hay excepciones. Si dijo: “Amarás al Señor tu Dios de todo corazón”, esto no significa amar más las cosas materiales que a Dios. Si dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y las demás cosas serán añadidas”, no podemos alterar el orden. Y si dijo que debemos perdonar a todo aquel que nos ofenda, no debemos esperar que primero nos explique por qué.
 
Te pregunto, ¿qué lugar ocupa el Señor en tu vida? ¿Es tu Señor? ¿Le obedeces sin cuestionamientos, quejas, o reproches? Si le hemos rendido todo nuestro ser al Rey de reyes y Señor de señores, nuestra voluntad debería estar sometida a Él. El Señor mismo nos enseñó que aun en las peores circunstancias debemos responder: “Hágase tu voluntad y no la mía”.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 18 de marzo, 2022

“Escucha lo que Dios quiere decirte”
 
“Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham... Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré…” Génesis 26:1-3.
 
Isaac se encontraba en una encrucijada, no podía quedarse en esa tierra porque debía alimentar a mucha gente, pero la única opción que conocía era ir temporalmente a Egipto, el país donde siempre había alimento debido al agua potable del río Nilo. Él conocía la historia de Abraham, su padre. Durante la primera hambre se había ido a Egipto sin consultar con Dios y tuvo que regresar al mismo lugar desde donde había salido (Génesis 12:10). A diferencia de Abraham, Isaac se quedó a pesar de la hambruna creyendo lo que Dios le había prometido.
 
La obediencia de Isaac tuvo su recompensa, Dios lo bendijo y fue prosperado. “Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.” (vs. 12 y 13).

¿Cómo fue que Isaac fue prosperado en una tierra de hambre? Bueno, la estrategia de Dios cambió. No hubo lluvias del cielo, pero sí aguas que brotaban debajo de la tierra. Dios lo guió a cavar pozos profundos y encontrar agua para sobrevivir. Varios de esos pozos fueron usurpados por los vecinos envidiosos, pero Dios fue fiel a la paciencia y benignidad de Isaac dándole paz en medio de ellos. Dios también fue su Justicia y su Protector. 

 
Tal vez nosotros tengamos disyuntivas como las de Isaac en tiempos de crisis. ¿Cómo estamos actuando? ¿Consultamos a Dios para lo que debemos hacer o nos dejamos llevar por impulsos justificándonos en lo que otros hacen o en lo que se espera de nosotros? Antes de tomar cualquier decisión debemos escuchar a Dios; y después de tener su dirección, debemos obedecerle.  
 
El Señor tiene recursos inagotables para cuidar de su pueblo. Cuando confiamos en su protección experimentamos paz y seguridad porque sabemos que nuestra vida descansa en las manos de Aquel que nunca se olvida de sus hijos.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 17 de marzo, 2022

“Dios hace cosas tremendas”
 
“Será cosa tremenda la que yo haré contigo”. Éxodo 34:10b.
 
Dios hace la diferencia a través de las personas que están dispuestas a creerle y obedecerle. No importa el trasfondo que tengan, su estatus social, nivel económico, profesión. Cuando Dios toma a la persona que quiere usar, hace “cosas tremendas” a través de ella.
 
Así fue como sucedió con Moisés. Cuando Dios se le apareció en una llama de fuego en medio de una zarza, era un fugitivo de la justicia egipcia, despreciado por su pueblo, acomplejado por su carácter y forma de hablar y miedoso al extremo. Sin embargo, Dios vio algo en él que nadie veía y lo llamó para liberar a su pueblo de la esclavitud egipcia.
 
A pesar de su resistencia inicial, Moisés obedeció y Dios lo respaldó haciendo muchos milagros que tocarían el corazón de toda una nación. Dios le prometió: “Será cosa tremenda la que yo haré contigo”, y lo hizo. La expresión “cosa tremenda” en hebreo corresponde a la palabra yaré, que significa “que produce temor, reverencia, susto; asombro, atemorizar; algo estupendo, formidable, maravilloso”. Cuando vemos una acción sobrenatural de Dios en una necesidad decimos que ha sido “tremendo” porque hemos experimentado lo que significa yaré. 
 
Dios hizo “cosas tremendas” a través de Moisés y continúa haciéndolas a través de aquellos que están dispuestos a creer y obedecer. Dios busca personas que digan “pronto estoy” (Ro. 1:15), que se sometan a su dirección, que escuchen su voz y respondan con valentía a su llamado.
 
Dios nos llama a todos a marcar una diferencia. Este mundo perdido, sin esperanza, sin paz, sin propósito de existencia necesita varones y mujeres que se pongan a disposición del Señor como lo hizo Moisés, que amen lo que Dios ama, que tengan sus mismos propósitos, que no se dejen intimidar por el enemigo, que avancen mientras otros retrocedan. 
 
Todo comienza con un llamado de Dios. Algunos responden a una zarza ardiendo, otros a un devocional.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Miércoles 16 de marzo, 2022

“No sufras pérdidas”
 
Toda relación se construye, disfruta y fortalece a través de la comunicación. Como hijos de Dios, tenemos la oración como el recurso más valioso para acercarnos en todo momento a Él.
 
Hebreos 10:19-22 dice: “Así que, amados hermanos, podemos entrar con libertad al Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús. Por su muerte, Jesús abrió un nuevo camino, un camino que da vida…Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios, entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él”.
 
Este es uno de los privilegios más grandes que tenemos, por eso, cuando nuestra vida de oración se debilita y dejamos de acercarnos al Señor, sufrimos pérdidas importantes.
 
Pérdidas en nuestra relación con Dios.

- Cuando dejamos de orar nuestro conocimiento de Su persona es limitado.
- La perspectiva espiritual de lo que sucede a nuestro alrededor comienza a distorsionar porque empezamos a ver las cosas desde un punto de vista natural, humano, y entonces nuestra fe no se desarrolla correctamente.
- Perdemos dirección espiritual. De Dios tenemos la dirección que necesitamos para tomar buenas decisiones. Él nos dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar” (Sal. 32:8).
- Dejamos de sentir lo que Dios sienten por aquellos que aún no le conocen.
 
Pérdidas en nuestra alma.

- Si dejamos de orar ya no vamos a experimentar el amor, la paz y la seguridad de Dios como antes porque esto es el resultado de nuestra relación con Él. Para un niño el lugar más seguro siempre serán los brazos de sus padres no importa cuán fuerte sea la tormenta.
- Perdemos terreno que le habíamos ganado a nuestras debilidades ya que la fuerza para vencer la recibimos del Espíritu Santo.
 
Pérdida de bendiciones.

- Los suministros espirituales para los tiempos de prueba están disponibles para los hijos que piden, que buscan y que llaman. Esto es posible a través de la oración.
- Cuando no oramos el cielo está cerrado. Las bendiciones están listas, pero hay una pausa en la entrega porque no hay peticiones hechas con fe.
- Dejamos de ser canales para convertirnos en lagunas. La laguna es una masa de agua estancada, recibe pero no tiene desembocadura, no da. Cuando dejamos de orar, perdemos la oportunidad de bendecir a otros.
 
Nuestro Padre celestial siempre está listo y deseoso de que vayamos a Él, porque no solo nos escucha, sino que también nos quiere hablar. Los encuentros con el Señor son los que hacen la diferencia en nosotros cada día.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 15 de marzo, 2022

“Plenamente convencido”
 
“Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”. Romanos 4:20-21.
 
¿Hasta cuánto tiempo estás dispuesto a esperar por el cumplimiento de una promesa de Dios? Tal vez te parezca demasiado una semana o un mes, pero tenemos el ejemplo de un hombre que supo esperar… ¡hasta los cien años! Creo que ya sabes que estamos hablando de Abraham, el padre de la fe.
 
Abraham nunca “dudó por incredulidad”. Puede ser que haya dudado acerca del momento, de las formas, incluso alguna vez dudó si Sara sería la madre del hijo que Dios le había prometido, pero nunca pensó que Dios no cumpliría lo que le había dicho. Luchó “esperanza contra esperanza” hasta ver el cumplimiento.
 
¿Cuál fue el secreto de Abraham para permanecer firme tantos años? El apóstol Pablo nos da la respuesta: Estaba “plenamente convencido”. Esta frase corresponde a una sola palabra griega, pleroforéo, que significa “completamente seguro, ciertísimo; sin espacio para la duda”. Se refiere a una persona que después de haber analizado la situación, ha llegado a la conclusión que no hay manera de que no suceda lo esperado porque todas las evidencias están a su favor.
 
A través de los años de espera, Abraham fue conociendo más y más a Dios. Cuanto más se acercaba a Él, más crecía su fe. Tuvo que pasar momentos difíciles en su viaje de Ur a Canaán, perdiendo a su padre y dejando a su familia en Harán. Tuvo varios sustos en Canaán, Egipto y la tierra de los filisteos, pero siempre vio la mano poderosa de Dios obrando sobre su vida, familia y posesiones. Sus experiencias con Dios afirmaron su fe. Sabía que cuando Él promete algo lo cumple sí o sí.
 
Entre otras cosas, aprendemos de la historia de Abraham que si nos hemos encontrado con Dios y Él nos ha dado una promesa, debemos esperar pacientemente su cumplimiento. Nuestra confianza debe estar puesta en Aquel que habló a nuestro corazón.
 
¿Qué promesas te hizo Dios? ¿Estás plenamente convencido de que Él nunca falla? ¿Crees que Él ha fijado un tiempo para el cumplimiento de las promesas que te hizo y que nada ni nadie pueden cambiar esto? Si nos ocupamos de conocer más a Dios nuestra fe se desarrollará y en consecuencia estaremos preparados y esperando con expectativas lo que el Señor hará.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 14 de marzo, 2022

“Hazlo de nuevo”
 
Hace algún tiempo escuché esta historia. En 1940, el Dr. J. Edwin Orr, profesor de teología, llevó a un grupo de estudiantes de Wheaton College a Inglaterra. Como parte del programa recorrieron varios lugares que tenían mucho significado en la historia de la Iglesia. Una de sus paradas incluyó la Epworth Rectory, que fuera el hogar de John Wesley, uno de los hombres que enseñó, predicó y oró por un avivamiento en Inglaterra y EE.UU.
 
En 1900 se produjo ese avivamiento. Los cielos parecían abiertos de una manera poderosa y miles aceptaron a Cristo como su Salvador. Fue por personas como Wesley que oraba de rodillas pidiendo que Dios se moviera.

Así que los estudiantes del profesor Orr visitaron y recorrieron la casa. Al llegar al dormitorio, uno de los estudiantes notó dos impresiones sobre el suelo hundido al lado de la cama y preguntó de qué se trataba. El profesor le comentó que indicaban el lugar donde Wesley se arrodillaba por horas para orar por un avivamiento.
 
Cuando los estudiantes regresaron al bus, el Dr. Orr notó que faltaba un estudiante. Al volver al cuarto lo encontró de rodillas sobre las impresiones del piso hundido y le escuchó orar: "¡Oh Señor, hazlo de nuevo y comienza conmigo!" El profesor se acercó, puso una mano sobre el hombro del joven y le dijo: “Es tiempo de irnos”. Levantándose Billy Graham, se unió al resto de sus compañeros. Y luego… ¡Dios lo hizo de nuevo!
 
