No es por obras sino por fe.
Mucha gente tiene la idea de que Dios es una deidad distante ocupada en los problemas del universo, o una nube rara que creó a la humanidad y luego la abandonó a su suerte. Nada más lejos de la realidad. Cuando Dios creó al primer hombre y a la primera mujer, los hizo con el propósito de tener una relación personal con ellos.
Después que Adán y Eva pecaron, al oír que Dios les buscaba (ver Génesis 3:9) se escondieron por vergüenza y miedo. Esa relación se había roto. Pero ¿cómo remediar esa situación?
Dice Romanos 5:8-10: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros… Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” La muerte de Jesús en la cruz abrió el camino para restaurar esa relación con Dios. Jesús dice que "Él es el camino, la verdad y la vida, y que nadie puede llegar al Padre Celestial si no es por medio de Él" (Juan 14:6).
Entonces, qué debemos hacer. Dice la Biblia en Romanos 10:9 que "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo". No somos salvos por obras, sino por fe.
El sacrificio de Jesús significa que cualquiera puede aceptar el perdón en lugar del castigo. Solo debe reconocer su necesidad de perdón y pedirle a Jesús que sea su Salvador.
"De cierto les digo: El que oye mi palabra, y cree al me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, sino que ha pasado de muerte a vida". Juan 5:24.
Pastor Pablo Giovanini
Después que Adán y Eva pecaron, al oír que Dios les buscaba (ver Génesis 3:9) se escondieron por vergüenza y miedo. Esa relación se había roto. Pero ¿cómo remediar esa situación?
Dice Romanos 5:8-10: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros… Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” La muerte de Jesús en la cruz abrió el camino para restaurar esa relación con Dios. Jesús dice que "Él es el camino, la verdad y la vida, y que nadie puede llegar al Padre Celestial si no es por medio de Él" (Juan 14:6).
Entonces, qué debemos hacer. Dice la Biblia en Romanos 10:9 que "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo". No somos salvos por obras, sino por fe.
El sacrificio de Jesús significa que cualquiera puede aceptar el perdón en lugar del castigo. Solo debe reconocer su necesidad de perdón y pedirle a Jesús que sea su Salvador.
"De cierto les digo: El que oye mi palabra, y cree al me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, sino que ha pasado de muerte a vida". Juan 5:24.
Pastor Pablo Giovanini