Al leer sobre la vida de este hombre o de tantos hombres y mujeres que a lo largo de la historia le pidieron al Señor ser sus instrumentos, me preguntaba: ¿Qué pasaría si muchos de nosotros nos levantáramos una mañana y le dijéramos al Señor: “Hazlo de nuevo y comienza conmigo”?
 
A veces pienso que cada hijo de Dios es como un grano de maíz, tenemos el potencial de “estallar”, pero al no permitir que el poder de Dios se libere en nuestras vidas seguimos siendo solo semillas.
 
Nunca se preguntó cómo Moisés pudo conducir por el desierto a un pueblo de más de 3 millones de personas; o como Elías hizo descender fuego del cielo; o como un joven muchachito llamado David pudo derribar a un gigante con una sola piedra; o como un rústico pescador llamado Pedro fue capaz de levantarse frente a una audiencia de miles y hablarles como si hubiera obtenido un doctorado en teología; o como un perseguidor de cristianos llamado Pablo se convirtió en el autor de trece de los veintisiete libros del Nuevo Testamento. Sin duda, no fueron sus capacidades o recursos personales los que hicieron eso, fue el Espíritu Santo obrando a través de ellos.
 
Charles Spurgeon dijo una vez que: “Sin el Espíritu de Dios nada podemos hacer. Somos como barcos sin velas, o carrozas sin caballos. Nos marchitamos como ramas sin savia, y como el carbón sin el fuego nos volvemos inútiles”.

Vivir llenos del Espíritu Santo no se trata de una experiencia única sino de una experiencia diaria. ¿Quién de nosotros podría decir que no necesita la ayuda del Espíritu para vencer las tentaciones? O ¿quién podría decir que ya tiene el conocimiento suficiente para hacer decisiones sin Su guía? Y si se trata de servir, ¿podemos acaso dar respuesta y solución a todas las necesidades? El Señor sabía que no lo lograríamos solos, por eso envió al Espíritu Santo.
 
Estamos viviendo tiempos cada vez más difíciles. Las presiones se suman diariamente en nuestras familias, trabajos y relaciones. Sin embargo, Dios no nos ha llamado a sobrevivir a estos tiempos, sino a ser hombres y mujeres que mostremos evidencias del poder de Dios en donde estemos.
 
No debemos conformarnos con menos de lo que el Señor nos prometió. Él puede avivar esa llama que parece extinguirse y hacer que Su fuego arda en nuestras vidas. ¿Cuántos se atreverían a decirle al Señor: "¡Hazlo de nuevo y comienza conmigo!"?
 
Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 13 de marzo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo 
click aquí.

¡Dios te bendiga!


“¿Cimientos de arena o roca?”
 
Las crisis prueban el fundamento de nuestra fe. Cuando todo va bien, nuestra fe en Dios es “teóricamente” firme. ¡Cómo no adorarlo, darle gracias por las bendiciones, alabarlo por todo lo que hace! Pero cuando las circunstancias cambian, las necesidades aumentan, la salud empieza a deteriorarse y los ahorros se reducen, entonces se podrá ver si nuestra fe es real.
 
La Biblia nos enseña a trabajar en el cimiento de nuestra fe desde el mismo momento en que conocemos al Señor; no se edifica en el momento de la prueba. Nadie construye una casa a prueba de terremotos en el momento en que está sacudiéndose la tierra. Ese es el momento para verificar qué tan bueno fue el trabajo que hicimos antes.
 
En el desierto de Judea, ubicado entre Jerusalén y Jericó, hay un gran valle con lechos de ríos secos llenos de arena que se han abierto paso entre las rocas. De manera sorpresiva, estos lechos secos pueden inundarse rápidamente en tiempos lluviosos. El agua viene con mucho ímpetu arrastrando todo lo que encuentra a su paso. Jesús usó esta situación para ilustrar su conclusión del Sermón del Monte. Si no recuerdas la historia, dice así: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7:24-27).
 
Es tan clara esta ilustración. El que afirma su fe en lo que dijo Jesús, permanecerá cuando vengan los tiempos difíciles; pero los que confían en lo perecedero, lo transitorio, y no han puesto atención a la forma en que están edificando sus vidas, son insensatos.
 
Construir nuestra vida espiritual requiere trabajo duro. No se trata de dedicar de vez en cuando algo de tiempo o hacer esfuerzos esporádicos. Si hace tiempo dejaste de “edificar”, toma otra vez las herramientas de la oración, la Palabra y la obediencia y fortalece tu fundamento. Entonces, cuando descienda la lluvia, vengan los ríos, y soplen vientos, tu fe seguirá firme porque está fundada sobre la Roca
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Viernes 11 de marzo, 2022

“¿Qué quieres que yo haga?”
 
“Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” Hechos 9:6.
 
Saulo era una persona difícil de convencer. Cuando a este fariseo se le ponía algo en la cabeza no había forma de hacerlo desistir. Estaba seguro que perseguir y matar a los cristianos era lo que debía hacer en nombre de su fe y religión. ¿Quién podía frenar a Saulo? Nadie, humanamente hablando, se atrevía. Sin embargo, los cristianos estaban orando para ser librados de esta terrible persecución llevada a cabo por este líder religioso. Pero nadie podía llegar a imaginar cómo respondería el Señor a esas oraciones…
 
Con una fuerte luz del cielo Jesús hace caer al suelo a este orgulloso perseguidor y junto con él cae su arrogancia y su crueldad. Saulo sabe que está ante un evento sobrenatural, divino y entonces pregunta: ¿Quién eres, Señor? La respuesta lo deja consternado: “Yo soy Jesús a quien tú persigues”. Esta declaración pone su vida de cabeza. De repente se da cuenta de que ha vivido equivocado toda su vida.
 
¿Por dónde comenzar cuando sabes que te has equivocado; que todo lo que has hecho ha sido un tremendo error? Saulo sabe cuál es la pregunta que debe hacerle a Jesús: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?”
 
Muchas veces nosotros también deberíamos hacernos esta pregunta cuando descubrimos que nos hemos equivocado. Pero hacerla implica no solo tener una respuesta, sino también aceptarla y obedecerla.
 
A Saulo se le dijo que entrara a la ciudad y esperara ¡tres días! Ciego, confundido, vulnerable, debilitado. Y la respuesta llegó a través de un siervo llamado Ananías. Dios le reveló que iba a padecer mucho por Su nombre porque llevaría el evangelio a los gentiles. Un gran privilegio y un gran compromiso que incluía padecimientos. Saulo ya tenía la respuesta a su pregunta.
 
Cuando las cosas no van bien en tu vida, cuando todo parece ir en la dirección contraria, es tiempo de caer a los pies de Jesús y preguntarle: “¿Qué quieres que yo haga?”
 
Si de verdad quieres conocer su respuesta, Él se encargará de hablarte fuerte y claro. Quizás no escuches lo que esperabas, pero si te atreves a creer y obedecer, podrás experimentar aquellas cosas que solo suceden cuando estás en el centro de Su voluntad.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 10 de marzo, 2022

“Compasión inalterable”
 
“¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel?... Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión”. Oseas 11:8.
 
Durante el ministerio del profeta Oseas, la nación de Israel estaba apartada de Dios, volcada a la idolatría y dirigida por líderes corruptos. Si pudiéramos resumir en una palabra la condición del corazón del pueblo sería rebeldía. Sin embargo, ni siquiera en ese estado Dios dejó de amar a su pueblo.
 
Cada vez que leo el capítulo 11 de Oseas me impacta la descripción que Dios hace de su amor incondicional. Él se coloca en su posición de Padre y dice: “Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí” (v. 2). A pesar de su incipiente rebeldía, “le enseñaba a andar… tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba” (v. 3). Cuando tenían hambre, “puse delante de ellos la comida” (v. 4). Sin embargo, una y otra vez sus hijos le daban la espalda. ¿Qué más hacer con un pueblo que parecía no tener remedio?
 
Pero Dios nunca se da por vencido. Él usa la expresión “se inflama toda mi compasión” para que podamos entender lo que impulsa su amor. La palabra hebrea para “inflamar” es kamár que significa “estar profundamente afectado por la pasión, conmoverse”. Cuando su pueblo se apartaba de Él, su compasión no le permitía quedarse quieto mientras veía cómo sufría por sus malas decisiones. A pesar de todo, siempre actuó a favor de su pueblo. ¡Qué inmenso amor!
 
El amor del Padre Celestial es eterno, infinito e inalterable. Dios sigue amando con la misma pasión y actuando con la misma compasión a pesar de nuestra rebeldía y rechazo. Él nos sigue llamando porque quiere relacionarse con nosotros cada día. Sigue proveyendo para nuestras necesidades, nos sigue consolando en momentos difíciles, nos tiende su mano bondadosa cuando caemos y nos toma entre sus brazos ofreciéndonos su tierno cuidado.
 
¿Cómo es posible estar indiferentes a ese amor? Como verdaderos hijos de Dios debemos corresponderle dándole gracias, alabándole, adorándole y profundizando nuestra relación con Él.
 
Que podamos decir como el apóstol Pablo: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 8:38-39.
 
Pastor Pablo Giovanini 


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 9 de marzo, 2022

“Seguros en un mundo inestable”
 
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33.
 
Vivimos en tiempos de mucha incertidumbre. La paz mundial se resquebraja, la salud sigue siendo un tema de preocupación, la economía se tambalea y las preocupaciones por el futuro se acrecientan. Pero hay un pueblo que tiene paz a pesar de las circunstancias porque sabe que la historia la escribe Aquel que reina desde la eternidad hasta la eternidad, en cuyas manos está el destino de todas las cosas. Ese es el pueblo de Dios que ha sido preparado para esta hora.
 
Sabíamos desde hace mucho tiempo que vendrían “guerras, rumores de guerra”, que “se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares” (Mt. 24:6,7), pero Jesús nos dijo que cuando estas cosas comenzaran a suceder, debíamos levantar nuestros ojos al cielo porque de allí vendría nuestra salvación. “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” (Lucas 21:28).
 
Nuestro futuro no depende de lo que digan o hagan los líderes mundiales, ni de los pronósticos de los economistas. Nuestro futuro está definido desde la eternidad. Nuestra vida está controlada por Aquel que tiene contado “aun los cabellos de nuestra cabeza…” (Lucas 12:7a), y quien es la Fuente de nuestro sustento.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19).
 
Cuando nuestra alma comience a ser afectada por la angustia, ansiedad o temor, debemos poner nuestras cargas a los pies del Señor y permitir que su paz inunde nuestra alma. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27).
 
Eres parte del pueblo adquirido por Dios que descansa en su cuidado y manifiesta al mundo en crisis que solo hay esperanza y paz en Aquel que murió para salvarnos.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 8 de marzo, 2022

“La Roca de nuestro corazón”
 
“¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre”. Salmo 73:25-26.
 
Nuestros sentimientos pueden ser inestables. El fin de semana estamos llenos de gozo y un día después comenzamos a escuchar las noticias, intervenimos en alguna conversación poco amable, somos testigos de las injusticias que ocurren a nuestro alrededor y comenzamos a desestabilizarnos emocionalmente. Le pasó al levita Asaf y lo describe muy bien en este Salmo.
 
Sabemos de la maldad en el mundo por causa del pecado, conocemos como actúa el diablo, somos conscientes de la debilidad humana y la inclinación a hacer lo malo, pero cuando nos toca de cerca, nuestros sentimientos parecen dominar nuestra mente y ya no pensamos claramente. “Nuestra carne y corazón desfallecen”. Cuando algo así nos sucede, debemos actuar con urgencia. ¿Qué hacer entonces?
 
El salmista lo expresa claramente en el v.17: “Hasta que entrando en el santuario de Dios...” ¡Esa es la respuesta! El santuario ya no se trata de un lugar físico porque ahora somos el templo del Espíritu Santo, eso significa que podemos encontrarnos con el Señor en cualquier lugar y a cualquier hora. Por lo tanto, en los momentos en que nos sentimos desfallecer, debemos correr a la presencia del Señor.
 
Lo que Dios hace en nuestro interior es afirmar nuestro corazón recordándonos su Palabra. Trae a nuestra memoria sus promesas, no recuerda que Él sigue sentado en su trono y nada está fuera de su control. Él es “la roca de nuestro corazón”.
 
Es asombroso ver cuánto bien le hizo a Asaf la visita a la casa del Señor. Renovó su confianza y le dio entendimiento y perspectiva eterna. “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza” (v.28).
 
Cuando la maldad parece tomar control y nuestro ánimo decae, debemos recordar a Quién tenemos de nuestra parte: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?”. Si levantamos nuestra mirada sabremos que no hay nada más alto que el Altísimo, que todo lo ve, que todo sabe y que tiene todo poder para guardarnos seguros en el hueco de su mano.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 7 de marzo, 2022

“Decisiones”
 
Gran parte de nuestra vida puede resumirse a través de las decisiones que hemos hecho. Quienes somos en el presente es el resultado de las decisiones que hicimos en el pasado. Por lo tanto, nuestro futuro también estará determinado por las decisiones que hagamos a partir de hoy.
 
Muchos cristianos están tomando decisiones sin que se les pase por la mente buscar a Dios. Piensan que el sentido común es una buena medida para decidir o incluso las “impresiones” o preferencias.
 
Investigaciones llevadas a cabo por The Barna Group revelan que ¡menos de un diez por ciento de los cristianos que asisten a la iglesia toman las decisiones importantes de su vida considerando la voluntad de Dios y Su Palabra!

¿Alguna vez ha tomado cierto camino y al final lamentó la decisión que hizo? ¿Qué tuvo en cuenta al hacer esa elección? ¿Le acompañan algunas consecuencias de esas decisiones hasta hoy?

Leí esta historia hace algún tiempo. “Un padre, interesado en que su hijo aprendiera acerca de las consecuencias de sus decisiones, le dio un martillo y le pidió que clavara un clavo en la pared. Luego le dijo que tomara el martillo y quitara el clavo. Una vez que lo hizo le dijo: - Ahora, toma el martillo y saca el agujero que hizo el clavo. - ¡Es imposible! - dijo el joven - No se puede sacar un agujero. Así es, la mejor manera de evitar las consecuencias de malas decisiones es no hacer decisiones equivocadas”.
 
Nuestras elecciones siempre vienen acompañadas de consecuencias. Piense por un momento en las decisiones que ha tomado últimamente. ¿Podría decir que contaban con la aprobación del Señor? ¿Cómo lo sabe?
 
Eclesiastés 8:5-6ª dice: “El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y las formas. Sí, para todo hay tiempo y manera…”.
 
No puedo dejar de pensar en lo limitados que somos. Sin embargo, contamos con la ayuda del que todo lo sabe, y aun así, muchas veces ignoramos lo que el Señor tiene que decirnos.

​Dios ha prometido guiar a todos los que le buscan. Isaías 30:21 dice: “Tus oídos lo escucharán. Detrás de ti, una voz dirá: Este es el camino por el que debes ir”. El Señor sabe lo que es mejor para nosotros. Su deseo como Padre es dirigirnos por el camino correcto, pero para que esto sea posible debemos rendirnos a su señorío, solo así tendremos la capacidad de escuchar su voz y recibir su dirección.

¿Cómo está manejando los desafíos que enfrenta ahora mismo? Recuerde, nuestras elecciones definirán nuestro futuro; por lo tanto, piense con cuidado al tomar alguna decisión. Discierna y decida con sabiduría.

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Domingo 6 de marzo, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Cartas de Cristo”
 
“Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”. 2 Corintios 3:3.
 
Cada creyente es como una “carta” (epístola en griego) de Cristo, escrita por el Espíritu Santo en su corazón. El mismo Espíritu que inspiró las Escrituras es el que la aplica ahora en el corazón de cada creyente. Eso significa que a través de nuestro carácter, palabras y conducta manifestamos la Palabra de Dios. ¡Somos una Biblia abierta a los demás!
 
Recordemos, por ejemplo, la epístola a los Romanos. Allí habla de la salvación por la fe, del gozo de una relación profunda con Dios, la transformación diaria de nuestro entendimiento, la conducta irreprensible del creyente, la comunión manifestada por el verdadero amor… Cuando alguien lee esa carta, debe ver lo mismo en nuestra vida. Pablo dice que somos cartas de Cristo “conocidas y leídas por todos los hombres” (v. 2).
 
Simbólicamente hablando, si hoy Cristo quisiera enviarle una carta a alguien que está pasando momentos difíciles, ¿cómo lo haría? A través de nosotros. Si el Señor quisiera enviarle un mensaje de amor y fe a un enfermo, ¿no lo haría a través de nosotros que somos sus cartas abiertas? Si quisiera enviar un texto a alguien que está perdido y necesita ser salvo, obviamente lo haría a través de nosotros. Por supuesto, el mensaje que leen en la Biblia y ven en nuestra vida debe ser el mismo; nunca puede haber discrepancias. Quiera Dios que nunca lean un texto diferente al declarado en Su Palabra.
 
¿Qué versículos de la Biblia pueden ver en ti? ¿Son solo textos de justicia o también reflejan el amor y misericordia del Padre Celestial? ¿Manifiestan la gracia de Dios en tiempos de crisis? ¿Se evidencian palabras de verdad dichas en amor? ¿Pueden otros “leer” en nosotros sobre la paz de Jesús en medio de la desesperación?
 
Que el Señor nos ayude a ser una Biblia abierta al mundo que necesita una palabra de salvación, de fe, de esperanza, de amor, de gracia y misericordia. Que otros puedan “leer” a Cristo a través de tu vida.
 
Pastor Pablo Giovanini 


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 4 de marzo, 2022

“Querer y buscar”
 
“Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren.” Salmo 111:2.
 
¡El Señor hace maravillas! Sus obras son tremendas desde la eternidad hasta la eternidad. Eso no está en discusión. Pero ver y experimentar sus obras es algo que cada uno debe decidir.
 
En primer lugar, hay que “querer” las obras de Dios. Nada sucederá en nuestra vida si no deseamos que Él actúe con su poder. La palabra “querer”, en hebreo jefets, significa “desear, considerar algo valioso”. Significa entonces que el que quiera experimentar a Dios debe desearlo. Cristo no se manifiesta a nadie que no anhele su presencia, que no tenga deseos de pasar tiempo aprendiendo a escuchar su voz. Muchas veces Dios probará nuestro deseo para que nos demos cuenta si es genuino y si somos capaces de perseverar en ese anhelo.
 
En segundo lugar, debemos “buscar” a Dios hasta que se manifieste con poder. En una cultura donde reina lo instantáneo, el Señor nos recuerda que debemos persistir en esa búsqueda. Recordemos que Jesús “les refirió (a sus discípulos) una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar” (Lucas 18:1). También será probado el interés de esa búsqueda para saber si queremos al Dios de las maravillas o las maravillas de Dios solamente. Él siempre responde al que le busca de todo corazón. “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.” (Salmo 145:18).
 
En tercer lugar, debemos estar seguros de darle a Él la gloria por sus grandes obras y decirles a otros lo grande que es nuestro Dios. Él se manifiesta a nuestras vidas porque nos ama y para que tengamos un testimonio poderoso que contar.
 
Dios quiere hacer grandes obras en tu vida. Tú parte será buscarlo como quien busca esa perla de gran precio y estar dispuesto a entregarlo todo para experimentar lo que el Señor te ha prometido.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Jueves 3 de marzo 2022

“No dejes de interceder”
 
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” Efesios 6:18.
 
A través de este versículo Pablo nos exhorta a orar por los “santos”, es decir, por los hermanos en la fe que pueden estar pasando momentos muy difíciles. El apóstol dice que debemos hacer “súplicas” por ellos. Esta palabra en griego es déesis que significa “petición, rogativa, clamor a favor de otros”. Cuando llegamos a sentir como propias las necesidades de nuestros hermanos, no podemos dejar de orar hasta que el Señor responda.
 
A veces no sabemos cómo pedir, pero el Espíritu Santo lo hará a través de nosotros. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” (Romanos 8:26). ¡Qué tremenda ayuda! No estamos orando solos.
 
La oración intercesora nos ayuda a pensar menos en nosotros y a enfocarnos más en los demás, de esa manera podemos tener el mismo sentir de Cristo. “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. (Filipenses 2:4-5).

Corrie ten Boom, escritora y predicadora del siglo XIX, dijo en una oportunidad: "Nunca sabemos cómo Dios responderá nuestras oraciones, pero podemos esperar que Él nos involucre en su plan para la respuesta. Si somos verdaderos intercesores, debemos estar listos a participar en la obra de Dios en favor de las personas por quienes oramos".

Un día estaremos todos delante del trono celestial y sabremos exactamente la diferencia que hizo la oración unida y perseverante. ¡No dejes de interceder!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 2 de marzo, 2022

“Saludable o tóxico”
 
“Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era. Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer.” 2 Reyes 4:39-40.
 
Por lo que dice el contexto de este pasaje, Eliseo estaba con cien hijos de profetas y no tenían nada para comer, entonces le pidió a su criado que prepara un guiso. El joven, inexperto, salió a buscar vegetales al campo y encontró ciertas calabazas que parecían muy apetecibles, y sobre todo, muy parecidas a las que comían siempre… pero eran ¡venenosas! Sin notarlo, estas “casi calabazas” fueron a parar a los platos de los hambrientos comensales. Menos mal que apareció Eliseo y guiado por Dios solucionó el problema quitando milagrosamente el veneno (v. 41).
 
Esta historia tiene mucho significado para nosotros. Vivimos recibiendo información por diferentes medios permanentemente, y esta sobre exposición nos puede llevar a consumir información sin evaluar su calidad, veracidad y procedencia. Hay muchas cosas que pueden parecer buenas, sin embargo contienen veneno.
 
Cada uno de nosotros es responsable de distinguir entre lo que alimenta y lo que enferma. Debemos estar atentos porque Satanás no ahorrará recursos para debilitar nuestra fe.
 
Te pregunto: ¿Estás chequeando la procedencia de lo que recibes a nivel espiritual? ¿Estás seguro de que te alimentas con la verdad? Si lo que recibes procede de “otros evangelios” como dijo el apóstol Pablo (Gálatas 1:8-9), estarás expuesto a una intoxicación espiritual.
 
¿Cómo podemos estar seguros de que nos estamos alimentando sanamente? Teniendo la misma actitud de los hermanos de Berea, según leemos en Hechos 17:10-11: “Enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.  Y estos… recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
 
La única manera de combatir el error (veneno) es con la verdad, y para eso necesitamos leer y estudiar la Palabra de Dios cada día. Si conocemos la verdad, podremos diferenciar fácilmente lo que es saludable de lo que es tóxico.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 1 de marzo, 2022

“La Verdad no se negocia”
 
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la Palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”. 2 Corintios 2:17.
 
La palabra “medrar” en griego es kapeleuo que significa “dedicarse a la reventa, traficar; vendedor de cosas de poco valor”. Esta palabra se usaba para mencionar a la persona que trataba de conseguir ganancias por medios deshonestos. Además Pablo usa la palabra “falsificar” que significa “diferente al original; burda imitación; copia falsa”, para referirse a los que adulteran la Palabra de Dios para obtener un beneficio personal.
 
Pablo les advierte a los corintios que muchos que parecían tener la verdad, predicaban sin entender el mensaje de Dios o sin importarles lo que pudiera sucederles a sus oyentes.
 
Los que medraban la Palabra no eran solo los predicadores, sino personas comunes que cambiaban el evangelio. No siempre el beneficio que querían obtener era monetario, muchas veces buscaban tener una mejor posición social, laboral o ministerial para evitar las burlas y desprecios de ciertos sectores sociales. Incluso para no ser expulsados de la familia por ir en contra de los principios tradicionales. Cualquiera fuera su motivación, quien parcializaba la verdad la estaba adulterando.
 
En contraste, los que seguimos fielmente el evangelio hablamos de Cristo con sinceridad. La palabra “sinceridad” significa “puro, libre de mezclas”. Así es el creyente fiel, habla la verdad sin adulterarla a pesar de las consecuencias que traiga el proclamarla.
 
Hoy somos presionados por el sistema a modificar la verdad. Somos presionados por amigos y familiares para dejar de lado los principios cristianos y cambiar nuestra ética y moral. Compañeros de trabajo y de estudios que muchas veces tratan de intimidarnos a través de burlas, amenazas y confrontaciones para que dejemos pasar muchas cosas que sabemos que a Dios no le agradan.
 
Sin embargo, somos llamados a ser misericordiosos y compasivos, pero eso no incluye cambiar la Palabra de Dios. Estamos del lado del apóstol Pablo, aunque muchos cambien la verdad para su propio beneficio, nosotros no lo haremos. Hablaremos siempre con sinceridad de parte de Dios, conscientes de que un día daremos cuenta de nuestras acciones y palabras.
 
El mundo necesita saber la verdad, lo único que puede hacer libres a los que aún no conocen a Cristo. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 28 de febrero. 2022

¡Dios le ama!

¿Cree que Dios le ama? ¿Siente su amor por usted?

Creo que la mayoría de los cristianos saben del amor de Dios hacia ellos teológicamente, pero siguen sin experimentar Su amor. Dudan de que Él los pueda amar.

Muchos hoy viven bajo una nube de culpa, temor y condenación. Nunca han sido realmente libres, nunca han podido descansar en el amor de Dios por ellos; llevan una carga secreta en sus corazones todo el tiempo. Sirven al Señor, alzan sus manos en adoración, comparten con otros su fe, se acercan a su presencia en oración, son fieles, y a pesar de todo siguen esforzándose cada día por hacer las paces con Dios y conseguir ser amados.

Yo estuve en ese lugar, y hasta que resolví que no se trataba de confiar en lo que dictaban mis sentimientos sino en lo que Dios me prometía en Su Palabra, no sentí gozo, ni paz, y tampoco podía entender quién era en Cristo.

La seguridad del amor de Dios por usted es la verdad fundamental bajo la cual todas las otras verdades se deben construir. “Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios”. (Efesios 3:17-19).

El Señor no nos salvó para que vivamos en culpa y condenación, sino para hacernos libres. Dios no es nuestro enemigo, es nuestro Padre.

Puede ser más difícil entender el amor de Dios para aquellos que no han experimentado el amor de un padre terrenal, pero no podemos atribuirle al Señor lo que nuestros padres no hicieron bien con nosotros. Él nunca nos abandonará, no nos lastimará, y jamás dejará de amarnos.

Usted es verdaderamente amado por Dios. No es cuestión de elaborar esto en su mente, sino de decidir creer en lo que Dios dice.
Tome un momento y dígale al Señor: “Quiero conocer tu corazón. No puedo recibir una revelación de tu amor hacia mí a través de ninguno libro, ni de lo que alguien más me pueda decir, solo puede venir de ti. ¡Quiero mi propia revelación de tu amor, directamente de tu corazón, y que eso cambie para siempre mi relación contigo!”

“Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros…” 1 Juan 4:16. ¡Este es el día de experimentar el amor de Dios en su vida!

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 27 de febrero, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“A sus pies”
 
“Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.” 
Lucas 10:39.
 
En la antigüedad, estar a los pies de alguien significaba rendición. Era típico que después de un combate, el que perdía la batalla era puesto a los pies del vencedor. Era una actitud humillante y manifestaba sujeción total a esa persona, incluso el vencedor decidía si le perdonaba la vida o no.
 
En los Evangelios, siempre encontramos a María, hermana de Marta y Lázaro, a los pies de Jesús. Marta tenía otra perspectiva acerca de cómo relacionarse con el Señor. Ella le servía, se preocupaba por la comida, que la casa estuviese limpia y ordenada, y que Jesús se sintiera cómodo. Incluso le pareció que su forma de amar al Señor era superior a la de su hermana cuando manifestó: “¡Dile que me ayude!”. Marta preparaba comida, pero María quería el alimento del Señor. El Maestro le enseñó a Marta que sus prioridades eran diferentes a las de ella, lo primero era estar a sus pies, alimentando su alma.
 
Nosotros también debemos tener como prioridad estar a los pies de Jesús para aprender a escuchar su voz.  
Solo pasando tiempo con Él podemos distinguirla de otras voces. Pasando tiempo en su presencia aprendemos cómo apagar esas otras voces que nos quieren alejar del Señor.
 
Necesitamos estar a los pies de Jesús para entregarle nuestras cargas. Cuando María atravesó unos de los momentos más difíciles de su vida, cayó postrada a los pies de Jesús: “María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano”. (Juan 11:32). La angustia y la tristeza que sentía solo podía aliviarlas el Señor.
 
También necesitamos estar a los pies de Jesús para entregarle nuestra devoción. María tenía puesto todos sus ahorros en un perfume carísimo de nardo puro. Su precio equivalía a todo un año de trabajo; pero lo ofreció a Jesús, derramándolo sobre sus pies. Aunque hoy no podemos, literalmente, ofrecerle un perfume a Cristo, el tiempo que pasamos en su presencia reconociendo su grandeza y majestad es perfume para Él.
 
Tal vez comenzaste tu día muy ocupado y con preocupaciones legítimas, pero necesitas recordar que el lugar de tu descanso está a los pies de Jesús. De Él vendrán las fuerzas y la dirección para seguir adelante y verlo obrar en todas tus necesidades. ¡Elige la mejor parte!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 25 de febrero, 2022

“El Señor atiende al humilde”
 
“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás”. Salmo 138:6-7a.
 
David conocía a Dios porque tenía una relación personal y diaria con Él. Podía dar testimonio de su grandeza, pero también de sus intervenciones en los momentos difíciles de su vida. Dios sabe “atendernos” en medio de nuestras necesidades.
 
La palabra hebrea para “atender” es raá y significa “ver, considerar, levantar, proveer, visitar”. Nosotros usamos mucho esta palabra cuando necesitamos ayuda de un profesional médico o consejero. Decimos: “Hoy mi doctor me puede atender”, o por el contrario, “está ocupado, no me puede atender”. Por supuesto como humanos solo podemos estar en un lugar a la vez, sin embargo, Dios es omnipresente, está disponible para todos sus hijos al mismo tiempo.
 
El apóstol Pedro lo expresó de esta manera: “Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones”. (1 Pedro 3:12a). Dios está atento a cada una de nuestras palabras y con toda seguridad atenderá a nuestras súplicas, pero debemos ir a Él con humildad. En el Salmo leemos que “Dios atiende al humilde”, al que dejó su arrogancia y soberbia para someterse a Dios. El que es humilde está dispuesto a obedecer y a darle la gloria al Señor por todo lo que haga.
 
Por el contrario, el altivo, el orgulloso, el que se eleva por encima de los demás y hasta de Dios mismo, no es atendido por Él. El Señor lo “mira de lejos”, simplemente observa lo que hace, lo deja a su libre albedrio, con la esperanza de que su corazón cambie y decida acercarse a Él.
 
Cuando atravesamos momentos de angustia podemos ir a Dios con humildad para que nos fortalezca y renueve. El Señor nos atenderá siempre, en toda circunstancia nos mostrará su fidelidad.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 24 de febrero, 2022

“El Alfa y la Omega”
 
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” Apocalipsis 1:8.
 
Cuando Juan vio a Jesucristo glorificado mientras se encontraba en la isla de Patmos, cayó como muerto. Fue tremendamente impactado en espíritu, alma y cuerpo. En ese momento, el Señor se le reveló con un nuevo nombre: “El Alfa y la Omega”.
 
Alfa es la primera letra del alfabeto griego y Omega la última. Es como decir: “De la A a la Z”. Él es antes de todas las cosas y permanecerá más allá de lo que a este viejo mundo le pase. Si Jesús es el Alfa y la Omega, entonces tiene autoridad sobre todo lo que está en el medio de la primera y la última letra. Eso incluye los planes y propósitos para el futuro. Dios dirige los eventos históricos para que todo se cumpla como Él lo ha dispuesto. Hasta el mismo diablo está sujeto a su plan, ya que un día será lanzado al lago de fuego por la eternidad.
 
El azar no existe para Dios y se ríe de la suerte. ¿Quién puede contender con Jesucristo? ¿Hay alguien que pueda hacerlo desistir de su voluntad? ¿Podrán manipularlo para que cambie sus estándares? Él dirige la historia de la humanidad, pero también cada detalle de nuestra vida.
 
Jesucristo es “el que es y que era y que ha de venir”. Es el Hijo del Dios eterno y conoce todo lo que hay en cada corazón. Aun así nos ama y fue a la cruz por nosotros.
 
En el versículo mencionado, Jesús también se define como el “Todopoderoso”, en griego pantokrátor que significa “Gobernante de todo, que sostiene todas las cosas, Aquel que tiene todo en su mano”. Esta palabra solo se aplica al Señor. ¡Aleluya! Él lo sustenta todo. ¿No crees que estamos en las manos de Aquel que tiene todo bajo su control? ¿Acaso podemos pensar que nuestra situación es demasiado “complicada” para el Señor?
 
“Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” (Isaías 44:6). Pon tu confianza en tu Redentor y dale el control de toda tu vida. Él jamás te fallará.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Miércoles 23 de febrero, 2022

“Como ladrón en la noche”
 
“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.” Mateo 24:40-42.
 
Por las palabras de Jesús, el arrebatamiento sucederá en un día normal. La gente estará trabajando, comiendo, durmiendo, casándose, leyendo devocionales… Un día común y corriente, sin preanuncios…. ¿Te has puesto a pensar que sucedería si Cristo viniera a buscarnos ahora mismo?
 
Si el arrebatamiento fuese hoy…
 
…Deberíamos estar en comunión plena con el Señor. Habernos arrepentido y pedido perdón por todos nuestros pecados con el deseo de no volver a pecar.
 
…Deberíamos estar comprometidos con nuestra santificación, porque sin santidad nadie verá al Señor.
 
…Deberíamos haber arreglado cuentas con los que no tenemos comunión. “Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.” Marcos 11.26.
 
…Deberíamos estar usando nuestros talentos naturales y dones espirituales para servir al Señor, porque no podemos “enterrar” lo que se nos asignó.
 
…Deberíamos haber compartido el evangelio con las personas que están a nuestro alrededor, familia, amigos, compañeros de trabajo, de estudio, incluso con aquellos desconocidos a los que el Espíritu Santo nos impulsó a hablarles de Cristo.
 
…Deberíamos estar creciendo en fe, edificando nuestra vida espiritual. “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18:8.
 
No podemos vivir en el “deberíamos”, tenemos que vivir y tomar decisiones en tiempo presente como si el Señor viniera hoy. “Entiendan lo siguiente: Si el dueño de una casa supiera exactamente a qué hora viene un ladrón, se mantendría alerta y no dejaría que asaltara su casa.  Ustedes también deben estar preparados todo el tiempo, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen” (Mateo 24:43-44).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 22 de febrero, 2022

“Somos hijos adoptados”
 
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” Romanos 8:15.
 
Hay un punto de inflexión en nuestra vida que lo cambia todo para siempre y es el momento en que aceptamos a Jesús como nuestro Salvador y Señor. A partir de allí, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y somos declarados en el cielo hijos adoptados de Dios. Creo que a todos nos cuesta entender en plenitud el significado de ser un hijo de Dios.
 
La palabra griega para “adopción” es huiothesia, un término legal que significa “colocar como hijo, dar los mismos derechos legales que un hijo biológico”. Eso significa que cuando Dios nos adoptó, ¡recibimos los mismos privilegios que su Hijo Jesucristo! Wooowww…
 
Como el Padre ama a Jesús, nos ama a nosotros. ¡En serio! Él nos ama al máximo y no hay nada que podamos hacer para que nos ame más, ni nada que podamos dejar de hacer para que nos ame menos. ¡Su amor es inalterable!
 
Alguien dijo: “He visto muchos hijos biológicos abandonados por sus padres, pero nunca vi a un padre abandonar a un hijo adoptivo porque es un hijo buscado”. Así es el amor de Dios por nosotros. El Padre fue capaz de exponer a su Hijo Amado al sufrimiento de la cruz para que millones llegaran a ser sus hijos. Él nos buscó, nos llamó y nos adoptó.
 
A veces decaemos en la fe, manifestamos algunos signos de rebeldía, parece que la queja vence a la alabanza, y hasta tenemos algunas reacciones de infidelidad, sin embargo, ¡su amor es incondicional! “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.” (2 Ti. 2:13).
 
Pero cuidado, que su amor sea incondicional y no cambie no significa que podemos dejar el camino de la santidad sin consecuencias. El infierno está lleno de personas que han sido amados por el Señor pero lo rechazaron y prefirieron seguir sus propios caminos. Nuestro destino eterno está siempre en nuestras manos, por eso Dios nos dio libre albedrio.
 
El Creador ha decidido que todo lo que es suyo sea también de sus hijos y que lo disfruten eternamente. Nos esperan cielo nuevo y tierra nueva para gobernar y administrar juntamente con Jesucristo. “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo…” (Ro. 8:17a). ¡Qué promesa maravillosa!
 
Levántate con la visión de hijo adoptado. Disfruta el amor de Dios para ti. “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Jn. 3:1a)
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Lunes 21 de febrero, 2022

“Avivamiento”

Cuántas veces escuchamos esta palabra en sermones, estudios, canciones, incluso, muchos de nosotros alguna vez hemos orado por un avivamiento, pero ¿entendemos realmente lo que estamos pidiendo? Creo que, como en muchos otros casos, conocemos la palabra pero desconocemos su contenido.

Básicamente, el propósito de un avivamiento es que las personas se rindan al señorío de Cristo, obedezcan su Palabra y el Señor sea conocido a través de esas vidas transformadas. Esto solo puede suceder en aquellos que están dispuestos a humillarse en Su presencia, reconocer sus pecados, arrepentirse y entregarle el control de sus vidas a Cristo. Alguien dijo: “El llanto viene antes del gozo. La cruz antes de la resurrección. La muerte antes de la vida. El quebrantamiento antes de la plenitud”.

Sin embargo, tristemente, el “evangelio” que hoy se predica en muchos lugares hace a un lado esta realidad y sugiere a las personas que todo se trata de alegría, bienestar y alivio. “Reclámalo y será hecho”, una frase que ha prosperado entre aquellos que quieren que sus problemas, resultantes de años de decisiones hechas fuera de la voluntad de Dios, se resuelvan como por “arte de magia”, sin que exista ningún tipo de reconocimiento de sus faltas.

Si estamos orando por avivamiento, pero no enfrentamos aquellas cosas que se interponen entre nosotros y el Señor, estamos perdiendo el tiempo. El predicador y escritor A. W. Tozer dijo que experimentaremos un avivamiento, y cito: “Cuando dejemos de utilizar las oraciones y actividades como sustitutos de la obediencia”.

La Iglesia de Cristo no necesita una idea nueva. La respuesta a tanta decadencia espiritual no es otro programa que mantenga a las personas entretenidas y lejos de sus problemas por unas horas. Lo que necesitamos es la presencia y el poder de Dios, y eso solo puede adquirirse buscando Su rostro.

Espero en el Señor que cada uno de los que esté leyendo este devocional, decida iniciar una verdadera búsqueda del avivamiento que Dios nos prometió. Entonces, como menciona el Salmo 72:6, Su gloriosa presencia “descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra”. Su presencia caerá sobre sus vidas de manera tan abundante como el agua fresca.

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 20 de febrero, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Cuando mi pie resbala”
 
“Cuando yo decía: Mi pie resbala, tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.” Salmo 94:18.
 
Los que vivimos en New England sabemos lo que significa resbalarse. Estoy seguro que más de una vez hemos experimentado el efecto del hielo en nuestro cuerpo. Nos ponemos las mejores botas antideslizantes, nos agarramos de todo lo que podemos, caminamos como si fuéramos equilibristas, pero en un segundo terminamos en el suelo. Cuanto más confiados estamos, más probable es que nos resbalemos.
 
El salmista, en el v. 18, no dice “si yo resbalase” como una posibilidad remota. No, él está afirmando que hubo momentos en que su pie resbalaba. La palabra hebrea para “resbalar” es mot que significa “deslizarse, sacudir, caer, temblar, titubear”. Hum… creo que sabemos a qué se refería.
 
Tenemos claro que debemos permanecer firmes en el camino del Señor. Cuando descubrimos el sendero que nos conduce a la vida eterna y experimentamos la presencia de Dios, no queremos salirnos de este camino. Pero esto no significa que nunca vayamos a tropezar o resbalar. A veces ponemos nuestra mirada en otro lado, algunas dudas comienzan a infiltrarse en nuestra mente, la impaciencia nos juega una mala pasada, la autosuficiencia hace de las suyas y tropezamos en la fe.
 
Cuando éramos niños e íbamos de la mano de alguien que nos cuidaba, muchas veces tropezábamos pero no nos caíamos. Esa mano fuerte nos sostenía. Pero cuando corríamos por nuestra cuenta y tropezábamos, terminábamos con alguna herida. No es lo mismo resbalar solos que de la mano del Padre. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10). El salmista usa la misma palabra que usó Dios en Isaías: “Sustentado”. En hebreo es saád, que significa “sostener, respaldar, confirmar, confortar”.
 
Si pensabas que nunca ibas a resbalar pero pasó, Dios lo sabe. Sin embargo, Él no te dará la espalda sino que extenderá su mano para levantarte. No habrá reproches ni condenación. Te ofrecerá una vez más su perdón. Recuerda lo que dijo el salmista: “Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba”. Jamás decaen sus misericordias, al contrario, cada día se renuevan.
 
Revisa a qué está “aferrada tu mano”, si a las posesiones materiales, a promesas humanas, a personas, a recursos terrenales… o a Dios. Si estás fuertemente tomado de la mano del Señor, quizás resbales, pero nunca te dejará caído. “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.” (Salmo 37:24). ¡Gracias Señor por sostenernos de tu mano!
 
Pastor Pablo Giovanini 


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 18 de febrero, 2022

“¿Difícil para Dios?”
 
“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”. Jeremías 32:27.
 
Dios le dijo a Jeremías que Jerusalén no se iba a librar de los babilonios porque habían pecado y se olvidaron de Él, pero después de disciplinarlos los restauraría. Para certificar esa promesa Dios le pide a Jeremías que compre una heredad. El profeta quedó desconcertado y le dijo a Dios: “La ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos que pelean contra ella y que con arietes la atacan para tomarla. Por causa de la espada, del hambre y de la peste ha venido a suceder lo que dijiste que sucedería, ¡y ya lo estás viendo! ¡Señor, Señor! ¿Cómo pudiste decirme que compre para mí el terreno, y que lo pague ante testigos, si la ciudad va a caer en manos de los caldeos?” (vs. 24-25).
 
Entonces Dios le hace la pregunta que todos deberíamos escuchar cuando nos encontramos en dificultades: “¿Habrá algo que sea difícil para mí?”. La palabra “difícil” en hebreo es palá que significa “hacer algo distinguido, grande, maravilloso, especial, un milagro, cosa portentosa”. ¡Ese es nuestro Dios! Nada lo limita. ¿Cómo puede haber algo difícil para el Todopoderoso? ¡Nada que esté dentro de su voluntad dejará de cumplirse!
 
Cuando leemos la Palabra de Dios nuestra fe se nutre, madura, crece, se desarrolla. Entonces llegamos a creer que Dios todo lo puede. Victorias milagrosas, sanidades instantáneas, vidas transformadas, intervenciones sobrenaturales… Pregúntale a Lázaro, Sara, Elías, Pedro, Pablo, Josué, Gedeón y a millones de cristianos que experimentamos el poder de Dios por la fe.
 
Para el Señor no existen las palabras: difícil, imposible, desahuciado, irreparable, perdido. Lo que detiene sus obras maravillosas son: la incredulidad, la duda, el pecado, la rebeldía, la autosuficiencia. Pero cuando alguien se acerca a Dios con fe, se hace realidad lo que parecía imposible.
 
¿Qué hay de ti? ¿Todavía te parece que es difícil para Dios responder tú petición? ¿Crees que es imposible que cambie tu realidad? El Señor Jesús solo te pide que creas, que pongas toda tu confianza en Él. Todavía sigue diciéndonos: “Para los hombres esto es imposible; pero para Dios todo es posible.” (Mateo 19:26).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 17 de febrero, 2022

“Deléitate en el Señor”
 
“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”. Salmo 37:4.
 
David, al final de sus días, nos aconseja por el Espíritu confiar de una manera práctica en Dios. En el Salmo 37 hay mucha sabiduría. La clave para una vida llena de gozo la encontramos en el versículo 4: Debemos aprender a deleitarnos en el Señor.
 
Deleitarse significa experimentar gran placer y gozo en la presencia de alguien. Esto sucede únicamente cuando conocemos muy bien a esa persona. Por lo tanto, para deleitarnos en el Señor, debemos conocerle mejor. El conocimiento de su gran amor por nosotros nos dará deleite.
 
¿Te gozas en el Señor cuando te concede las peticiones de tu corazón o te deleitas antes de eso? ¿Disfrutas más las bendiciones de Dios o al Dios de las bendiciones? El consejo es muy claro: Deleitarse en el Señor es prioritario, lo demás viene por añadidura. Que Dios conceda los deseos de tu corazón es el resultado de una relación amorosa e íntima con Él.
 
Muchos de los Salmos de David fueron escritos mientras se encontraba en el campo, el lugar en donde se encontraba a solas con Dios. Desde muchacho aprendió a disfrutar de esa intimidad especial con el Creador. Sus cantos y oraciones expresan los mayores deseos de su corazón: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”. (Salmo 16:11).
 
Las peticiones de David siempre estaban de acuerdo con lo que había en el “corazón de Dios”. De hecho, Dios lo eligió como rey porque tenía esa particularidad: “Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo”. (1 Samuel 13:14b). Indudablemente para tener su corazón hay que pasar tiempo en su presencia, anhelar esos encuentros.
 
El predicador y escritor Charles Spurgeon dijo sobre este versículo: “No pienses primero en los deseos de tu corazón, sino piensa primero en deleitarte en tu Dios. Si lo has aceptado como tu Señor, es tuyo; así que deléitate en él, y entonces te concederá los deseos de tu corazón”.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 16 de febrero, 2022

“Misericordia incomprensible”
 
“Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó.” Lucas 22:50.
 
No sé lo que tú crees, pero yo pienso que Pedro no quería cortarle la oreja al siervo del sacerdote, ¡quería matarlo! Le apuntó a la cabeza y erró. No veo al pescador con habilidades de espadachín, pero cuando se enfrentó a una situación de peligro, reaccionó sin pensarlo demasiado.
 
Juan fue sumamente preciso al describir la situación: “Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.” (Juan 18:10). ¡Fueron momentos imposibles de olvidar!
 
Sospecho que el siervo del sacerdote fue impactado por el milagro. Debe haber pensado: ¿Cómo es posible que Jesús, a quien fuimos a arrestar, se ocupara de sanar mi herida? ¿Por qué pensó en mi situación en lugar de salir corriendo como lo hicieron los discípulos? Acaso, ¿yo no era un enemigo para Él?
 
La única respuesta es el amor de Jesús. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros… Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Romanos 5:8,10). El Señor fue a la cruz por todos. Por Pedro, por Juan, por su madre María, por Malco, por los soldados romanos, por ti y por mí para salvarnos y darnos vida eterna.
 
No sabemos nada más de Malco. ¿Habrá aceptado a Jesús como su Salvador? ¿O se habrá burlado de Él en el sanedrín? ¿Se habrá arrepentido de sus pecados? Muchos piensan que si después de este incidente no se lo menciona más, ni siquiera en la tradición judía, no llegó a ser cristiano. Puede ser. Actualmente hay muchos “Malcos” que también fueron sanados y tocados milagrosamente por el Señor y sin embargo siguen indiferentes a Jesús.
 
El Señor sigue actuando con misericordia, pero no son sus intervenciones poderosas las que salvan. La salvación es el resultado de reconocer que somos pecadores, arrepentirnos de haber fallado a Dios y aceptar que el único que puede perdonarnos y darnos una vida nueva es Jesús. Entonces podremos decir como Jeremías: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” (Lamentaciones 3:22-23).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Martes 15 de febrero, 2022

“La imaginación del corazón”
 
“Antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres… Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”. Jeremías 9:14,24.
 
Me impacta mucho la vida de Jeremías, un siervo que mantuvo firmes sus convicciones aún bajo las peores presiones. Dios lo levantó como profeta para llamar al arrepentimiento a Israel. Lo triste fue que nunca vio conversiones genuinas, más bien parecía que sus hermanos cada vez cerraban más su corazón.
 
Israel había abandonado a Dios y se había vuelto a los dioses de los pueblos vecinos porque seguía la “imaginación de su corazón”. Jeremías usa muchas veces esta expresión (Jeremías 9:14; 11:8; 13:10; 16:12). La palabra imaginación en hebreo es sherirút y significa “pensamiento torcido, obstinado, imaginar torcidamente, con dureza”. Esto indica que sacamos malas conclusiones cuando tenemos ideas torcidas.
 
Los israelitas querían seguir sus propios deseos, por lo tanto “acomodaban” a Dios según los parámetros de las culturas paganas. “Si los baales dicen que podemos hacer nuestra vida y después entregarle alguna ofrenda para contentarlos, entonces Dios debe ser igual”. “Si Asera dice que se puede fornicar, entonces Dios debe pensar lo mismo”. “Si Moloc dice que podemos sacrificar a nuestros hijos para que nos vaya bien, seguramente a Dios no le parecerá mal”. Ya sabes cuáles fueron las consecuencias de seguir sus “imaginaciones”.
 
Dios fue claro en el segundo mandamiento cuando escribió con su dedo en piedra: “No te harás imagen”. Pero no solo imágenes de piedra, madera o metal, también imágenes mentales distorsionadas que nos pueden llevar a acomodar la Palabra de Dios según nuestra conveniencia.
 
Quebramos el segundo mandamiento cuando no vamos a la Palabra para conocer Quién es Él exactamente. Por eso Dios mismo le dice a Jeremías que lo que más anhela es que su pueblo pueda alabarse por “entenderlo y conocerlo”.
 
Para no tener una relación distorsionada con Dios necesitamos leer la Biblia, la única revelación escrita para todas las razas, culturas, lenguajes y épocas. Ella nos mostrará a Jesucristo, la imagen perfecta del Dios invisible y descubriremos cómo tener una relación verdadera con el Padre Celestial.
 
Te animo a tomar tiempo para leer la Biblia completa, descubrir a Dios en todas sus facetas: Amor, justicia, santidad, misericordia, gracia, soberanía, compasión, perdón, y poder experimentarlo todos los días de tu vida. Cuando el Dios verdadero se apodera de tu corazón, la pasión por conocerlo crece y el gozo de experimentarlo serán indescriptibles.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Lunes 14 de febrero, 2022

“¿Golpes de espada o medicina?”


Debido a la pandemia, en los últimos dos años, nos hemos visto forzados a hacer cambios drásticos en nuestro estilo de vida. Estos cambios tan bruscos nos han afectado en muchos niveles y uno de ellos es la manera en que nos estamos comunicando.

Si la comunicación siempre ha sido un motivo de estudio por lo que significa en todos los órdenes de la vida, cómo no detenernos por un momento a considerar si la manera en la que estamos hablando es fuente de acuerdos o desacuerdos, de ánimo o estrés, si derriba o edifica.

En medio de una cultura saturada de palabras, quizás hemos perdido la capacidad de entender el peso que tienen. Acostumbrados a hablar lo primero que se nos viene a la cabeza, rara vez nos detenemos a meditar en el efecto que tiene lo que decimos.

La Palabra de Dios dice en
Proverbios 12:18: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina”.

Cuando las palabras que nos decimos unos a otros están inspiradas por el amor, la sabiduría y la guía de Dios, son capaces de traer alivio al que se encuentra triste, aliento al que ha perdido la esperanza, valor al que se desprecia, compañía al que está solo, calma al desesperado, dirección al que no sabe a dónde se dirige... Pero también conocemos los efectos devastadores de las palabras que fueron pronunciadas con desprecio y crueldad. Han sido como perforaciones de espada en el corazón, causando un dolor difícil de curar.

Quizás en este tiempo sea más desafiante que nunca poner “vigilancia sobre la puerta de nuestros labios” como dice el Salmo 141:3. Cuando el estrés es alto y las demandas constantes, es fácil perder la calma y muy difícil contar hasta diez. Entonces, ¿qué hacer?

Supervisar nuestro corazón diariamente sería una buena manera de saber en qué punto nos encontramos emocionalmente hablando. No debemos dejar que el enojo y la frustración se acumulen porque buscarán alguna vía de escape. A veces necesitamos pedir un “time out” para calmarnos, reflexionar y ver cómo reorganizarnos en lugar de seguir arrojando más “leña al fuego”.

Necesitamos trabajar en nuestros límites porque son los que nos ayudan a definir, entre otras cosas, sobre qué debemos hacernos responsables cada uno. Los límites sin duda ponen en orden nuestra vida. Nos permiten tener una idea más clara de nosotros mismos y nos ayudan a mejorar nuestras relaciones con los demás.

Debemos buscar momentos y actividades que nos ayuden a descomprimir el estrés diario y nos permitan disfrutar de la compañía de las personas que amamos.

Y fundamentalmente, necesitamos tiempo a solas con Dios. Él es el único que nos escuchará sin interrupciones; quien puede darle descanso a nuestra alma; quien está dispuesto a llevar nuestras cargas y puede transformar momentos desafiantes en oportunidades para ser de bendición con nuestras palabras.

¿Qué saldrá de su boca hoy, golpes de espada o medicina? Sea una persona que traiga alivio a la vida de muchos a través de sus palabras.

Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________


Domingo 13 de febrero, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Movidos por el Espíritu”
 
“Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo.” Lucas 2:25-27.
 
Simeón era distinto a los demás. Sus palabras, actitudes y acciones reflejaban algo sobrenatural en él. Lucas nos dice exactamente de qué se trataba: “El Espíritu Santo estaba sobre él”.
 
Este hombre tenía una relación estrecha con el Espíritu Santo. Su conducta manifestaba justicia y piedad, pero también esperanza. Sabía que si alguien podía cambiar el rumbo pecaminoso del pueblo era el Ungido de Dios, el Mesías esperado por tantos años. En uno de sus tiempos de oración diaria escuchó la voz de Dios diciéndole que iba a ver con sus propios ojos la llegada del Salvador. ¡Qué relación tan estrecha con Dios!
 
Esa relación no era teórica sino que se evidenciaba en sus acciones. Simeón era obediente a la voz de Dios. Cuando José y María llevaron al bebé Jesús al templo para dedicarlo, él supo que debía ir urgentemente, fue “movido” por el Espíritu. Al llegar, supo que estaba en presencia del Hijo de Dios y mientras lo sostenía en sus brazos, no solo lo bendijo sino que el mismo Espíritu Santo le dio una palabra profética acerca de la obra redentora que llevaría a cabo el Mesías.
 
Esta historia es un ejemplo de lo que el Espíritu de Dios hace en los que tienen una relación estrecha con Él. Jesús es el ejemplo perfecto de esa relación. Toda su obra fue hecha impulsado por el Espíritu Santo. Él se “despojó” de toda su gloria para actuar bajo el poder del Espíritu. Entonces, si el Espíritu Santo actuó con poder en Jesús, también lo hará en nosotros.
 
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré”. (Juan 16:7). Ahora el Espíritu de Dios habita en todo aquel que ha recibido a Cristo como Salvador. Pero no solo vino para morar, sino a estar activo en nuestra vida cada día.
 
El propósito de Dios para cada uno de sus hijos es que nos rindamos al gobierno del Espíritu Santo. "Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu." (Gálatas 5:25). En otras palabras, si él vive en ti, ¡deja que te dirija!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 11 de febrero, 2022

“Tomar la toalla”
 
“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.” Juan 13:14-15.
 
El Señor y sus discípulos estaban sentados a la mesa listos para compartir la cena pascual. Todos pasaron por alto un paso fundamental antes de comer: Lavarse los pies. Esto era una costumbre en esos tiempos. Todo el día caminando por calles polvorientas, con sudor en los pies, podríamos decir que más que una costumbre ¡era una necesidad!
 
Jesús, sorpresivamente se levanta de la mesa, se ciñe una toalla, toma un recipiente con agua y empieza a lavar los pies de los discípulos. Solo Pedro es capaz de romper el silencio en esa situación porque entiende que Jesús debería ser atendido primero; pero el Señor le ayuda a entender que no hacía esto como un gesto de amabilidad, su meta era enseñarles que una vez que Él se marchara, ellos estarían a cargo de seguir su ejemplo y servir a otros con amor y humildad.
 
¿Qué hubiéramos hecho nosotros en lugar de Jesús? Él no intentó tapar los pies de los comensales con el mantel y hacer de cuenta que no pasaba nada… No se quejó ni se burló de los pies sucios de sus hermanos. No criticó ni chismeó con otros lo que habían hecho sus discípulos, aunque hubiera sido un tremendo tema para compartir en WhatsApp. No, el Salvador del mundo no hizo nada de eso, en cambio, se humilló y lavó los pies de todos.
 
El apóstol Pablo nos explicó en su carta a los Gálatas, cómo hemos de llevar a la práctica el ejemplo de Jesús. "Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado" (6:1).
 
Seguramente al lado nuestro tenemos muchas personas con los “pies sucios”, y la crítica y los reproches no contribuyen a limpiar sus pies espiritualmente hablando. Si vamos a seguir el ejemplo del Señor, debemos amar y ayudar a las personas a acercarse a Él para que limpie toda “suciedad”, así como nosotros también necesitamos que nuestros “propios pies” sean limpiados.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 10 de febrero, 2022

“En el día de conflicto”
 
“Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda.” Salmo 20:1.
 
Hay días más difíciles que otros, hay momentos en que el mismo diablo parece haber concentrado todos sus ataques sobre nosotros, nuestra familia, trabajo, iglesia, incluso usando a las personas que menos podríamos imaginar. David lo llama el día de “conflicto”. Esta palabra en hebreo es tsará que significa “aprieto, problema, aflicción, angustia, calamidad, tribulación, ataque de un rival”.
 
Los días de conflicto nos llegan a todos, a veces inesperadamente, otras veces los vemos venir. Sin embargo, si tenemos un corazón como el de David sabremos recurrir al Señor, el único que nos “defiende”. Otra palabra interesante. En hebreo es sagáb que significa “estar elevado, inaccesible, seguro, fuerte; enaltecer, engrandecer, exaltar, levantar.” ¡Wow! ¿Todo eso hace Dios cuando nos defiende? Es mucho más que hacerse cargo del conflicto, el Señor nos pone en alto, en Él estamos seguros y su nombre es exaltado. ¡Aleluya!
 
Es tremendo cómo Dios transforma un día de conflicto en día de victoria y celebración. Lo que podría destruirnos Dios lo usa para que crezcamos, lo conozcamos más y tengamos más motivos para dar gracias y alabarlo.
 
Por favor, toma unos minutos más y lee todo el Salmo. Parece que el mismo David estuviera orando por nosotros. Él le pide a Dios que nos envíe ayuda (v. 20), que cumpla los deseos de nuestro corazón (v. 4), que nos alegremos en su salvación y conceda todas nuestras peticiones (v. 5). Si tu corazón está conectado con el de Dios, entonces todos tus deseos serán los mismos que los suyos y verás respuestas a tus peticiones porque estarán de acuerdo con su voluntad.
 
Además, en el v. 8 vemos que hay una gran diferencia entre los que confían en Dios y los que solo lo hacen en sus propios recursos. Cuando tropiezan, no se pueden levantar. Pero el que está sostenido por la mano poderosa de Dios, ¡siempre se levanta! “Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie”.
 
¡Bendito sea Dios nuestro Ayudador!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Miércoles 9 de febrero, 2022

“Preparar nuestros caminos”
 
“Así que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios.” 2 Crónicas 27:6.
 
Tal vez no conozcas mucho la vida del Jotam porque fue un rey de bajo perfil. No buscó glorias humanas ni trató de hacerse de un nombre, pero el registro bíblico nos dice que “hizo lo recto ante los ojos de Jehová”. Eso es lo que cuenta para Dios.
 
El comienzo de su reinado estuvo marcado por mucho dolor, temor e incertidumbre. Uzías, su padre, había sido un prolífico rey de mucha fama y renombre, pero cometió un pecado terrible ante los ojos de Dios. Su orgullo y soberbia lo llevaron a ofrecer incienso en el templo, algo que solo los sacerdotes podían hacer, y desde ese día quedó leproso hasta su muerte. Jotam vio con sus propios ojos lo que trajo la desobediencia de su padre y aprendió la lección.
 
Por eso Jotam “preparó sus caminos delante de Jehová su Dios” antes de comenzar a reinar. La palabra hebrea para “preparar” es kun que significa “estar erguido, recto; establecer, arreglar, afirmar, alistar, enderezar, ordenar, hacer seguro”. Esto es lo que tenía en mente el joven rey al presentarle sus caminos al Señor. Él eligió servir a Jehová como su único Dios y ajustó su vida a la Palabra.
 
Jotam “edificó la puerta mayor de la casa de Jehová” (v. 3). Los buenos reyes siempre se destacaron por reparar y preservar el templo. Dicen los eruditos que “la puerta mayor” era la entrada por donde pasaba el rey para ir a buscar a Dios. “Preparar el camino” fue literal, ese camino lo conectaba diariamente con la presencia de Dios.
 
El resultado fue que Dios lo hizo fuerte. Pudo edificar ciudades, construir fortalezas y torres que servían de ayuda en la agricultura y estrategia militar (vs. 3-4). También derrotó a todos los enemigos que le hicieron la guerra y debieron pagarle tributo (v. 5).
 
Así como hizo Jotam, nosotros también debemos preparar nuestros caminos delante de Dios tomando tiempo  para orar, escuchar su voz, obedecerlo y actuar con fe.
 
¿Quieres victorias espirituales? Somete tu vida a Dios. Se debe preparar el camino antes de las batallas, no solo cuando llegan los momentos difíciles. Debemos estar preparados de antemano, para que al llegar los desafíos inesperados, tentaciones o circunstancias difíciles, dependamos de Dios. Nuestra fuerza viene del Señor. ¡Él es nuestra fortaleza!
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Martes 8 de febrero, 2022

“No estoy solo”
 
“He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”. Juan 16:32.
 
Los discípulos de Jesús, en momentos de crisis, solo pensaron en “sálvese quien pueda”. Todos habían afirmado que estarían dispuestos a dar la vida por su Maestro, pero cuando la presión fue fuerte, los compromisos se esfumaron.
 
Siempre hemos escuchado que los verdaderos amigos se ven en los momentos difíciles. Cuando el Señor no enfrentó dificultades los discípulos estuvieron a su lado y fueron sus fieles seguidores. Pero cuando comenzaron los verdaderos problemas, cuando debían velar una hora con Jesús en Getsemaní, enfrentar a la turba o dar su opinión ante el sanedrín, Jesús estaba solo, humanamente hablando.
 
El Hijo de Dios tenía claro que su hora había llegado y que nadie podía ayudarlo a redimir al ser humano, nadie podía tomar la cruz y morir por los pecados de la humanidad siendo el sustituto perfecto y sin pecado sino solo Él.
 
Sin embargo, esta situación de soledad de Jesús también tenía el propósito de manifestar al Hijo de Dios hecho hombre. Él entiende lo que nosotros sentimos porque experimentó dolor, sufrimiento, angustia, soledad. Cuando decimos “me quedé solo”, el Señor sabe lo que significa.
 
Jesús hace una declaración que debemos tener muy en cuenta: “No estoy solo, porque el Padre está conmigo”. ¡Qué tremenda verdad, no solo para Él sino para nosotros! Jesús nos mostró el camino al Padre, nos relacionó con Él, nos enseñó los beneficios de esa relación para que nosotros pudiéramos experimentar esa cercanía.
 
Muchas veces vamos a atravesar momentos difíciles que parecen conducirnos a la misma muerte. Jesús te entiende, Él lo pasó. Miramos a cada lado y no hay nadie que nos aliente, nadie que esté a nuestro lado… por lo menos visiblemente. En esas circunstancias es que toman un tremendo significado las palabras de Jesús: “¡No estoy solo, porque el Padre está conmigo!”
 
Nunca estás solo, sientas o no la presencia del Padre, Él ha prometido estar a tu lado siempre. “… He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:20b.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Lunes 7 de febrero, 2022

“Activos tóxicos”
 
Todos tenemos un “banco de recuerdos” en donde hacemos depósitos diariamente casi sin darnos cuenta. Nuestros recuerdos no se ven, pero tienen un efecto muy poderoso sobre nuestra vida.
 
Durante la crisis financiera que vivió este país hace algunos años, aprendí un nuevo término: Activos tóxicos. Como no soy una experta en economía quise saber de qué se trataba. En palabras sencillas, cada vez que usaban este término se referían a “bienes problemáticos”, cosas que las entidades financieras debían aislar para que la banca se recupere.
 
Cuando hablamos de algo tóxico nos referimos a aquello que produce alteraciones o trastornos graves. Entonces, déjeme preguntarle, ¿hay algún “activo tóxico” en su banco de recuerdos que sea necesario eliminar? ¿Palabras hirientes, abusos, engaños, rechazos, traiciones, pérdidas? Si su mirada interior está puesta sobre aquellas cosas que cambiaron el rumbo de su vida, sobre aquellas cosas que nunca debieron pasar, entonces está en peligro.
 
Usted puede ser un creyente fiel, leer la Biblia, orar, asistir a la iglesia, servir al Señor y aun así estar caminando con cargas que le roban la paz y le impiden seguir creciendo. Dios no desea que viva bajo ese peso. Él envió a su Hijo para hacernos libres y darnos una nueva vida.
 
Enfrentarse a esos “gigantes” es muy difícil, pero si no lo hace seguirán controlando su vida. Algunas personas se han acostumbrado tanto a convivir con ellos que han perdido la capacidad de detectar el daño que les están ocasionando.
 
Ocultar, negar o ignorar no hace que desaparezcan los efectos que esos recuerdos tienen sobre nuestra vida. Por el contrario, prolonga nuestro dolor y nos incapacita emocionalmente. Así que necesitamos tratar esos recuerdos adecuadamente. A veces debemos recurrir a alguien maduro espiritualmente que nos ayude a dar esos pasos o que simplemente permanezca a nuestro lado mientras los damos.
 
Si queremos avanzar, no debemos mantener la atención sobre el pasado, sería como conducir mirando siempre por el espejo retrovisor, y usted sabe cuáles serían las consecuencias. En Isaías 43:14,18-19 leemos: “Así dice Jehová, Redentor vuestro… No os acordéis de las cosas pasadas ni traigáis a la memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva…”
 
Dios es el único que puede hacer todo nuevo. No borrará su memoria, pero sanará sus heridas y quitará el efecto paralizante y destructivo que esos activos tóxicos pueden estar teniendo sobre su vida.
 
No espere un día más, vaya al Señor y dígale: “Padre, no quiero que mis pensamientos estén anclados en recuerdos que me hacen daño. Quiero ser verdaderamente libre. Ayúdame a dar los pasos que yo solo no puedo dar. Pongo mi confianza en ti y creo que me guiarás”.
 
Alexandra Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Domingo 6 de febrero, 2022

Puedes ver el sermón de hoy a partir de las 11 am haciendo click aquí.

¡Dios te bendiga!


“Tenemos la respuesta”
 
“Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas… enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias. Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión porque estaban confundidas y desamparadas como ovejas sin pastor. Jesús les dijo a sus discípulos: ‘Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.’” Mateo 9:35-38.
 
Si el Señor caminara hoy entre nosotros, ¿vería una situación diferente a la que se describe en este versículo? ¡No! La gente sigue confundida, desamparada, sufriendo y sin rumbo. La desesperanza se apodera día a día de más personas y tú y yo, somos portadores del mensaje que puede salvar sus vidas.
 
Tu testimonio es la mejor herramienta para decirles a otros lo que Dios puede hacer. Estoy seguro que tienes mucho que contar. Aunque quizás estés pasando por pruebas en este momento, recuerda lo que Dios ha hecho en el pasado. Trae a memoria las intervenciones divinas. Si esto fortalece tu fe, también ayudará a los necesitados.
 
Hay personas que se encuentran solas, sin nadie que las escuche, dedicar un poco de tu tiempo para acompañarlas y escucharlas puede ser la forma en la que Dios te use para decirles que hay Alguien que promete estar con ellas siempre y que les ayudará a atravesar sus momentos difíciles.
 
Tal vez tus vecinos necesiten ayuda. Un pequeño servicio puede abrir un corazón cerrado y comenzar a ver a Jesús a través de tus acciones. En algún momento te preguntarán por tu paz y esperanza y podrás decirles Quién hizo la obra en tu corazón.
 
Estamos rodeados de personas hambrientas y no saben de qué. Pero nosotros tenemos la respuesta a su necesidad y la responsabilidad de darla. Nunca te avergüences de dar la mejor noticia que se haya ofrecido a la humanidad, ella tiene el poder de cambiar el destino eterno de las personas.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Viernes 4 de febrero, 2022

“El premio está adelante”
 
“Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del peso que nos estorba… y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe…” Hebreos 12:1-2b.
 
Las carreras se han convertido en una parte importante del mundo de los deportes. También fueron un evento popular en tiempos bíblicos. Por eso los escritores del Nuevo Testamento hablaban a menudo de la carrera suprema, la carrera de la vida.
 
Si le entregaste tu vida a Cristo, has sido llamado a correr esta carrera. No se trata de quién corre más rápido o a cuántos logramos adelantar, sino de llegar a la meta. Pero déjame preguntarte: ¿Sabes por qué estás corriendo? ¿Cuál es tu motivación?
 
Muchas personas retroceden o abandonan la carrera espiritual por no poder responder correctamente a estas preguntas. Son aquellos que hoy corren y mañana piensan que es mejor tomarse un “tiempo sin Dios”. Son seducidos y engañados por Satanás que sabe usar la filosofía que rige este sistema para tentarnos y hacernos retroceder.
 
Sí, los ataques son fuertes, pero hay un poder mayor en cada hijo de Dios. En 1 Juan 4:4b leemos: “Porque mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo”. No estás corriendo sin asistencia. El Espíritu Santo habita en ti para ayudarte durante la carrera y asegurarse de que alcances la meta.
 
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:39. ¡No mires hacia atrás, el premio está adelante! Sigue con los ojos puestos en Jesús.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​

Jueves 3 de febrero, 2022

“Levántate con autoridad”
 
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Santiago 4:7.
 
Hay días en que sentimos que Satanás ha lanzado todos sus ataques contra nosotros sin reservarse nada para los demás. Físicamente parece que estamos agotados y a punto de enfermar; espiritualmente nos sentimos débiles, y emocionalmente no tenemos fuerzas para luchar. Parece que las condiciones para una derrota están dadas. Sin embargo, el Señor nos manda a resistir.
 
Otra de las palabras que podemos usar como sinónimo de “resistir” es tenacidad. La tenacidad es la fuerza que nos impulsa a continuar con empeño y sin desistir hasta alcanzar lo que nos hemos propuesto. En este caso, hacer huir a Satanás.
 
Cuando era niño escuchaba muchas veces esta palabra, pero parece estar desapareciendo de nuestro vocabulario y reemplazada por palabras como comodidad y confort.
 
El dios de este siglo trabaja sin descanso para fomenta la pasividad, la displicencia, la permisividad y la tolerancia. El diablo parece susurrarnos al oído: “No luches, no confrontes, déjalo todo como está”, mientras vemos como nuestro matrimonio se resquebraja, nuestros hijos son arrastrados por el mundo, nuestras metas espirituales se esfuman y hasta algunas adicciones empiezan a tomar el control de nuestras vidas.
 
Es hora de que te levantes con la autoridad que el Señor te ha delegado y te opongas firmemente al enemigo. Ponte en pie y afirma quién eres en Cristo y decide no bajar los brazos hasta obtener la victoria. A Satanás no le quedará otra cosa que ¡huir! Sí, no dice que “se retirará tranquilamente”, sino que “saldrá huyendo” frente a un hijo de Dios que sabe resistir sus ataques.
 
Esto será fácil de hacer si primero te has sometido a Dios permitiendo que Él tome el control de tu vida.  Entonces podrás decir con toda seguridad: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Miércoles 2 de febrero, 2022

“En el nombre del Señor”
 
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”. Colosenses 3:17.
 
El apóstol Pablo sabía a quién servía y a quién debía agradar. Ya sea al predicar o enseñar, cuando aconsejaba o ayudaba a las personas, incluso mientras hacía tiendas de campaña, todo lo hacía pensando en honrar al Señor.
 
Cuando hacemos todas las cosas “en el nombre del Señor”, estamos diciendo que nuestras acciones, palabras y pensamientos son congruentes con su voluntad expresada claramente en Su Palabra.
 
Hacer nuestro trabajo “en el nombre del Señor” hace que nos enfoquemos en la excelencia. Si trabajamos como para Dios, seremos más eficientes y productivos. El apóstol Pablo también nos recuerda: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”. Colosenses 3:23-24. Quizás hoy no recompensen todo lo que haces como lo mereces, pero si lo haces como para el Señor, ¡Él mismo te recompensará!
 
Cuando hablas con otras personas y lo haces “en el nombre del Señor”, te darás cuenta que muchas cosas no deberían salir de tu boca, y otras que estás callando las deberías decir. El Espíritu Santo ha prometido guiar nuestras palabras y que ellas edifiquen y bendigan.
 
Y no olvidemos “dar gracias a Dios Padre”. Cuando le damos gracias estamos reconociendo que de Él viene toda la ayuda que necesitamos para manifestar a Cristo dondequiera que estemos o con lo que hagamos y digamos.
 
Permite que tu vida sea un testimonio poderoso de quién es el Señor.
 
Pastor Pablo Giovanini


____________________________________________________________________________________________________________
​​

Martes 1 de febrero, 2022

“La angustia de Dios”
 
“En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad”. Isaías 63:9.
 
Si no hubieras leído este versículo, no me creerías que Dios se angustia. ¿Cómo el Todopoderoso puede angustiarse? Lo cierto es que Isaías lo expresa claramente, pero debemos entender bien su significado.
 
Dios nunca se angustia por temor a lo desconocido, porque Él es omnisciente. No se angustia porque algún plan suyo peligre, porque es Soberano. No se angustia por la furia con la que actúa el diablo, porque Él es el único Rey. Su aflicción es el resultado de ver a sus hijos en angustia. La palabra hebrea para “angustia” es tsará y significa “aprieto, congoja, estar estrecho”. Lo que nosotros sentimos, también lo siente Dios. Él no está ajeno a lo que nos sucede, sabe de nuestros quebrantos y sufrimientos.
 
Pero Dios no solo sufre con nosotros, sino que se apresura a ayudarnos. Su misma naturaleza lo moviliza a actuar para protegernos como lo hace una gallina con sus polluelos. “Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro.” (Salmo 91:4).
 
Pensemos en todo lo que Dios hizo por nosotros para salvarnos de la angustia. “Nos redimió”, fuimos adoptados hijos suyos. Eso significa que le pertenecemos solo a Él.
 
“Nos trajo” hasta aquí. Él nos ha guiado hasta hoy. Puede ser que no veas con tus ojos físicos sus intervenciones, o que pases por alto esta verdad, pero indudablemente Dios ha movido personas y circunstancias para que hoy tengas una relación con Él.
 
“Nos levantó todos los días”. Hay momentos en que nos sentimos más en el piso que en las alturas, sin embargo, Él nos levanta. “No dejará para siempre caído al justo.” (Salmo 55:22b). Cada vez que tropezamos extiende su mano para levantarnos y ayudarnos a seguir la carrera que tenemos por delante.
 
Si comenzaste este día en angustia, tienes que saber que el Señor entiende perfectamente lo que estás sintiendo, y ha preparado una salida. Te levantará y te probará una vez más que te ama y sabe cuidar de ti.
 
Pastor Pablo Giovanini

Proudly powered by Weebly